Al elevarse la temperatura en verano, lo primero que a muchos se les viene a la mente es poner el aire acondicionado al máximo para que el ambiente doméstico esté más fresquito. Sin embargo, cuando este consumo eléctrico genera un impacto negativo en la factura de la luz, se debe tener en cuenta algunos consejos para ahorrar y usar menos el aire acondicionado en verano.

No es un secreto que este verano ha sido uno de los más calurosos de los últimos 10 años. La buena noticia es que es posible tomar algunas medidas para mantenerse fresco y cómodo en el hogar sin elevar el consumo eléctrico.

Apagar las fuentes de calor

Erróneamente, muy pocas personas prestan atención durante el verano a esos electrodomésticos y equipos que generan una significativa fuente de energía. Desde los ordenadores y el horno de la cocina hasta la TV y esa lámpara de la sala de estar no solo consumen energía, sino que obligan al aire acondicionado a trabajar más.

Priorizar las habitaciones y áreas más usadas

Para mantenerse fresco en verano, no es necesario que toda la vivienda permanezca fría. Es necesario priorizar las habitaciones más usadas del hogar. Sellar las ventanas es una buena idea para mejorar la eficiencia energética.

Conviene resaltar que existen zonas como los baños o la cocina que no requieren climatización por su uso.

Aprovechar el frío residual

Otra forma de ahorrar en la factura de luz en verano es evitando que los equipos de climatización trabajen más tiempo del necesario. Algunos especialistas aconsejan que se debe apagar el aire acondicionado al menos 20 o 30 minutos antes de salir a la calle. De esta manera, será posible disfrutar del frío residual y mantenerse fresco.

Como ves, es posible evitar los golpes de calor durante el verano y usar menos el aire acondicionado. Para ello, es importante hacer mantenimiento al equipo, ajustar el termostato, apagar las fuentes de calor y aprovechar al máximo el frío residual en las habitaciones.