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La Virgen de Candelaria desborda Santa Cruz a su llegada

Los peregrinos se multiplican en el Suroeste y Taco

Los Gladiolos acoge una ofrenda de migrantes antes del colofón en la plaza de España

'La Morenita' en la Plaza de España

El Día

La La laguna

De Candelaria a Santa Cruz, de la Basílica a La Concepción. La ‘Morenita’ ya está en la capital. Los actos de su peregrinación número 46 se prolongaron unas quince horas y se volvió a demostrar que la fe y la tradición en torno a esta imagen religiosa siguen muy presentes entre los tinerfeños. La jornada, enmarcada en el calendario de visitas alternas a Santa Cruz y La Laguna cada siete años, arrancó con una celebración eucarística a las 6:00 horas. Después empezó la caminata hacia el templo santacrucero, en el que permanecerá hasta el 24 de octubre. Varios incondicionales de este tipo de citas aseguraron que, pese a los malos augurios iniciales, esta visita congregó este sábado a más participantes que la de 2018. Como suele ocurrir en estos casos, hubo un poco de todo: desde gestos emotivos de fe a anécdotas, pasando por una avería en el trono de la Virgen.

6:57 horas, Basílica de Candelaria

Los sonidos folclóricos de la Asociación Cultural La Guanchería rompieron el silencio a las 6:57 horas en la Villa Mariana. «Despejen la puerta para que pueda entrar la grúa», se escuchó por la megafonía de la Basílica, a lo que siguió un «Comenzamos ya la peregrinación». El reloj marcaba las 7:10 horas. «¡Viva la Virgen de Candelaria!», gritó de inmediato un hombre desde el pasillo central de templo. Era el primer viva de la jornada. La ‘Morenita’ apenas había empezado a avanzar hacia el vehículo de Grúas Cuchi que tiraría por la urna que se suele utilizar para estos desplazamientos.

Una de las imágenes diferenciadoras de esta peregrinación se encontraba en la plaza de la Patrona de Canarias, actualmente en obras. Una pala retroexcavadora se convertía en una suerte de atrezo en el arranque del desfile. «Las primeras sensaciones son muy positivas», expresó el obispo de Tenerife, Eloy Santiago, en esos primeros compases de la jornada. «Se ve ya el ambiente que se va creando en torno a nuestra patrona, la ‘Morenita’, y cómo el pueblo siente ese amor y devoción a la Virgen», manifestó.

A las 7:30, la procesión enfiló Obispo Pérez Cáceres, la popular calle La Arena, la vía comercial que desemboca en la plaza de la Patrona de Canarias. Allí seguía el desfile el exalcalde candelariero José Gumersindo ‘Sindo’ García. Cambio de registro en el acompañamiento musical: la Banda de Música Las Candelas tomó el testigo de La Guanchería. Sorprendía el amplio dispositivo de seguridad que esperaba en las inmediaciones del Ayuntamiento.

«Este es un día lleno de emoción y devoción; estamos empezando y esperamos llegar con la misma alegría a Santa Cruz», consideró el vicario general de la Diócesis de Tenerife, Antonio Pérez. Su ‘semitocayo’ Juan Antonio Pérez, presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de La Laguna y voluntario de la visita, opinó que, «con los tiempos que están pasando, esta peregrinación es un motivo de esperanza y para fortalecer la paz, más si cabe en este Año Jubilar». A las 9:00 horas, la procesión se encontraba en las inmediaciones del Hotel Catalonia Punta del Rey. Escena llamativa en el momento en el que cruzó el puente de Las Caletillas, que atraviesa la autopista del Sur (TF-1), y los vehículos que circulaban a esa hora de la mañana tocaban la pita. Comenzaba entonces un tramo en pendiente que puso a prueba a más de un peregrino.

10:30 horas, Barranco Hondo

Con 40 minutos de retraso sobre el horario previsto, la comitiva de la Virgen de Candelaria llegó a Barranco Hondo, a la popular sala de banquetes Casa Fito, donde se congregaba más de medio millar de personas. Como si de un fielato se tratara –en este caso de salida hacia Santa Cruz–, la procesión hizo un pequeño alto para tomar resuello en un camino que había tenido ya tres pendientes importantes. Mientras el fraile dominico José Ramón Enjamio ofrecía una pequeña homilía, centenares de peregrinos aprovecharon para tomar agua y echar mano del primer bocadillo de la jornada para reponer fuerzas.

Tuvo su protagonismo en ese punto del trayecto el ‘sabandeño’ Besay Pérez, que puso su voz para despedir a la Virgen en su recorrido hacia Santa Cruz. Pérez cantó el ‘Ave María’ y accedió a fotografiarse con cuantos peregrinos acudieron a él. Y dejó un consejo: «Mis hijos, hidrátense y beban agua: comienza la pateada». En ese punto del trayecto, los más rezagados y con problemas de movilidad ya utilizaban la guagua habilitada por el Cabildo de Tenerife. «Titsa con nuestra patrona», se podía leer en el rótulo.

En el acto de despedida del municipio de Candelaria se encontraba la alcaldesa, Mari Brito; su homólogo de El Rosario, Escolástico Gil, y el obispo de Tenerife. Brito rememoró la anécdota de cuando en la anterior peregrinación su sobrina, por entonces de cinco años, le decía: «Tía, mira, ahí tienes a la Virgen, que es la reina». Y ella le respondía que se trataba de «la reina de Candelaria». También recordó con emoción a «aquellas personas que ya no están».

11:40 horas, Radazul Alto-El Chorrillo

Medio millar de personas se congregaron en Radazul Alto-El Chorrillo, en El Rosario. Eran las 11:40 horas en el momento de la llegada de la comitiva. Fue una acogida que contó con la participación de la Agrupación Folclórica Amigos de La Esperanza y en la que destacaba la notable presencia de jóvenes que aseguraban acudir a cumplimentar una tradición heredada de sus abuelos.

Como nota de color, el alcalde del Rosario dedicó unas palabras al obispo de Tenerife, al que le dijo que lo iban a bautizar como «obispo-peregrino» debido a la coincidencia de las bajadas de La Palma y El Hierro y ahora esta visita de la Virgen de Candelaria. Todo en 2025, igual que su nombramiento como prelado nivariense. Gil no perdió la oportunidad de reivindicar la importancia que tiene El Rosario dentro de la historia de la ‘Morenita’, en particular en lo que se refiere al Camino Viejo.

Si Besay Pérez cantó un ‘Ave María’ en Barranco Hondo, la solista Zuleyma Medina y la Parranda de El Chorrillo hicieron lo propio en esta otra parada. En adelante, se impuso un ritmo algo más ligero aprovechando el terreno llano. Era necesario también ante el retraso acumulado. «¡La Virgen va muy rápido!», no dudó en quejarse de viva voz una participante.

12:25 horas, El Humilladero

En el cruce de El Humilladero, el primer barrio de Santa Cruz, se dieron cita unas 2.000 personas. El alcalde capitalino, José Manuel Bermúdez, se encargó de dar la bienvenida a la ‘Morenita’ y recordó que fue en 1939 la primera vez que la Patrona de Canarias pasó por allí. El acento folclórico, de la mano del grupo Idayra, que está de aniversario conmemorando medio siglo de existencia, presidió el acto de acogida. Destacaba la presencia de un recordatorio desde Tenerife hacia Gaza.

El sacerdote Alberto Hernández, párroco de El Pilarito y La Gallega, indicó desde la tribuna instalada en el cruce de El Humilladero que el recibimiento se vivía «con la misma ilusión de un niño el Día de Reyes». Vítores a la Virgen de Candelaria, isas y folías… ponían la banda sonora y el toque identitario al momento.

13:30 horas, Taco

En el populoso barrio tuvo lugar una multitudinaria recepción. Emoción a flor de piel para muchos devotos. En las inmediaciones del Centro Comercial Concorde, con traje y corbata, el cantante Pepe Benavente interpretó un ‘Ave María’ a la Virgen de Candelaria. Posteriormente, unos sacerdotes dedicaron unas palabras a la Patrona de Canarias. También estuvo allí el alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, como quiera que se trataba del momento en el que la ‘Morenita’ tocaba territorio lagunero.

Numerosos espectadores y peregrinos mostraron su fervor, como era el caso de Mari Carmen García Jorge, de 55 años, que acudió a la visita en recuerdo de su padre fallecido hace aproximadamente tres meses. El de María Luisa Alonso, de 27 años, era uno de esos testimonios que conmueven: explicó que había ido al encuentro de la Virgen después de que esta semana le diagnosticaran una enfermedad.

15:15 horas, Hospital La Candelaria

El Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria acogió la parada más entrañable de cuantas sucedieron desde las 7:00 horas. En las inmediaciones del recinto sanitario se produjo el cambio desde la urna de Grúas Cuchi, en la que se había desarrollado hasta ese momento el traslado, a un trono que portaría a la imagen hasta la plaza de España. Se produjo ahí un contratiempo: se partió la dirección del trono y desde la empresa de grúas tuvieron que movilizar de urgencia a un soldador para arreglarlo.

Antes del encuentro con los enfermos, hubo dos momentos musicales cargados de emoción: el primero, protagonizado por Asunción, trabajadora del Servicio de Cocina de la Residencia de la Candelaria, con un ‘chorro de voz’ que podría ser la envidia de Pepe Benavente y el segundo, por otra mujer de nombre Elena, que terminó gritando «¡guapa, guapa y guapa!» a la Virgen. Se encontraban allí empleados sanitarios como José, Mari Carmen, Pablo, José María López —que lleva más de 30 años en La Candelaria— o Juan Díaz, otro histórico del lugar.

Después de 40 minutos que se hicieron eternos para finalizar el traslado de la Virgen desde la urna al trono, se procedió a la entrada al recinto hospitalario. Tomaron la palabra el gerente, Óscar Díez; el neurólogo Miguel Ángel Hernández, y un hospitalizado. Una pareja ataviada con ropa típica participó portando un ramo en nombre de todas las personas ingresadas.

Una de las escenas destacadas de la jornada tuvo lugar en el atrio del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria, que se vio desbordado de sillas de ruedas. Incluso había alguna camilla. Se habilitó también una pantalla junto a la parada de taxis. Ya sobre las 16:45, y con una hora y cuarto de retraso sobre la escaleta de la peregrinación, siguió la expedición.

17:15 horas, García Escámez y Los Gladiolos

La comitiva llegó a las 17:15 horas al populoso barrio de García Escámez y a las 17:45, a Los Gladiolos. En esta última cita fue protagonista la situación migratoria que afecta a Canarias de la mano de un grupo de jóvenes que atiende y acoge la Fundación Buen Samaritano desde hace unos 18 años y, en particular, el sacerdote José Hernández, más conocido como ‘Pepe el cura de Añaza’, que simultanea aquel templo y el de San Alfonso María de Ligorio, en Los Gladiolos. Este sábado seguía en el recuerdo de algunos feligreses que justo el día de la peregrinación de 2018 falleció el anterior párroco, Cristóbal Rafael Pérez Vega.

Justo enfrente de la iglesia, sobre una tarima instalada para la ocasión, tres migrantes compartieron sus vivencias con el resto del público. «Bienvenida, Virgen santa y madre, Nuestra Señora de Candelaria, en este día de tu visita a Santa Cruz, que haces un alto en nuestro barrio de Los Gladiolos; te sentimos entre nosotros y no solo queremos ofrecerte flores y canciones: te traemos también nuestro clamor de migrantes, caminantes sin rumbo de desiertos y mares», expresó Paul.

«Llegamos cansados, con la mirada perdida, con el corazón lleno de heridas, pero también de anhelos y sueños», indicó Ousmane. «Algunos hemos sobrevivido a la travesía, otros no han tenido la misma suerte. ¡Cuántos nombres perdidos en el mar! ¡Cuántas madres sin saber si sus hijos están vivos! Y, sin embargo, seguimos llegando porque la esperanza es más fuerte que el miedo», añadió.

Abibo también dejó su testimonio. «Yo soy Abibo, uno de los migrantes. Crucé el mar en una patera, no por aventura, sino por necesidad. En mi país no había trabajo, no había futuro. Dejé atrás a mi madre, a mis hermanos, a mi familia, a mi tierra, pero traje conmigo la fe, la esperanza y el deseo de vivir», relató.

20:35 horas, centro de Santa Cruz

Y la Virgen llegó a la plaza de España. El retraso acumulado había sido notable durante algunos momentos de la jornada (sin ir más lejos, en Los Gladiolos la demora era de una hora y 15 minutos), pero la organización puso el turbo y, para sorpresa de muchos, consiguió llegar en tiempo y forma al centro santacrucero. Precisamente en Los Gladiolos había comenzado la parte más solemne de la peregrinación, que tomó las avenidas de Madrid y de Las Asuncionistas, así como la calle Ramón y Cajal. El destino: la plaza de España. Y de allí a la parroquia matriz de Nuestra Señora de La Concepción.

En el trayecto en cuestión destacaron cuatro momentos. El primero: a la altura del puente Galcerán, en el centro sociosanitario, donde el obispo rompió el protocolo para saludar a los enfermos y sus familiares. Siguiente imagen destacada: en el Palacio de Capitanía General de Canarias, dado que los militares desplegaron tapices y altares, expusieron a los santos vinculados al ejército e intervino la Banda Militar. El tercer punto a resaltar fue que la Virgen de Candelaria, siguiendo el trayecto del polémico carril bici, bajó de la calle Méndez Núñez a El Pilar y las voces de Vanessa, Sandra, Mari Carmen Mulet y Alexis realizaron una plegaria en forma de canto folclórico. El otro hito de este tramo estuvo en la plaza de España.

En el céntrico espacio se desarrolló un encuentro y acto litúrgico que congregó a unas 3.000 personas en sillas y a otras de pie. Lo concluyó el obispo con tres vivas a la Virgen de Candelaria. Era la antesala de la llegada de la imagen a La Concepción. El trono entró al templo por la puerta de la torre, que se encontraba decorado con un arco de flores. Permanecerá la Virgen de Candelaria allí hasta el 24 de octubre, cuando regrese a la Villa Mariana.

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