45 aniversario de la tragedia del vuelo Dan Air 1008 en Tenerife

Un tren de aterrizaje, zapatos: todavía hay restos en el monte de Tenerife donde se estrelló el avión

En el punto del impacto, entre Candelaria y La Victoria, permanecen partes del avión y algunos enseres de quienes perdieron allí la vida

Accidente aéreo en Tenerife

Andrés Gutiérrez

Daniel Millet

Daniel Millet

Santa Cruz de Tenerife

Un tren de aterrizaje, zapatos, una camiseta, estructuras metálicas oxidadas de varios asientos, telas de protección de diferentes partes del fuselaje, una botella de agua de cristal, un neceser, parte de una ventanilla... En la montaña del Diablillo, justo en la frontera entre los municipios tinerfeños de Candelaria y La Victoria, a 1.500 metros de altitud, aún quedan restos del Boeing 727 de la compañía británica Dan Air que se estrelló el 25 de abril de 1980

Llama la atención que se hayan conservado tan bien las letras cosidas a una maleta en las que se lee perfectamente «British Airways», el nombre de la aerolínea británica de bandera. Y eso que han pasado ya 45 años, incendios, tormentas, chaparrones, rachas huracanadas de viento, el pillaje de los curiosos...

Solo se puede llegar hasta allí con las indicaciones de alguien que conozca bien el lugar. Quien mejor que Domingo Salcedo, la primera persona que localizó los restos del avión aquella trágica jornada.

La maleta de British Airways que permanece en el lugar de la catástrofe aérea de Tenerife de 1980.

La maleta de British Airways que permanece en el lugar de la catástrofe aérea de Tenerife de 1980. / Andrés Gutiérrez

Este esperancero, que conoce tan bien todas las pistas forestales tras años y años dedicados a recoger pinocha, advierte que llegar hasta la zona cero de la tragedia es «arriesgado». «Hay que conocer bien la zona, usar un buen todoterreno y caminar con mucho cuidado un trecho hasta llegar al punto donde se conservan los restos del avión, porque si alguien se resbala puede terminar cayendo a la costa de Candelaria», remarca.

El tren de aterrizaje

La pieza más significativa que permanece en esta ladera es un tren de aterrizaje completo. Debe pesar tanto que no pudieron retirarlo del Diablillo tras el accidente. Se encuentra en un pequeño barranco donde se concentran, en varios montoncillos, la mayor parte de los restos.

Calzado de un niño que permanece en el lugar donde se estrelló el avión británico en 1980.

Calzado de un niño que permanece en el lugar donde se estrelló el avión británico en 1980. / Andrés Gutiérrez

También llaman la atención dos zapatos, una chola aparentemente de mujer y un calzado de niño. «Otra vez que vine lo cubrí todo con pinocha para que no se llevaran nada pero ahora están al descubierto. Debe ser por las últimas lluvias», asegura Domingo Salcedo. Un recorrido por el área del impacto sirve para comprender las grandes complicaciones que afrontaron los miembros de los equipos de emergencia. Y también para entender que no se salvara nadie de las 146 personas que iban en ese avión.

Una de las personas que accedió a los restos

En un reportaje realizado por EL DÍA en 2020, el periódico habló con una de las personas que accedieron a esta zona. "El lugar impresiona, sobre todo cuando sabes lo que ocurrió entre aquellos pinos", aseguró Sergio Hernández.

Este senderista y ciclista tinerfeño visitó entre junio y julio de 2020 la ladera para documentar la existencia de los restos. Pero cuando después de una decena de intentos los encontró, apenas pudo filmar unos pocos. Tuvo que parar. "Algunos eran objetos personales. Siento por encima de todo un gran respeto por las víctimas. No quise tomar más imágenes", aclara. Y allí los dejó, como han estado en todo este tiempo, solos y en silencio.

Si algo quiere sacar del olvido Sergio Hernández con su vídeo -se puede ver en su web sergioarafo.com- es una tragedia cuya trascendencia no se corresponde con su gravedad. Él y otros que saben bien lo que pasó creen que la eclipsó el choque de los dos Boeing 747 ocurrido a solo 20 kilómetros de allí, en el aeropuerto de Los Rodeos, tres años antes.

Eclipsado por el choque de los jumbos

Hoy el choque de los jumbos se mantiene como el peor siniestro de la historia de la aviación comercial, con 583 muertos, y esa dimensión hace que cada 27 de marzo acapare páginas especiales, reportajes televisivos y actos conmemorativos a nivel local e internacional. Incluso protagoniza una escena de la afamada serie Breaking Bad.

Puede que por esa mística de los jumbos y puede que también por la propia irrupción de la pandemia del coronavirus, el impacto del vuelo 1008 de la compañía británica Dan Air cuando sobrevolaba Tenerife apenas tuvo repercusión el 25 de abril de 2020. Cumplía 40 años.

Y había sobradas razones para recordarlo. "Yo me acordé. Siempre me acuerdo. Tenía 10 años entonces y en mi familia causó una enorme impresión. Fue terrible", rememora Sergio, que añade que "hay mucha gente, sin embargo, que no lo recuerda o incluso jóvenes que ni siquiera saben que ocurrió".

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