El tesoro escondido de Bizkaia: un viaje al pasado entre historia y naturaleza

En la verde comarca de Lea-Artibai, en Bizkaia, se encuentra un lugar que sorprende por su singularidad y belleza: la ermita de San Miguel de Arretxinaga.

¿Porqué son tan increíbles estas rocas de la ermita de San Miguel de Arretxinaga? ¡Te lo contamos!

¿Porqué son tan increíbles estas rocas de la ermita de San Miguel de Arretxinaga? ¡Te lo contamos! / Gonzalo Azumendi

Carlos Calvo - Club VIAJAR

Carlos Calvo - Club VIAJAR

Ubicada en el pequeño pueblo de Markina-Xemein, esta ermita no es solo un sitio de devoción, sino un monumento a la naturaleza y a la historia de esta tierra. Entre montañas, ríos y antiguas leyendas, este enclave es una parada imprescindible para quienes buscan explorar los secretos mejor guardados del País Vasco.

Un entorno natural de película

Lea-Artibai es una de las comarcas más pintorescas de Bizkaia, donde los paisajes naturales se fusionan con el encanto de sus pequeños pueblos. Markina-Xemein, donde se encuentra la ermita de San Miguel de Arretxinaga, está rodeada por los ríos Artibai y Urko Ibaia, que crean una atmósfera única para disfrutar de la naturaleza en estado puro. Este rincón del País Vasco invita a pasear por sus senderos, que conectan con otros pueblos llenos de historia y tradición, mientras el sonido del agua y el viento en las montañas acompaña al visitante.

El impresionante retablo gótico en Santa María de la Asunción (Lekeitio).

El impresionante retablo gótico en Santa María de la Asunción (Lekeitio). / Gonzalo Azumendi

Un ejemplo destacado es Lekeitio, un pintoresco pueblo pesquero donde las tradiciones marinas están muy vivas. Los barcos aún descargan sus capturas frescas, que los locales venden a pie de puerto, y el templo gótico de Santa María de la Asunción impresiona con su majestuoso retablo, el tercero más grande de toda la Península.

La ermita de las piedras legendarias

Pero lo que verdaderamente distingue a Markina-Xemein es la ermita de San Miguel de Arretxinaga, cuyo interior sorprende al albergar tres enormes peñascos de cuarzo que se sostienen entre sí, formando una capilla única en su tipo. Estas rocas, que han permanecido inmóviles durante más de 40 millones de años, fueron un centro de culto incluso antes de la era cristiana, según algunas teorías. Su disposición ha dado lugar a numerosas leyendas locales, como la creencia de que pasar tres veces por debajo de estas rocas sin tocarlas asegura el encuentro con el amor en el plazo de un año.

Esta ermita, consagrada en 1734, guarda en su centro la imagen del arcángel San Miguel, armado con una lanza sobre el demonio. Aunque los primeros escritos que mencionan el lugar datan del siglo XV, la tradición sugiere que fue venerada desde mucho antes. Para los amantes de la historia, este es un destino donde las leyendas cobran vida.

Camino de Santiago y monasterios históricos

La ermita de San Miguel de Arretxinaga no solo es un lugar de interés por su belleza natural y leyendas, sino también por su ubicación estratégica en plena ruta del Camino de Santiago del Norte. Este camino, seguido por peregrinos de todo el mundo, atraviesa Markina-Xemein y conecta con otros puntos de interés en la comarca, como el Monasterio de Zenarruza. Este monasterio, con el único claustro renacentista de Bizkaia, se erige en un lugar lleno de historias, como la que cuenta que un águila señaló con una calavera el sitio exacto donde debía construirse el templo, allá por el año 968.

Interior del Monasterio de Zenarruza.

Interior del Monasterio de Zenarruza. / Gonzalo Azumendi

El Camino de Santiago no solo es una vía espiritual, sino una ruta que permite descubrir rincones mágicos en medio de la naturaleza, valles y montañas que invitan al sosiego y la reflexión. Un recorrido perfecto para quienes disfrutan de largas caminatas rodeados de paisajes impresionantes.

Cesta Punta: el deporte tradicional que lleva a Markina al mundo

Markina-Xemein también es reconocida por ser la cuna de la Cesta Punta, un deporte vasco con raíces profundas en esta tierra. El frontón de Markina, inaugurado en 1798, ha sido testigo de la formación de generaciones de pelotaris que han llevado el nombre de este pueblo a todo el mundo. Este deporte, conocido en euskera como Jai Alai, ha sido jugado en países tan lejanos como Estados Unidos y Filipinas, demostrando el alcance internacional de una tradición nacida en los frontones vascos.

Visitar el frontón de Markina es adentrarse en la historia viva del deporte vasco, y es una experiencia obligada para cualquier amante de las tradiciones. Ver un partido en este espacio, conocido como la "Universidad de la Pelota", permite entender la pasión que mueve a los habitantes de esta villa.

Descanso y gastronomía en un paraíso rural

Además de su rico patrimonio cultural e histórico, Lea-Artibai ofrece una excelente oferta gastronómica y de hospedaje. El Hotel Antsotegui, en Etxebarría, es un buen ejemplo de ello. Este hotel boutique, situado en una antigua ferrería, combina el confort moderno con la tradición, y su restaurante es conocido por servir platos típicos como el Txuletón o las famosas anchoas del Cantábrico. Después de un día explorando la comarca, no hay mejor lugar para relajarse.

Jose Angel Uberuaga (Ube) nos da la bienvenida a la Casa Rural Garro.

Jose Angel Uberuaga (Ube) nos da la bienvenida a la Casa Rural Garro. / Gonzalo Azumendi

Por otro lado, la Casa Rural Garro, situada en Munitibar, ofrece una estancia inolvidable en un caserío del siglo XI. Con sus amplios jardines y su proximidad al Camino de Santiago, este alojamiento es ideal para aquellos que buscan un lugar tranquilo para desconectar y disfrutar del entorno.

Lea-Artibai, un lugar para descubrir y soñar

Lea-Artibai es una comarca que invita a la exploración pausada. Desde las leyendas que rodean a la ermita de San Miguel de Arretxinaga hasta sus impresionantes paisajes naturales, cada rincón de esta región tiene algo especial que ofrecer. Ya sea que busques un lugar para conectar con la naturaleza, disfrutar de la historia o descubrir deportes tradicionales, este rincón de Bizkaia es un destino que no defrauda. Un verdadero paraíso entre montañas y ríos que merece ser descubierto.

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