El mayor drama que puede ocurrirte en casa es que se te rompa la lavadora.

Si bien es cierto que hay varios electrodomésticos que tienen una especial importancia, la lavadora es uno de los que más uso tienen dentro de un hogar.

Debido a la cantidad de veces que se usa este artilugio, es uno de los más propensos a romperse. Lo que ocurre es que muchas veces nosotros aceleramos el fin de este electrodoméstico con un gesto que deberíamos cambiar para prolongar la vida de este producto.

En las lavadoras hay un fallo que es el más repetido de todos y, además, es culpa nuestra: la ruptura del tambor de la lavadora.

Muchas veces esta rotura puede ser lo peor que nos pueda pasar porque la reparación es más cara, en ocasiones, que comprar una lavadora nueva. Incluso puede suponer una factura de más de 300 y de 400 euros según el modelo.

No cargues el tambor

El pensamiento que todo el mundo tiene es el siguiente: Esperas a tener mucha ropa para poner el electrodoméstico a funcionar cuando esté lleno y así aprovechar tanto la luz como el agua como el detergente y el suavizante que es gasta en cada lavado. 

¿El objetivo? Ahorrar. ¿La realidad? No ahorras absolutamente nada. De hecho, gastas muchísimo más de lo que ahorras.

Además de esto, el problema con el que te vas a encontrar es el siguiente: si llenas demasiado el tambor este se mueve en exceso, está sobrecargado y puede ir agrietándose hasta que se rompa.

Por lo tanto, lo que debes evitar de ahora en adelante es cargar el tambor y dosificar la cantidad de ropa que metes en la lavadora.