Los primeros indicios del papel pintado llegan con la imprenta, aunque ya antes habían existido modelos mozárabes de tejidos de interiores que importaron a grandes y conocidos aristócratas como Marcel Proust. Los creadores del papel pintado, tal como lo conocemos hoy, surgen un poco más tarde, cuando en el siglo XX, allá por los años setenta, se adoptan los ornamentales de Fortuny y Madrazo por parte de sus creadores, cautivados por la evolución de los diseños de interiores.

La transformación del espacio

El papel pintado es uno de los elementos de la decoración de la casa que más fuerza y capacidad tienen para transformar por completo un espacio. Ha cambiado tanto desde que llegó a Europa que es conveniente dar un repaso a su camino. Aunque en Europa empezó a coger fuerza de la mano de artistas como David Hicks, su procedencia era de Oriente. Hasta el siglo XVII no pisó Europa, cuando se establecen unas relaciones comerciales más fuertes entre los continentes.

Las tendencias que se dieron al cobrar fuerza fueron de escenas cotidianas y de motivos florales. Era habitual ver alguno de estos diseños en los años setenta, que sin embargo en los años posteriores evolucionaron y pasaron a ser dibujos geométricos. En los años ochenta, después del primer gran boom, el papel pintado cayó en picado hasta hoy. Por eso es necesario comparar la moda de los años setenta con el resurgir próximo a 2020. El papel pintado ha vuelto, pero ¿en qué ha cambiado?

Los interiores en la actualidad

En la actualidad, los papeles de diseño de interiores han vuelto y toman fuerza directa de los actuales diseños textiles y de la moda. No son pocas las veces en las que podemos ver que muchos diseños de diversas telas del mercado acaban en las paredes. Uno de los referentes más fuertes de hoy es la marca Cole & Son, altamente codiciada y utilizada por prestigiosos diseñadores como Juicy Couture, Paul Smith y Stella McCartney.

A su vez, podemos observar una tendencia hacia lo vintage que, parece, ha llegado para quedarse, al menos durante un largo tiempo. Por esta razón, una de las tendencias actuales que vemos de cara al año 2020 es la revisión de numerosos diseños tradicionales que han vuelto a coger fuerza. Un ejemplo perfecto, que es común en muchas de las casas de nuestro alrededor, es el de los estampados florales o el de los motivos geométricos.

Bien es cierto que no todo son diseños renacidos, pues este elemento decorativo de los años setenta también resurge con fuerza de la mano del diseño minimalista de interiores que tanto vemos, especialmente en los colores lisos y las formas estáticas. Así, otra de las tendencias que llegan fuertes para la temporada del 2020 es la de los contrastes del blanco y el negro.

Este tipo de decoración ofrece numerosas ventajas, y la primera de ellas es la facilidad de aplicación. Colocarlo es mucho más sencillo que pintar una habitación, donde casi siempre deben aplicarse varias capas extra para que el acabado sea perfecto. Con el papel, solo debemos tener cuidado con que no queden debajo burbujas de aire. Por lo demás, destaca por su fácil aplicación.

En definitiva, el papel pintado fue toda una revolución en los años setenta y ha vuelto para los años veinte del siglo XXI jugando de nuevo con la posibilidad de crear espacios personales con toques diferenciados. Los acabados son infinitos y la calidad es mucho mejor que la de antaño, dando la vuelta, de nuevo, a la decoración de nuestros hogares.