Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Alejandro Molowny: "El único camino sostenible es separar la basura en origen"

Alejandro Molowny hace balance de dos años de gestión insular de los residuos. Este ingeniero industrial y amante del buceo cree que "este es un reto en el que queda mucho por hacer"

Alejandro Molowny, director insular de Residuos, durante el pleno del Cabildo el pasado viernes

Alejandro Molowny, director insular de Residuos, durante el pleno del Cabildo el pasado viernes / E. D.

Santa Cruz de Tenerife

¿Qué balance hace en el ecuador del mandato (2023-2027)?

Hemos trabajado mucho, con ilusión y compromiso. Partiendo de una situación muy complicada, con unas instalaciones que estábamos soletas que han estado durante décadas prestando un servicio y era necesario renovarlas e, incluso, construir nuevas. En eso hemos focalizado la labor de estos dos años que llevamos para desarrollar el modelo de gestión de residuos de la Isla. Hemos hecho grandes inversiones. No solo en nuevas infraestructuras —donde hablamos en torno a 55 o 60 millones de euros—, sino también en vehículos, maquinaria móvil, proyectos de investigación y concienciación. Es un conjunto. No se ve la gestión de los residuos solamente desde un prisma sino desde una visión integral, pensando en que lo importante es Tenerife y que el sistema tiene que perdurar en el tiempo. Más allá del mandato y con lo que determina el Plan Insular para marcar el camino y dar soluciones a este reto de nuestra sociedad. Y en un territorio insular donde es un poco más complicado que en los continentales. Ser región ultraperiférica nos obliga a agudizar el ingenio para poder sacar adelante un proyecto tan complejo y complicado como ilusionante.

¿Está la Isla en el buen camino para acercarse al paradigma de las tres R en los residuos: Reducir, Reutilizar y Reciclar?

Repito mucho que el mejor residuo es el que no se produce. A partir de ahí ya comienza el modelo de gestión que hay que desarrollar. Empezando por la reutilización y por el reciclaje antes de una valorización o eliminación segura de los residuos. Se ha avanzado y se está avanzando y aumenta el reciclaje en Tenerife, pero aún estamos muy lejos de los objetivos a cumplir y necesitamos seguir con el impulso. Por eso ponemos también el foco en la educación y la concienciación, no solo de los más jóvenes sino de diferentes colectivos. Queda camino por andar y el trabajo pasa por aumentar las fracciones de recogida selectiva, como en el proyecto de textil Re-Viste en San Miguel de Abona, uno de los seis municipios de toda España donde se desarrolla la prueba piloto. Aquí, en Tenerife, lo cual nos sitúa en una muy buena posición para que el modelo se expanda al resto del territorio nacional, incluida también Canarias.

¿Cómo afronta el reto el área que preside la consejera Blanca Pérez el reto de gestionar los residuos del millón de personas que habitan la Isla?

El Complejo Ambiental de Tenerife es una gran instalación industrial diseñada para gestionar los residuos de un millón de personas. No es fácil encontrar una infraestructura con esta capacidad de tratamiento. En territorios continentales es más sencillo fraccionar y sectorizar por zonas el tratamiento. Somos una Isla y lo que generamos debe ser gestionado adecuadamente aquí. También apostamos porque sea reciclado con el desarrollo de una industria, aunque no tengamos la suficiente cantidad de residuos para que sea posible ahora. Nos apoyamos desde el Cabildo en los mecanismos legales superiores articulados para proteger el residuo y que se quede en Canarias.

Incendio en el PIRS

Incendio en el PIRS hace unas semanas / E. D.

El PSOE valora este período como el peor de los últimos 40 años. ¿Qué tiene que decir?

Cuando el PSOE plantea en el pleno (el pasado viernes) que son los peores datos históricos en cuarenta años, incluyen los tres en que estuvo la planta parada tras el incendio del año pasado. Por supuesto, en ese periodo no se trató el residuo sino que se envió directamente a celda de vertido (enterrar). El fuego afectó a cuadros eléctricos, no solo al suministro de energía sino también a todo el sistema de control de una gran infraestructura industrial. Pero fuimos capaces en apenas tres meses de arrancar y ponerla en marcha nuevamente. Esos 90 días echan abajo todas las estadísticas, como durante la pandemia de la COVID-19. La realidad es la que hemos expuesto en el balance de dos años de trabajo: los datos son los mejores, de récord. Tras grandes inversiones y la reducción de los plazos en la ejecución de la obra de automatización, hay una evidente mejora en la planta de clasificación de basura de todo uno. Ahí se trata la que no viene separada. Estamos obteniendo los mejores resultados de recuperación de los últimos años, pasando del 2% al 5% y con la previsión técnica de alcanzar el 7% de aquí a final de año.

¿Cuál es la situación actual del Complejo Ambiental de Tenerife, ubicado en el municipio de Arico? El Grupo Insular Socialista la califica de «instalación insegura».

El Complejo Ambiental de Tenerife es una infraestructura industrial formada por un conjunto de instalaciones. Un centro de trabajo y un lugar seguro, lo cual implica que se han identificado, evaluado y controlado todos los riesgos que puedan afectar a las personas, al medio ambiente y a los diferentes activos que hay en ese espacio. Eso no significa que el riesgo sea cero, sino que está reducido a niveles aceptables según normas, leyes y buenas prácticas. Posee su evaluación completa de riesgos laborales, donde se han identificado todos los peligros —químicos, eléctricos, mecánicos, etc.—, se han evaluado los riesgos asociados a ellos y se han implementado medidas de control. Además, se realizan auditorías internas y externas de forma periódica, existen procedimientos establecidos para emergencias, mantenimiento o formación continua del personal, y se promueve una cultura de la seguridad con el reporte de incidentes, la participación activa y la realización de simulacros y capacitaciones específicas periódicas.

¿Cuáles son los objetivos para el futuro del CAT?

Terminar todas las obras que tenemos en marcha. Algunas ya han culminado y otras están a punto de finalizar. Poner a punto y calibrar todos los equipos o hacer que el sistema sea completamente autosuficiente desde el punto de vista energético, que seamos generadores de energía eléctrica. Además de iniciar las nuevas infraestructuras que están previstas dentro del modelo integral de gestión y que nos aseguran, en el presente y en el futuro, una correcta gestión de los residuos.

Destaco el hecho de que mientras se han realizado esos trabajos la actividad se ha mantenido. Porque no es lo mismo trabajar en obras nuevas que mejorar infraestructuras en funcionamiento. Por ejemplo, la planta de tratamiento de residuos, en la que hemos invertido 19 millones de euros. Allí se gestionan en torno a 1.500 toneladas de residuos (490.000 anuales) cada día que transportan unos cien camiones. Esto exige una coordinación en la gestión de las obras complejas, porque hay que hacer paradas programadas en algunas fases de la instalación para adaptar el tratamiento y las obras de manera simultánea. Lo mismo en el sistema de agua o en el de generación y consumo de energía eléctrica. Combinar una infraestructura en funcionamiento que presta un servicio y no se puede parar con todas esas obras de mejora.

Imagen de la planta de tratamiento de lixiviados del Complejo Ambiental de Tenerife. | EL DÍA

Imagen de la planta de tratamiento de lixiviados del Complejo Ambiental de Tenerife. | / EL DÍA

¿Qué va a pasar con la planta de envases?

Sacarla a licitación una vez firmado el convenio del Gobierno de Canarias con Ecoembes, que establece la fórmula de pago a la empresa que será la que la explote. Esto no tiene que ver con el contrato para el servicio con la UTE Nivaria (uno de los mayores de la historia del Cabildo). Es una infraestructura independiente, situada en el complejo ambiental. Trata todos los envases que se recogen en el contenedor amarillo que vemos en las calles. Allí se clasifican por tipos de material.

Llevamos dos años trabajando con Ecoembes para sacar adelante un convenio firmado hace escasas semanas. El Cabildo tiene que adherirse y es el punto de partida para nosotros sacar a concurso la planta de envases. Cuando se recuperan los envases, salen a subasta y los compra un reciclador. Esos ingresos son los que pagan las inversiones y la explotación de la planta.

El sistema es autosuficiente desde el punto de vista económico: con lo que genera la venta de los envases se mantiene la planta que los clasifica. Para eso necesitábamos esperar a que se firmara este convenio. Ya tenemos los pliegos y toda la documentación preparada para sacar la licitación. Son necesarias algunas modificaciones para aumentar capacidad de gestión y rendimientos de recuperación. Hoy funciona con dificultades pero trata todos los envases de la Isla. Queremos avanzar hacia las mejores condiciones técnicas para la recuperación de los materiales. Estamos en la recta final.

Incide siempre en la importancia de la concienciación ciudadana en este ámbito

Lo repito cada vez que puedo: el mejor residuo es el que no se produce, y ahí es muy importante la concienciación. En todo este modelo de gestión, nuestro programa de visitas al CAT ha llegado a 9.000 personas y a 158 familias, un récord histórico. Pero es que ahora también salimos nosotros con un aula móvil para llegar a toda la Isla. No solo nos acercamos a los más pequeños, a los niños, sino también a otros colectivos, a todo el mundo. Es una medida muy interesante que llama la atención y gusta a la gente.

Además, tenemos en marcha el proceso para instalar en el aula ambiental del propio complejo una maqueta, un simulador de una de las infraestructuras de gestión más importantes, la planta de clasificación, para que se pueda visitar y observar.

También suele valorar como otro pilar fundamental del trabajo la investigación científica en relación con los residuos

Para nosotros es muy importante asociar la investigación y la innovación a los servicios, de tal manera que la prestación de los mismos se vea alimentada por los resultados de estos proyectos con la idea de que el modelo siempre esté vivo y actualizado. Que sea vanguardista y se apliquen las últimas tecnologías al modelo de gestión de residuos de la isla de Tenerife.

Tenemos planificados diez proyectos por valor de 10,4 millones de euros. Ya hemos ejecutado prácticamente la mitad y no descartamos seguir incorporando nuevos proyectos por fases y en función del momento. En ellos participan diferentes universidades, entre ellas la de La Laguna.

Entre esas iniciativas está, por ejemplo, un sistema de captación de energía solar con placas sobre cubierta de las celdas de vertidos, o los sistemas de captación de biogás de celdas de manera horizontal y no vertical, lo que aumenta en un 25% la eficiencia en la captación y, por lo tanto, en la generación de energía eléctrica.

La materia orgánica y su separación en origen, ¿el problema o la solución?

Curiosamente, ambas cosas. Es un problema a la vez que la solución. Primero, pasar de basura a residuos y de residuos a recursos o materia prima. Este es el camino. Cuando terminamos de limpiar debemos hacer una Tenerife más sostenible.

Si la materia orgánica no la separamos en origen, tanto grandes generadores como los propios ciudadanos, tenemos un problema. Pero si se separa, generamos una gran oportunidad. Y no solo la materia orgánica sino cualquier fracción de residuos que sea separable para llegar a los objetivos de reciclaje que nos marca la Unión Europea.

Hace que la gestión de los residuos —que pagamos todos los ciudadanos— sea menos costosa. Es la apuesta del Cabildo de Tenerife, y estamos cumpliendo con la tasa cero para los ayuntamientos en el tratamiento de toda la materia orgánica que nos llega al complejo ambiental.

Ahora son unas 2.200 toneladas anuales, poco respecto al volumen total, pero al alza. De momento solo tienen el quinto contenedor (el marrón) nueve municipios: Santa Cruz —que fue pionero y el que genera más recogida selectiva (1.475 toneladas)—, La Laguna, Granadilla, San Miguel y la Mancomunidad del Nordeste, que aglutina a seis.

Un dato: de las aproximadamente 490.000 toneladas de residuos que llegan al complejo, en torno al 35% o 40% son de materia orgánica sin separar. Hay que trabajar por rebajar esa cifra.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents