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"¡Viva la Virgen de Candelaria!": "yo me despedí de ella ya y vine a verla salir"

Unas mil quinientas personas asisten a la misa de despedida en la plaza de España, antes de iniciar el recorrido a la Villa Mariana

La Virgen de Candelaria se despide de Santa Cruz de Tenerife

María Pisaca

Humberto Gonar

Humberto Gonar

Santa Cruz de Tenerife

"¡Viva la Virgen de Candelaria!, ¡viva la Virgen de Candelaria!, ¡viva la Virgen de Candelaria!".

"¡Guapa, guapa y guapa!".

Plaza de España. Es el grito atronador que hizo girar el rostro a los guardianes de la Cruz de los Caídos en busca del emisor. Con puntualidad, la comitiva llegó a la plaza de España, donde se celebraría la misa.

"Ayer me despedí con una misa; hoy vine a verla salir. No sé dónde estaré dentro de catorce años. En siete sí espero estar, pero va a La Laguna", cuenta una señora a su amiga.

"Mañana [por este sábado], si Dios quiere, está en casa".

"Han hecho un buen trabajo los voluntarios, porque ves que es gente mayor; no hay jóvenes", le confía la otra.

"Ahora va al centro de mayores Calor y Café", explica, como quien narra una primicia, en referencia al servicio de Cáritas que presta ayuda a personas con menos recursos.

La Virgen de Candelaria retorna a la Basílica

María Pisaca

En ese momento llega la comitiva de los curas. Cien o más, con el obispo peregrino, con casulla tipo dalmática.

En primera fila, Laura, con un público que desbordaba la charca de la plaza de España, mientras el maestro Juan Antonio Gómez marcaba el compás a la Banda Municipal de Música de Santa Cruz.

Siguió el recital de misa cantada, que puso de manifiesto las virtudes musicales del obispo de Tenerife.

Entre los vecinos que esperaban que acabara la misa, surgían apuestas sobre el recorrido que seguiría rumbo a Candelaria.

"La llevan a la prisión".

"No, eso fue el otro día, que la llevaron los voluntarios de madrugada".

El "aleluya" bailó en el orden de la celebración eucarística para dar paso a la homilía, en la que el obispo aseguró que la Virgen María ha venido para quedarse en cada peregrino, tras glosar sobre sus virtudes: trabajar por la justicia y el bien común, destacó.

"Siempre encontraremos sus brazos abiertos y, sobre todo, nos quedamos con los frutos de estos 15 días de visita", dijo, dejando a "Santa Cruz de Tenerife llena de esperanza".

La Virgen de Candelaria regresa a su Basílica.

La Virgen de Candelaria regresa a su Basílica. / E. D.

Mientras, la vida seguía. El punto de información vendía los últimos souvenirs junto a la tienda de artesanía, y el dueño del Atlantis seguía desde el interior del bar la retransmisión del partido en una pantalla gigante.

Antes del ensayo con la murga Triqui-Traques, Yone Delgado se acercó a la plaza de España para ver salir a la Virgen. "Pensé que la iban a sacar antes".

Llegaba a término la misa antes de poner rumbo a Bravo Murillo y a la empinada avenida de San Sebastián, camino del recurso Café y Calor, de Cáritas, en la avenida de Bélgica.

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