Los inmigrantes que se atrincheraron en un centro de Tenerife entregan a la niña y finalizan la revuelta

El grupo de internos del centro de acogida de la antigua cárcel de Santa Cruz desiste pasada la medianoche de retener a la menor, que había sido declarada en desamparo, y pone fin a la rebelión sin incidentes ni ningún herido

Inmigrantes se atrincheran en el interior de un centro de acogida de Santa Cruz de Tenerife

El Día

Daniel Millet

Daniel Millet

Santa Cruz de Tenerife

El grupo de inmigrantes del centro de acogida de la antigua cárcel de Santa Cruz de Tenerife que se atrincheraron este jueves desistieron finalmente de su actitud pasadas las doce de la noche y entregaron a la niña que había sido declarada en desamparo y reclamaba la Policía para su traslado a una instalación específica para menores no acompañados.

La mediación de la Policía y de Cruz Roja, ONG que se encarga de gestionar este centro, lograron que el grupo de inmigrantes pusieran fin a la 'revuelta' sin que se produjeran incidentes ni heridos, si bien se vivieron momentos de tensión durante la tarde-noche de este jueves.

A eso de las 18:30 de este jueves, un gran despliegue de la Policía Nacional y la Policía Local de la capital tinerfeña sorprendió a los vecinos de la avenida Benito Pérez Armas y la calle Pío Baroja. Los cuerpos de seguridad acordonaron Pío Baroja, donde se encuentra la entrada principal de esta instalación, y el número de unidades llegó a alcanzar la veintena.

El operativo se debía a que un grupo de inmigrantes, de los más de un centenar que se encuentran en este centro enfocado a madres y padres con menores, se habían rebelado contra la orden judicial de trasladar a una de las menores a otra instalación al ser declarada en desamparo.

El hombre que dice ser padre de la niña había sido detenido por razones que se desconocen y trasladado a dependencias policiales, por lo que la menor quedó sin una persona que se encargara de ella. Cuando los agentes fueron a recogerla al quedar en desamparo, un grupo de personas acogidas en la antigua prisión de Tenerife I se opusieron y se encerraron en una parte del recinto.

Los ánimos venían caldeados por las críticas de los inmigrantes, principalmente personas procedentes del África subsahariana, a las condiciones en que se encuentra en este recinto, que es competencia del Ministerio del Interior y gestiona Cruz Roja. La principal queja es que hay madres que aseguran llevar meses sin tener noticias de sus hijos.

Precisamente este jueves por la mañana, un grupo de estas personas se había concentrado a modo de protesta en el exterior de las dependencias de la antigua prisión chicharrera quejándose del mal trato que reciben los internos.

Pasadas las doce de la noche, los agentes lograron convencer a los inmigrantes atrincherados de que entregaran a la niña, pues había una orden judicial que había que cumplir, y todo regresó a la normalidad.

Los vehículos de los cuerpos de seguridad desplazados se retiraron de la calle Pío Baroja y una veintena de inmigrantes internos que no habían podido entrar por el operativo pudieron regresar al centro. Durante las horas que pasaron por fuera de las instalaciones, estos inmigrantes, entre ellos algunas madres con sus bebés, recibieron en todo momento la atención del personal de Cruz Roja.

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