Tecnología con bisturí para mejorar las guaguas públicas en Tenerife

Ginés León es el responsable del análisis de datos de Titsa, que son utilizados luego para reordenar líneas, aumentar frecuencias o mejorar las paradas

Ginés León, el pasado viernes en su despacho de la sede de Titsa en Cuevas Blancas

Ginés León, el pasado viernes en su despacho de la sede de Titsa en Cuevas Blancas / Andrés Gutiérrez

Santa Cruz de Tenerife

Tecnología con bisturí para mejorar las guaguas públicas de Tenerife. Es el sentido del trabajo de Ginés León, responsable del análisis de datos de Titsa. Elementos objetivos que serán utilizados posteriormente como base para reordenar líneas, aumentar frecuencias o mejorar las paradas de la compañía de transporte del Cabildo. Un trabajo arduo que implica a todas las áreas de una empresa que roza los 2.200 empleados en plantilla y cuyo objetivo es al menos poder aliviar la movilidad en la Isla, uno de los principales problemas para sus habitantes.

La ruta

Este reportaje comienza con el envío al whattshapp de quien suscribe de la ruta de Titsa a seguir para conectar el Intercambiador capitalino con Santa María del Mar y Cuevas Blancas, barrios del Suroeste de Santa Cruz. Allí, además de talleres y cocheras, la empresa del transporte público del Cabildo tiene su centro logístico. Ginés León es el responsable del Departamento de Big Data y Data Science, un conjunto de datos masivos, complejos y diversos que se gestionan con tecnologías específicas. El objetivo es analizarlos para identificar patrones y tomar decisiones empresariales.

La cita

La cita es en la sede y hasta allí hay que trasladarse en la 935, un viaje gratuito con el bono de residente canario. Cirilo es un conductor habitual en esta línea. Parecía predestinado con ese nombre que rememora las tradicionales cirilas, las guaguas urbanas laguneras. La cara, en este caso amable y servicial tanto con el usuario de cada día como con el viajero ocasional en este caso.

Los datos

León hace hincapié en cómo la recopilación y análisis de datos permiten optimizar las rutas de transporte público, reducir tiempos de espera y mejorar la eficiencia del servicio. Subraya, además, que la aplicación de Big Data en la movilidad contribuye a la reducción de emisiones contaminantes, promoviendo un entorno más sostenible y saludable. Enfatiza la importancia de la cooperación entre diferentes sectores y disciplinas para desarrollar soluciones integrales que aborden los desafíos actuales de movilidad.

En definitiva, Ginés León incide en que la integración de Big Data y Data Science en el ámbito del transporte puede transformar significativamente la movilidad urbana, ofreciendo beneficios tangibles tanto para los usuarios como para el medio ambiente.

El perfil

"Cuando acabé la carrera de matemáticas las salidas eran dar clases, la banca y poco más" explica. Pero, añade, "veía que en Canarias la logística es un tema clave porque aquí casi todo lo que consumimos viene de fuera. Exportamos poco e importamos mucho". Se centró en ella, trabajó en una consultora americana y viajó. Entró luego en una empresa privada del sector de la paquetería, donde la logística juega un papel fundamental, como subdirector de operaciones. Relata: "Mi tarea era ayudar al director a cambiar la forma de trabajar dentro de los almacenes y el reparto". Ya comenzó la labor con los datos para intentar ser más eficientes y su trabajo gustó. Con grandes operadores, en vez de enviar la mercancía a Canarias para repartirla, se metía en almacenes. Era mucho más barato el transporte marítimo que por avión y después se hacía una distribución desde esos almacenes. Allí había productos de todo tipo: telefonía, ropa, cosmética... También espacios para la gestión documental con facturas, o historiales médicos, material muy sensible y que cada vez ocupa más espacio. "En Canarias había ocho almacenes cada uno específico para el producto guardado" señala. Por un lado, almacenes y por otro transporte, “la combinación perfecta” valora el matemático porque “lo traes, lo produces y lo distribuyes”. Subraya: “Como no puedes estar en cada sitio son los datos los que te dan toda la información”.

El cambio

Tras las crisis de 2007 y 2014 decide cambiar y entra en Titsa en 2017, en concreto en el área de operaciones en el sur. El knowhow (conocimiento) que traía era grande y en 6 u 8 meses se notó en una mayor eficiencia del servicio. Eso llamó la atención del gerente y de la directora de recursos humanos que todavía en la prepandemia le hacen el planteamiento de intentar replicar lo que hacía en el sur en toda la isla. Y en esas está.

La aventura

La aventura de crear un departamento casi de la nada con dos universitarios en prácticas. El pasado viernes, otro grupo de estudiantes se afana en analizar datos detrás de los ordenadores. Además de Ginés, el área lo forman otras tres personas. Ginés valora: “Cuando llegamos ya la empresa trabajaba con datos sobre todo en el área financiera, pero empezamos a hacerlo de otra forma. En vez de que cada vez que necesites, irlo a buscar, que viniese. Ahora tenemos sistemas automatizados que construyendo muchísima información que es útil para diferentes áreas.

El detalle

Por ejemplo, explica “hoy sabemos todo lo que pasó ayer y al mínimo detalle que es el viaje del usuario. Podemos identificar que una persona se subió con un bono de Residente Canario. No sé quién eres, pero tú vas dejando el rastro como una hormiga porque esa tarjeta tiene un identificador único. Todo pasajero queda registrado”. Incide: “Hoy el dato se vende, hay una economía que genera negocio. Estamos un gran hermano, pero no somos conscientes”. Ahonda en la idea: “El móvil es un localizador y deja un rastro que se usa para bien pero puede no ser así. Un cuchillo de camisero sirve para matar o para hacerte el mejor tartar del mundo. Vale lo mismo para Inteligencia Artificial, capaz de recibir la ingente información que existe y ordenarla, además de buscar y encontrar lo que quieras de una forma inmediata y sencilla. Capaz de hallar alfileres dentro de un pajar como un súperiman.

El trabajo

Ginés entiende que “estamos ante una transformación de los puestos de trabajo, una revolución industrial digital. Algunos desaparecerán pero Hay puestos de trabajo que desaparecerán, pero surgirán otros y al final creo que se equilibrará el resultado con una adaptación imprescindible. Por ejemplo, todavía creo que pasará al menos otra generación para llegar a la conducción de la guagua autónoma por lo que los chóferes seguirán en el mercado labral. Luego habrá puesto de trabajo como el nuestro que requieren mucha mano de obra. Casi todo el mundo que ha salido tras hacer prácticas formativas aquí ha conseguido empleo de forma más o menos inmediata. Vienen chicos de FP con un gran nivel y alumnos universitarios de Informática, Matemáticas, Física o Astrofísica. Lo que hacemos aquí es como una aceleradora porque nuestro campo cambia muy rápido. Los formamos para que aprendan a buscar, actualizarse, a detectar mejores metodologías de trabajo.

Las cifras

Titsa mueve en torno a 190.000 pasajeros cada día. Ginés aclara que “lo que hacemos es recoger toda la información que se genera en todos los sistemas,la ordenamos y la traducimos al lenguaje que entienden los técnicos para tomar decisiones. En 15 segundos, si los sistemas operan con normalidad, sabremos que una persona se subió en la línea 935, en el intercambiador y a las 9:05 y más tarde que retornó una hora después porque cada tarjeta tiene un identificador único, no de la persona, sino del rastro que deja”. Cabe extrapolar esto a todos los alumnos que van en guagua al Campus de Guajara, en La Laguna. Sentencia: “Sin tú decir dónde, tenemos una probabilidad muy alta de saber en qué parada te vas a bajar”.

El algoritmo

Hay reglas sencillas como esta a aplicar y otras más complicadas. En total entre diez y quince algoritmos para construir lo que se llama una matriz orígen y destino; saber dónde sube y dónde baja el usuario en cada instante de tiempo. Esto permite analizar los puntos problemáticos en un trayecto donde la gente se queda en la parada porque la guagua va a reventar. El departamento lo visualiza y tiene la capacidad de rediseñar el servicio como se ha hecho en la 014 o la 015 de La Laguna. Según las necesidades de movilidad, por ejemplo a primera hora de la mañana, cuando todo el mundo coincide en la misma franja horaria y necesitas más recursos. Luego se vacían a partir de las nueve de la mañana y hay que compensar para mantener un equilibrio, algo que ya corresponde los técnicos de operaciones. Nosotros aportamos información y damos alertas, no tomamos decisiones. Aunque sí hacer propuestas de mejora tras detectar los posibles errores".

Las líneas

Incide en las líneas de sur donde se han modificado algunos aspectos como la 111 o la 112, ustedes han tomado decisiones: “Hay un problema en todas las de largo recorrido, ya sean del norte o del sur por el gran aumento de la demanda tras la gratuidad (1 de enero de 2023), un boom. También otras del Área Metropolitana. Estamos sobredimensionados de vehículos en Tenerife y en el hipotético caso de que hubiese un carril exclusivo para la guagua habría aún mucha más gente que la usaría.

La 122

Ginés León valora el caso concreto de la línea 122 a Candelaria que, vistas las colas que se forman en el Intercambiador de Santa Cruz, parece saturada: “Esa línea también par en Añaza, Radazul, Tabaiba o Caletillas antes de Candelaria. Ahí existen grandes concentrados de población. Los sistemas no son fijos y en este caso siguen igual desde hace 20 o 30 años con pequeñas modificaciones. Lo que plantean los datos, fríos porque después hay que evaluarlos es un modelo completamente diferente. Lo explica: “Si pensamos en los metros, en Barcelona o en Madrid, tienes que hacer incluso hasta tres transbordos y ya lo tienes asimilado porque sabes que luego esperas muy poco, La vertiente sureste, según los datos, necesita que la autopista esté muy bien conectada desde los núcleos con servicios de vehículos cada 10 o 15 minutos y una espera del usuario que no supere los 10 minutos. Una clave puede ser el transporte a la demanda a las medianías que ha comenzado ya a funcionar con éxito en Fasnia o Arico”.

La demanda

Resulta fundamental adaptarse a la demanda y a la orografía: “Alta en calles pequeñas y estrechas requiere un microbus. Alta demanda y calles muy anchas, un tipo de vehículo más grande. Y tal vez en vez de pasar cada 5 minutos, porque la guagua está llena, pasar cada 10. Hay que estudiarlo·”. Otro ejemplo es el de San Isidro: “Ha crecido enormemente desde la vía principal hacia los lados, pero todo el que quiere coger una guagua debe ir a esa calle central. Hay que poner el servicio más cerca de donde vive la gente. Una movilidad plenamente urbana que podría ser también una solución en Candelaria”.

La valoración

Cuestionado por su valoración sobre el servicio de la guagua pública en la Isla señala: “Dependiendo de lo que se mire está muy bien o es muy mejorable. Hay zonas donde en transporte público tardas dos horas y media en llegar y en coche 45 minutos. Esos son puntos negros que advertimos. Un ejemplo: de La Laguna a Los Gigantes, una hora en coche y en guagua el doble de tiempo”. Pero, apostilla, “si de La Laguna a Los Gigantes van tres personas, es más importante atender una línea 122 con grandes colas. Si fueran mil personas, sería un problema. No hablo de rentabilidad porque es un servicio público sino de eventualidad y de atender a la mayoría con unos recursos que no son ilimitados. Debemos ser lo más eficiente posibles para atender a esa gran mayoría con los recursos que tenemos”.

La red

Ginés León enfatiza: “Titsa ya llega a toda la Isla y donde debemos mejorar el servicio, en ocasiones por nuestra propia orografía. Ahí entra el proyecto del transporte a la demanda que ha empezado con una prueba piloto muy satisfactoria. Se ha llegado hasta El Escobonal, en Güímar, y ya se trabaja en la ampliación a otras zonas de este sistema que acerca al vecino en apenas diez minutos a una parada de alta demanda, 190.000 pasajeros a día y 82 millones al año (2024). Un 20% de la población de cerca de un millón de habitantes sin contar con la flotante de los visitantes. Entre 6.500 y 6.800 viajes diarios y en el 20% de ellos con el 85% o el 90% siempre ocupado.

Y una hora después el amable y servicial Cirilo volvió a llevar al pasajero al intercambiador de Santa Cruz. Un registro más para el Big Data de Titsa pero sobre todo un usuario del transporte público.

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