La Roseta de Tenerife viaja a Madrid para acercar la historia y técnicas de este tradicional encaje

Un artesano tinerfeño imparte en la capital un taller exclusivo a 15 personas para acercar la historia y las técnicas de este tradicional encaje canario

El artesano rosetero.

El artesano rosetero. / Europa Press

Santa Cruz de Tenerife

La Roseta de Tenerife ha viajado a Madrid a través de un taller exclusivo impartido por el artesano tinerfeño Antonio Rodríguez. El Museo de Arte y Tradiciones Populares de la Universidad Autónoma de Madrid ha acogido este jueves y viernes esta formación impartida a quince personas para acercar historia y las técnicas de este tradicional encaje con aguja originario de Canarias.

Esta iniciativa, impulsada por el Cabildo de Tenerife a través de la Empresa Insular de Artesanía, forma parte de los esfuerzos por divulgar y preservar el rico patrimonio cultural de la isla, en especial en lo que respecta a sus oficios artesanales más representativos, según ha remarcado la corporación insular en una nota de prensa.

Antonio Rodríguez, calador natural de Los Realejos y conocedor de esta técnica, ha guiado a los participantes en un recorrido tanto teórico como práctico. El taller, de 10 horas de duración repartidas en dos jornadas, comenzó con una introducción sobre el origen, la evolución y el valor etnográfico de la roseta, para luego adentrarse en la parte práctica: desde la preparación del soporte hasta la ejecución de los distintos puntos y diseños característicos de este arte textil.

Efraín Medina, consejero insular de Empleo y Educación, ha destacado la importancia de esta actividad: "Poder mostrar la roseta fuera de nuestras fronteras insulares es un logro significativo, ya que nos permite establecer vínculos con otras tradiciones textiles y seguir difundiendo una técnica que forma parte de nuestra identidad cultural".

El consejero ha recordado que la roseta, junto con el calado, tuvo un notable auge a finales del siglo XIX, cuando pasó de ser una actividad doméstica a convertirse en una fuente de empleo para muchas familias, manteniéndose viva hasta hoy gracias al trabajo de artesanos como Rodríguez.

Sobre la Roseta de Tenerife

Con el nombre de roseta o rosas de Tenerife, se conoce en todo el mundo por ser una modalidad de encaje caracterizada por su forma circular a modo de flor. Se trata de una de las labores de aguja más representativas de Canarias, que tuvo gran desarrollo en zonas del sur de Tenerife como Vilaflor, Arona, Granadilla o San Miguel; en otras del norte como La Orotava y otras islas.

Estos encajes lograron gran desarrollo a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII en diversas zonas de la geografía peninsular, especialmente en Salamanca, Soles de Salamanca; Cáceres Soles de Casar; Cataluña Puntos de Cataluña y en Canarias, Soles Canarios. El paso de los años hará que esta labor adquiera personalidad propia a través de la creación de modelos singulares y técnicas únicas.

Desde sus orígenes, la confección de rosetas fue labor de las mujeres, normalmente amas de casa de zonas rurales. Sin embargo, la comercialización a finales del siglo XIX hizo que comenzaran a producirse a gran escala, empleando mano de obra asalariada para la manufactura del encaje.

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