Compras navideñas

Muchos lo hacen pero es peligroso: ¿es seguro congelar alimentos para Navidad?

Las mayoría de hogares hacen esta práctica para evitar la subida de precios que se da en fechas cercanas a las fiestas

¿Es seguro congelar carne para consumirla más tarde?

¿Es seguro congelar carne para consumirla más tarde? / Agencias

Aunque aún queden tres semanas para Navidad, muchos hogares ya han comprado los alimentos que comerán en las celebraciones familiares para evitar que sean más caros cuando estemos en plena campaña. Esta práctica es muy habitual siempre que se acercan estas fechas porque se garantizan precios más bajos y tenerlos disponibles ante una escasez que pueda llegar.

En los supermercados ya se empiezan a ver los carteles de las promociones navideñas y sus estanterías están llenas de turrón, polvorones y mazapanes, un signo inequívoco de que las fiestas se acercan. En muchos establecimientos ya se nota el ajetreo típico por hacerse con carnes y mariscos. Todo esto sirve para adelantarse lo antes posible con a los bullicios que veremos en pocas semanas. Algunos alimentos se conservan bien en los armarios, pero otros necesitan congelarse para consumirlos más tarde, pero ¿es seguro?

Este es el truco

Cuando metemos un trozo de carne en el congelador comienza un proceso muy delicado que si no se hace bien es muy peligroso. El frío paraliza en gran parte el avance de la descomposición, ya que al formar parte de un ser vivo, su vida útil es limitada. En este proceso de caducidad se pueden llegar a formar bacterias y microorganismos que luego al consumirla será perjudicial para nuestra salud.

Para evitar que esto suceda debemos mantenerlo a una temperatura constante y baja, y una vez descongelada, tendremos que consumirla lo antes posible, pero antes tendremos que cocinarlo a más de 65º para eliminarlo todo. Una vez hecho esto, ya podremos ponerla en la mesa y tendremos una comida segura.

En este tipo de banquetes suele sobrar mucha comida, así que guárdala bien para poder consumirla algunos días después. En este caso, no es necesario congelarla otra vez, porque aquí sí que perdería sus propiedades. Basta con meterla en un recipiente hermético dentro del frigorífico y luego calentarla en el horno o en el microondas para que esté rica como el primer día.

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