O sea: tú llevas diez años de tu vida como político defendiendo a capa y espada el fomento de la educación infantil entre cero y tres años. Prácticamente lo has convertido en un mantra de todas tus intervenciones políticas -en todas- hasta el extremo de que se te conoce a lo bajini como señor Escuelas Infantiles? Por fin, consigues que el Gobierno de Canarias y el Ministerio acuerden la transferencia de tres millones para actuaciones en Educación Infantil de cero a tres años, y van los tuyos y presentan el presupuesto de 2019, hipervitaminado en inversiones y transferencias para Cataluña, destinado a conseguir el apoyo de los secesionistas para que tu jefe siga en la Moncloa? y la primera en la frente: te quitan esos miserables tres millones. Y encima no puedes decir ni pío, porque en tu partido también ha vuelto a instalarse el viejo sistema de o estás conmigo en todo lo que haga o estás a punto de ser borrado del mapa.

Sinceramente, no sé cómo se las va a apañar Ángel Víctor Torres -señor Escuelas Infantiles- para explicar que Pedro Sánchez haya necesitado quitarle sus tres milloncitos de nada para darle tres milloncitos de nada (más) a sus socios catalanes. Supongo que después de tantos años de pelear por lo mismo, Ángel Víctor Torres preferirá ocultar su sonrojo en el silencio.

Pero va a serle difícil: porque no son solo los tres millones de las escuelas para niños de cero a tres años. Son también ocho millones que él mismo le había prometido a sus compadres del socialismo agrario, para reducir el sobrecoste de la desalación y extracción de agua para riego agrícola en pozos y galerías, más los treinta que no llegan del convenio de Obras Hidráulicas, los diez millones que se pierden para depuración o los ocho menos para ayudas del Plan Estratégico de Canarias en Agricultura, en el marco de Posei. Debe tener a sus amigos del campo muy pero que muy contentos. Y a los demás también: cómo explicar que se evaporan los dieciocho millones del plan contra la pobreza contemplado en el REF, cuyas grandes ventajas aplaudimos todos (tú el primero), esos dieciocho millones para atender a los más necesitados, que desaparecen mientras los independentistas catalanes aprueban blindar económicamente a todos sus expresidentes, los del tres por ciento incluido. ¿Cómo explicará Torres eso? Y cómo explicará los doce millones que no llegarán para servicios sociales básicos, tres para el barrio de Las Chumberas, más 152 -y medio- que han desaparecido para carreteras, además de los 42 millones del Plan de Empleo, destinados a la creación de Infraestructuras Educativas, aparte los dos millones que esperaban en Gáldar para remozar el Instituto de Educación Saulo Torón, o los cuatrocientos mil cochinos euros que había pedido el socialista palmero Anselmo Pestana, para actuaciones de mejora energética en su isla, o los cinco necesarios para llevar la banda ancha donde ahora no llega. O los quince millones en rehabilitación de infraestructuras turísticas, los 18,5 millones para reindustrialización de zonas desfavorecidas (tres y medio para El Hierro), o los seis millones para regeneración de costas (la playa de Valleseco, entre ellas).

En fin, no quiero cansar, pero no me gustaría estar en el sitio donde está ahora Torres, tener que explicar lo que tiene que explicar, porque su jefe, para castigar a quienes no le acompañaron en la censura a Rajoy (y eso no es culpa nuestra) se ha volado 340 millones nuestros por ley, y aquí eran además muy necesarios.