Se suele decir que el tamaño no importa, una afirmación que suele ser especialmente cierta cuando de lo que hablamos es de gastronomía. Pero, en ocasiones, es necesario desmentir esta máxima: por ejemplo, en el caso de las berenjenas, el tamaño sí que importa, y mucho. Conozcamos los secretos de este delicioso fruto, que no hortaliza:

Mejor comprar berenjenas pequeñas

La sorpresa es que, en el caso de las berenjenas, no son las grandes las que triunfan sobre la mesa de los restaurantes y cocinas más selectas, sino las de pequeño tamaño.

¿Y qué es lo que tienen las berenjenas pequeñas que no tienen las que son más grandes? Veámoslo.

Cualidades de las berenjenas pequeñas frente a las grandes

La pulpa de las berenjenas pequeñas es más dulce, sabrosa y tierna que la de las berenjenas de gran tamaño.

Esto ocurre porque, cuando la berenjena alcanza su mayor tamaño y el punto máximo de madurez, tiene un sabor bastante más amargo, debido a su alto contenido en semillas.

Adicionalmente, para estar seguros de que adquirimos las mejores berenjenas, comparemos el peso de varias berenjenas pequeñas del mismo tamaño: escojamos siempre las que pesan más, a igualdad de tamaño.

El motivo es el mismo que para desechar las berenjenas de tamaño grande: los frutos que menos pesan están más maduros, por lo que tienen en su interior una mayor cantidad de semillas y dejarán en nuestras preparaciones culinarias un regusto más amargo.

Cosas que comprobar antes de comprar berenjenas, sean pequeñas o grandes

Desecha las berenjenas que presenten un color distinto del verde en el tallo. El tallo verde es un indicativo claro de que las berenjenas están suficientemente frescas.

Presiona el fruto con el dedo, de forma ligera: si notas que está muy blanda o que no recupera rápidamente su forma original, se trata de una berenjena muy madura. No es la más recomendable para cocinar.