Lentillas en verano: consejos para cuidar tus ojos y evitar infecciones

Nuestros ojos se vuelven más vulnerables debido al aumento de las temperaturas, al cloro y a la arena

Un chico se pone una lentilla.

Un chico se pone una lentilla.

El verano es una estación maravillosa, pero también puede ser un desafío para nuestros ojos. El Sol, el cloro de las piscinas, la arena y otros factores ambientales pueden irritar nuestros ojos y aumentar el riesgo de infecciones, en especial si usamos lentillas. Por eso, es fundamental seguir una serie de recomendaciones para mantener tus ojos sanos durante los meses más cálidos del año.

El Sol, el cloro de las piscinas y el sudor pueden irritar los ojos y resecar las lentillas. Además, la exposición a estos elementos aumenta el riesgo de que se depositen partículas de polvo, arena u otros contaminantes en la superficie de las lentillas, lo que puede provocar infecciones oculares.

Lo primero que tienes que saber es que no es recomendable utilizar lentillas para nadar en el mar o en la piscina. El agua puede contener bacterias, cloro y otros contaminantes que pueden provocar infecciones oculares. Lo mejor es utilizar gafas de natación y guardar las lentillas en un lugar seguro.

Una chica muestra una lentilla.

Una chica muestra una lentilla. / ED

Consejos para un cuidado óptimo de las lentillas en verano

No obstante, si decides utilizar las lentillas para disfrutar de estos días de verano, deberás extremar la higiene de las lentillas. Es fundamental lavarse bien las manos con jabón antes de manipular las lentillas y el estuche. Limpia a fondo el estuche con la solución desinfectante recomendada por tu óptico y reemplázalo regularmente.

Protege tus ojos del Sol. Utiliza gafas de sol con protección UV para proteger tus ojos de los rayos solares. Además, las gafas de sol te ayudarán a reducir la evaporación de las lágrimas y a mantener tus ojos hidratados.

Si experimentas enrojecimiento, picor o dolor en los ojos, retira las lentillas inmediatamente y ponte en contacto con tu médico. No intentes automedicarte.

¡Descansa! Realiza descansos frecuentes de las pantallas y evita fijar la vista en un punto durante largos períodos.

¿Por qué son más vulnerables nuestros ojos en verano?

El aumento de la temperatura, la radiación UV y la exposición a agentes externos como el cloro y la sal pueden provocar:

  • Sequedad ocular: el calor y el aire acondicionado resecan los ojos, lo que puede causar molestias y aumentar la sensibilidad a la luz.
  • Irritación: las partículas de polvo, arena y otros alérgenos pueden irritar los ojos y provocar picazón y enrojecimiento.
  • Infecciones: el cloro de las piscinas y el agua de mar pueden favorecer el crecimiento de bacterias y virus, aumentando el riesgo de conjuntivitis y otras infecciones oculares.

Recuerda que es importante que consultes a tu médico si usas lentillas y se te enrojecen los ojos, tienes visión borrosa, aumenta la sensibilidad a la luz, secreción o dolor ocular o te pican los ojos, entre otros síntomas.

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