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La murga Deslenguadas y vecinos de Icod de los Vinos chocan por el ruido de los ensayos

El grupo carnavalero ensaya en este local desde 2004, antes de la construcción de la urbanización

Local en el que ensaya la murga Deslenguadas de Icod de los Vinos

Local en el que ensaya la murga Deslenguadas de Icod de los Vinos / El Día

Leticia Dorta Lemus

Leticia Dorta Lemus

Santa Cruz de Tenerife

Los ensayos de la murga Deslenguadas suponen un estorbo para el sueño y el descanso de los habitantes de una urbanización de adosados muy próxima a su local. Se quejan del ruido que provocan y de que el Ayuntamiento de Icod de los Vinos no soluciona la problemática, a pesar de transcurrir varios años de denuncias.

21 años de ensayos

El colectivo femenino del Carnaval icodense ensaya allí desde 2004. Según la presidenta de Deslenguadas, Alejandra Pérez Montes de Oca, "la urbanización ni siquiera estaba construida cuando nosotras ya estábamos allí", apunta. El local se encuentra en la antigua escuela unitaria de La Mancha.

No obstante, para Pérez lo más importante es "convivir en paz y armonía. Nuestra voluntad no es molestar a nadie. Nuestra voluntad es vivir el Carnaval, conciliarlo y que los vecinos estén a gusto, como antes, tranquilos", destaca.

Cinco horas de descanso

Uno de los vecinos, quien no quiere desvelar su identidad, trabaja en Aguamansa, en La Orotava. Para cumplir con su horario de entrada, las siete de la mañana, tiene que levantarse a las 5:45 horas, aproximadamente. "Si me pilla en día de ensayo de la murga, descanso unas cinco horas", describe. Vive en la urbanización desde hace dos años.

Asegura que esos ensayos suelen concluir en torno a las 11 de la noche y "luego salen a la calle gritando. Estamos a unos 100 ó 200 metros del local y en alguna ocasión llamamos a la Policía Local y nos dicen que tienen la misma queja de vecinos de Santa Bárbara, que se encuentran a unos dos kilómetros de distancia", subraya para referirse al ruido que genera la murga.

La murga en el salón

Otro residente, que también prefiere mantener el anonimato, define la situación como "insoportable. Ya tenemos problemas de salud, porque parece que la murga está metida dentro del salón de mi casa". "El escándalo de la batería es bestial", añade. Vive en la urbanización desde hace seis años.

Acercamiento

Este icodense relata un episodio de acercamiento a la murga hace varios meses: "Me acerqué de buenas maneras, era sobre las diez de la noche, y les propuse si al menos podían cerrar las ventanas. Me levanto a las cinco y media de la mañana para trabajar y mi hija, de cinco años, tiene que ir al colegio", cuenta. Asegura que la respuesta de las murgueras fue "en un tono bastante altanero y me dijeron que ellas no tenían por qué cerrar nada y que tenían permiso del Ayuntamiento para hacer lo que quisieran".

Postura del Ayuntamiento icodense

El gobierno municipal explica que están habilitando nuevos locales para todos los colectivos del carnaval. "En el caso de Deslenguadas, todavía no ha llegado el momento de trasladarlas. Pero se trabaja para que eso ocurra", apostillan.

Coacción e intimidación

Más allá del ruido, Deslenguadas expone que denunció la coacción e intimidación por parte de "algún vecino, concretamente de ese edificio. Parece que nos está declarando la guerra", explica la presidenta de la murga femenina icodense. Habla de pintadas y de que les tiran "algo parecido a piedras en las ventanas. Estamos cumpliendo con la normativa, pero aun así, sigue molestándonos y no entendemos por qué", concluye.

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