El baño de las cabras en Puerto de la Cruz mantiene viva una tradición ancestral en San Juan

Cada 24 de junio, ganaderos y vecinos del norte de Tenerife acuden al muelle para revivir este rito guanche

Tradicional baño de las cabras en Puerto de la Cruz

Santa Cruz de Tenerife

Cada 24 de junio, coincidiendo con la festividad de San Juan, el Puerto de la Cruz se convierte en escenario de una de las tradiciones más singulares del folclore canario: el baño de las cabras en el mar. Esta ceremonia, que se celebra desde primera hora de la mañana en el muelle pesquero de la ciudad, atrae cada año a vecinos, curiosos y turistas, interesados en presenciar un acto cargado de historia, simbolismo y vínculo con el mundo rural.

Un rito de origen guanche ligado a la fertilidad y la salud del ganado

El baño de las cabras no es una simple exhibición folclórica. Tiene su origen en los antiguos rituales practicados por los guanches, los aborígenes de Tenerife. Según los investigadores, los pastores indígenas llevaban a sus animales hasta la costa para limpiarlos, desparasitarlos y favorecer su fertilidad, aprovechando las propiedades curativas del agua salada.

Este acto, que además tenía un componente espiritual vinculado al solsticio de verano, simbolizaba la purificación y el inicio de un nuevo ciclo vital para los rebaños, fundamentales en la economía de subsistencia basada en la ganadería y la agricultura.

Recuperación de una tradición casi perdida

Durante los años 60, la práctica cayó en desuso debido al auge del turismo y a la percepción de que podía resultar inapropiada para los visitantes. Sin embargo, en 1984, gracias al impulso del Colectivo Cultural Valle Taoro, el historiador Manuel Lorenzo Perera y el etnógrafo Chucho Dorta, la tradición fue recuperada y ha continuado celebrándose desde entonces con el apoyo de instituciones y colectivos locales.

Tradición viva en el muelle

Durante esta mañana de San Juan, el muelle se engalana para la ocasión. A la llegada de los ganaderos, acompañados por sus rebaños de cabras, se suceden baños en el mar, exhibiciones de juegos tradicionales canarios, muestras de música folclórica como el tajaraste, y degustaciones gastronómicas con productos locales.

También se instalan altares en honor a San Juan Bautista, donde se depositan ofrendas de frutas y flores como muestra de respeto. Además, varios ganaderos aprovechan para ordeñar las cabras y vender la leche fresca a quienes asisten al evento.

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