Entrevista | Victoria López Fuentes Presidenta del Grupo Fedola y vicepresidenta de Ashotel
Victoria López, presidenta del Grupo Fedola: "Hay mucho ruido y están en juego la imagen de Canarias y el empleo de miles de personas"
La huelga en la hostelería de la provincia de Santa Cruz de Tenerife durante la pasada Semana Santa deja una interrogante en el aire para la vicepresidenta de la patronal hotelera: "Me pregunto si la motivación de la huelga ha sido realmente mejorar las condiciones o el resultado de peleas entre sindicatos"

Victoria López Fuentes, presidenta del Grupo Fedola / EL DÍA
Victoria López, presidenta del Grupo Fedola, se muestra preocupada porque "mientras aquí nos peleamos, otros destinos se frotan las manos". Defiende las bondades de la oferta rechazada por los trabajadores para evitar la huelga en Semana Santa, destaca que el sueldo creció en este sector casi un 21% desde 2018, sostiene que la facturación crece pero la rentabilidad desciende y se cuestione "a dónde van a parar la cifra récord de más de 3.400 millones de euros recaudados en impuestos, generada en gran parte por la actividad hotelera".
¿Soportaría el sector turístico otra huelga como la de los pasados Jueves y Viernes Santo sin un daño en su reputación difícilmente curable?
Canarias es un destino maduro y cuenta con alta fidelización, pero sería una ilusa si negara que no dañaría la imagen del destino. Tengo claro que este tipo de acciones, en fechas clave como Semana Santa, afectan mucho nuestra reputación. Los hoteleros convivimos con una incertidumbre constante por los destinos emergentes competidores, la competencia entre nosotros mismos, que no falle la conectividad aérea, la economía y todos sus cambios. Y mientras aquí nos peleamos, otros destinos se frotan las manos. Los tabloides británicos aprovechan la situación para inflamar la realidad y una de las consecuencias inmediatas es que se pierden millones de euros públicos de promoción, con el peligro que arrastra perder al inglés como nuestro principal visitante. En un mundo tan interconectado, eso nos puede costar mucho más que una reserva. Tanto las encuestas de Ashotel como las que manejamos en GF Hoteles demuestran que el seguimiento de la huelga no fue importante, porque la realidad es que la mayoría de los que trabajamos en el sector turístico no compartimos ese sentimiento de demonizar a los hoteleros y culpabilizarlos de todos los problemas. Sin embargo, no niego que una posible extensión del conflicto, con poca o mucha participación, dañaría la actividad. A pesar de todo esto, hemos demostrado en todo momento voluntad de mejora y diálogo.
"Y lo que no se entiende es cómo salimos de Presidencia del Gobierno con un preacuerdo firmado y en las asambleas posteriores los líderes sindicales no lograron defender lo firmado"
Dicen los sindicatos que los trabajadores llegan reforzados a las negociaciones para solventar el conflicto laboral. ¿Siente usted que los empresarios y la patronal hotelera han perdido la batalla mediática?
Nosotros no estamos aquí para ganar ni perder batallas. Hay personas que por más argumentos y razones que les des, no tienen ganas de entender, están cegados y lo único que quieren es enfrentamiento. En primer lugar, los sindicatos se enfrentan entre ellos y luego lo que no es justo es distorsionar la realidad, desinformar. Tenemos un convenio en vigor, aún así mostramos cercanía, disponibilidad para hablar y negociar. Creemos que por nuestra parte cedimos a casi todas las pretensiones sindicales, ellos en ninguna de las nuestras, y aceptamos la demanda sindical de hablar sólo del incremento salarial, aun teniendo en vigor un convenio colectivo, firmado por ambas partes hasta 2026 y que Ashotel ha cumplido a rajatabla, a pesar de que nosotros quisimos abrir la mesa del convenio para abordar en ella no solo el incremento de salario demandado fuera de convenio, sino otros aspectos importantes que afectan a la productividad, que ha descendido gravemente, el complemento de Incapacidad Temporal (IT) o los altos índices de absentismo que está cifrado en un 15-20% en esta provincia y que supone a las empresas hoteleras, un incremento notable en sus costes salariales en hasta un 14%. Hemos propuesto una mejora salarial de hasta un 6%, que mejora lo que marca el convenio. Lo hemos hecho con responsabilidad y empatía, porque entendemos el momento económico que vivimos. Y lo que no se entiende es cómo salimos de Presidencia del Gobierno el miércoles a mediodía con un preacuerdo firmado entre Ashotel y todos los sindicatos a excepción de UGT, y en las asambleas posteriores los líderes sindicales no lograron defender lo firmado. Yo me pregunto, si la motivación de la huelga ha sido realmente mejorar las condiciones o fue resultado de peleas entre sindicatos. Creo que hay mucho ruido. Aquí nadie gana ni pierde en los medios, lo que está en juego es la imagen de Canarias y el empleo de miles de personas.
Dice el INE que desde el fin de la pandemia los ingresos por habitación ocupada y los ingresos por habitación disponible, los dos indicadores clave de la salud del negocio hotelero, han crecido muy por encima de la inflación. ¿El sector comparte esa apreciación del INE?
A lo largo de este tiempo, sólo se ha hablado de sueldos, de beneficios, y es importante diferenciar entre facturación y beneficios del sector, son conceptos muy diferentes. La rentabilidad de los hoteles, aún teniendo alta facturación, ha descendido, motivada principalmente por los costes de producción: energía, impuestos o el transporte de las materias primas, entre otros, a lo que tendremos que sumar en breve la reducción de jornada y el alto coste del absentismo en nuestra provincia. Nos hemos olvidado de que hace apenas 5 años salimos de una pandemia que arruinó a muchas empresas y buena parte de ellas fueron vendidas a fondos. Otras empresas, como la nuestra, salieron adelante adquiriendo deudas importantes. ¿Sabe la gente qué hacemos con parte de los beneficios aparte de seguir pagando deuda? Pues los utilizamos para reformar hoteles para mejorar la calidad del servicio, del destino. Nosotros estamos en plena remodelación de GF Gran Costa Adeje. No nos quedamos con los brazos cruzados acumulando.

Victoria López, presidenta del Grupo Fedola / EL DÍA
En ese marco y ante la situación generada, ¿cómo encajan los salarios y condiciones de los trabajadores?
Los salarios y las condiciones de los trabajadores deben estar acordes con la evolución del sector, y hemos demostrado un compromiso claro en mejorar esas condiciones. En sueldos, me gustaría saber en qué otro sector de la economía se ha subido casi un 21% desde 2018. Nuestro convenio es uno de los mejores del país, y no lo digo yo, lo dice Sindicalistas de Base. También quiero destacar los pactos de empresa en Santa Cruz de Tenerife, pactos que no existen en la provincia de Las Palmas y que suponen, además, mejoras importantes por encima del convenio. Puedo asegurar que los firmados por GF Hoteles están en el grupo de cabeza de los establecimientos de Tenerife. Sin embargo, es importante entender que estas mejoras deben ser sostenibles en el tiempo y en situaciones de crisis internacional que comprometan la ocupación, nos exigirán que mantengamos los mismos salarios, como lo hicieron en plena pandemia, con todos los hoteles cerrados y no hubo ni siquiera acercamiento, había que cumplir lo pactado y subimos sueldos porque el incremento lo recogía el convenio, a pesar de estar viviendo una situación muy dura y sin certeza de salir.
"He echado de menos otras manifestaciones de apoyo de otras empresas a este sector y, principalmente, a las administraciones públicas que, incluso, se permiten el lujo de despreciar a los que traen a los turistas"
No olvidemos que el turismo es el que alimenta, directa o indirectamente, hasta el 70% del PIB del Archipiélago. Aun así, ¿percibe usted cierta hostilidad hacia el sector turístico?
Utilicemos los datos de IMPACTUR, sobre la contribución del turismo a la economía canaria: por cada 100 euros generados por el turismo, 45 van a otros sectores. Y por cada 100 empleos en turismo, se generan 38 empleos indirectos. Cifras muy representativas. Hay que tener el corazón de piedra para aguantar lo que hemos aguantado: piquetes, insultos, burlas, amenazas incluso a trabajadores que decidieron seguir en sus puestos. También he echado de menos otras manifestaciones de apoyo de otras empresas a este sector y, principalmente, a las administraciones públicas que, incluso, se permiten el lujo de despreciar a los que traen a los turistas. Digo por mí misma que nos hemos sentido solos. Los mensajes son peligrosos, porque calan en la sociedad y puede que la generación que viene no vea atractivo trabajar en turismo. La postura de algunas instituciones públicas, atacando para desviar la atención del verdadero problema, ha sido otro motivo de preocupación. Sin embargo, confío y me quedo siempre con la parte positiva de todo. La mayoría de los canarios aceptan las fortalezas del turismo, de su importancia para nuestro futuro. Podemos revisar nuestro modelo desde el consenso, por supuesto, no desde la imposición.
¿Teme que se produzcan brotes de turismofobia?
Hay un pequeño sector que empieza a hablar de boicots y ha habido algunos actos vandálicos; esto ya es muy serio, pero reitero, la turismofobia no refleja el sentir mayoritario de la población canaria. Pero lo que sí afecta a mucha gente y tiene un impacto sobre la calidad de vida es la falta de regulación de la vivienda vacacional, tensionando el mercado o el colapso de la movilidad o la calidad de algunos servicios públicos. Estos sí son los problemas reales, pero esos no son causados por el turismo, sino por factores estructurales que afectan a toda la sociedad. Y si hablamos de la calidad de vida, me pregunto a dónde van a parar la cifra récord de recaudación de más de 3.400 millones de euros en impuestos, una cifra generada en gran parte por la actividad hotelera. ¿Van a parar directamente a mejorar los servicios públicos de todos? Debería ser así, pero la gente no tiene esa percepción. No renunciamos a escuchar a la sociedad, pero digo con rotundidad que debemos salir a defender lo bueno del turismo, no sólo los hoteles, sino todo lo que tiene alrededor, desarrollo económico, diversificación de la economía, innovación, sostenibilidad, bienestar.
"La falta de vivienda y el colapso en movilidad es un problema que va más allá de la hostelería, y es especialmente grave en zonas como el sur de Tenerife"
¿Perciben los hoteles la falta de mano de obra que lastra a sectores como la construcción? ¿Cuánto de esa falta de mano de obra es achacable a la falta de viviendas, por ejemplo en el sur de Tenerife?
La falta de vivienda y el colapso en movilidad es un problema que va más allá de la hostelería, y es especialmente grave en zonas como el sur de Tenerife, donde la falta de viviendas asequibles está limitando la llegada de nuevos trabajadores. Creo que todo el mundo puede estar de acuerdo en que la irrupción de las viviendas vacacionales y la inseguridad jurídica de los propietarios han sido decisivos para llegar a esta situación. Yo me pregunto dónde están los sindicatos de los trabajadores de las viviendas vacacionales. Desde Ashotel llegamos a ofrecer la construcción de viviendas para empleados si los ayuntamientos facilitaban suelo y no hemos tenido respuesta. Nuestro grupo tiene una empresa constructora y es imposible dinamizar un sector con mil trabas burocráticas. Queremos diversificar y todo son trabas. Es más, la inversión en cualquier sector necesita certidumbre, y hoy día la incertidumbre es la que reina, lo que lastra la inversión. Y con los problemas de movilidad, iniciamos un proyecto con guaguas discrecionales para empleados, quitando miles de vehículos de las carreteras, con un coste importante para las empresas, pero sin la implicación decidida de las administraciones. Hay proyectos que sólo son posibles en la unidad de toda la sociedad y administraciones, porque, si no, no se harán realidad.
Hablemos de la vivienda vacacional. ¿Urge una regulación en sentido estricto? Porque hasta ahora ha habido regulación, pero no sé si cabe la opción de considerarla tan estricta como la que soporta el resto del alojamiento turístico.
Totalmente. Lo que hemos tenido hasta ahora ha sido una regulación insuficiente, que ha generado una clara desigualdad de condiciones entre modelos alojativos. No se trata de estar en contra de la vivienda vacacional —tiene su espacio dentro del ecosistema turístico—, sino que todos juguemos con las mismas reglas. En Canarias hay más de 240.000 plazas de este tipo, muchas sin licencia municipal, sin epígrafe en la Seguridad Social y sin aportar de forma clara al empleo o a la recaudación fiscal. Mientras los hoteles y apartamentos están sometidos a estrictos controles urbanísticos, medioambientales y laborales. La vivienda vacacional ha crecido al margen, generando distorsiones tanto en el mercado turístico como en el residencial. La consecuencia directa es la dificultad para encontrar viviendas de larga duración cerca de las zonas turísticas, lo que impacta de lleno en nuestras plantillas.
¿Va el decreto del Gobierno canario en la línea correcta?
La tramitación por la vía de urgencia de esta ley es un paso necesario, especialmente cuando consideramos el impacto que el efecto llamada ha tenido en la disponibilidad de viviendas para los residentes, contribuyendo al aumento de la escasez de vivienda en las islas. Es más, en la mesa de negociación de este decreto también estaba sentada la Asociación Canaria de Viviendas Vacacionales (Ascav). Eran conocedores de lo que se iba a publicar. El crecimiento del número de plazas de VV en tan solo unos meses, como se refleja en los datos recientes, subraya la necesidad de una regulación más estricta. Este tipo de actividad no solo afecta al mercado inmobiliario, sino que también debe estar alineada con las normativas de calidad y sostenibilidad que rigen en el resto del sector turístico. Por tanto, un enfoque más regulador es esencial para garantizar que esta modalidad alojativa se desarrolle de manera equilibrada y respetuosa con los intereses de los residentes y el entorno. Y espero la misma exigencia de cumplimiento que se le exige al sector hotelero y extrahotelero.
"Esta es una actividad con muchas virtudes, pero tremendamente sensible a los cambios"
Siendo una actividad frágil y muy sujeta a condicionantes externos, ¿qué se plantea el sector en Canarias para tratar de garantizar su futuro?
Nuestro sector tiene futuro, y mucho. Pero no vendrá solo, hay que trabajarlo desde la responsabilidad, el realismo y el compromiso. Me considero una empresaria pegada a la tierra, que sabe que la sostenibilidad no es solo una palabra bonita, sino una necesidad y en el caso de GF Hoteles llevamos años demostrándolo. La mayoría de los empresarios turísticos en Canarias no están en una burbuja. Están aquí, conscientes de la realidad, cerca de sus equipos, adaptándose, modernizando, invirtiendo en calidad, en tecnología, pero también en bienestar laboral. Y si hay empresarios que no están en este tren, pues tendrán que ponerse la pilas o, simplemente, la realidad los dejará fuera. Y sin perder de vista una cosa: esta es una actividad con muchas virtudes, pero tremendamente sensible a los cambios. Vivimos siempre pendientes de lo que pasa en el mundo. Esa fragilidad hay que tenerla presente, siempre. Presido una empresa canaria que apuesta decididamente por la diversificación, y deseando que otras actividades tengan peso en la economía canaria y prosperidad.
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