La subida de precios en alimentos frescos, como carne, pescado y verduras, ha provocado cambios significativos en los hábitos de compra de los consumidores. Un estudio realizado por la OCU durante la primera semana de abril revela que cada vez más personas optan por productos congelados como alternativa más asequible.

El estudio analizó los precios de veinte alimentos, demostrando el ahorro que supone elegir productos congelados de marca blanca en comparación con los frescos. Para muchas familias, esta opción se ha convertido en la única forma de acceder a alimentos nutritivos. Las verduras congeladas de marca blanca o las opciones más económicas presentan el mayor ahorro en comparación con las variedades frescas.

Las verduras, las más baratas

Los resultados del análisis de precios en diversos supermercados muestran un ahorro del 6% en coliflores congeladas, 15% en alcachofas, 27% en acelgas, 30% en patatas y 39% en habas. A medida que se profundiza en la comparación, el ahorro se vuelve más considerable. Por ejemplo, el brócoli congelado es hasta un 44% más barato que el fresco, un 57% en el caso de las espinacas y las judías alcanzan un 77% de rebaja en comparación con las judías frescas. Sin embargo, el mayor ahorro se encuentra en los guisantes congelados, que son un 92% más baratos que los de vaina.

Conjelados en una tienda

Diferencias entre supermercados

En cuanto a los supermercados analizados, se encontró que Alcampo, Mercadona y Aldi ofrecen las verduras congeladas más económicas, mientras que La Sirena y El Corte Inglés son los lugares donde los precios son más altos.

En el caso de los pescados congelados, se observa una situación particular. Resulta sorprendente que en algunos casos la opción congelada no suponga un ahorro en comparación con el pescado fresco. Esto podría deberse a la variabilidad de los precios del pescado fresco en el mercado en el momento del estudio. No obstante, los filetes de merluza congelados son un 38% más baratos que la merluza fresca, los filetes de atún un 13% y el bacalao un 7%, lo que supone un ahorro notable en la compra.

Sin embargo, el langostino cocido y congelado solo está un 1% por debajo del precio del fresco, y en el caso de otros productos congelados de la pescadería, como anillos de calamar, gallo o salmón, comprar el congelado resulta más costoso que el pescado fresco. Según la OCU, el supermercado Alcampo es la mejor opción para comprar pescado congelado entre los analizados.

En cuanto a la carnicería, el pollo congelado ayuda a ahorrar en todas sus partes. Por ejemplo, los jamoncitos suelen suponer un ahorro del 22%, las alitas un 18% y en los cuartos traseros se puede ahorrar hasta un 23%.