Garachico pide un dique sumergido que frene la fuerza del oleaje
El cierre de la Avenida Adolfo Suárez genera importantes colas y retenciones de tráfico en la villa norteña

Destrozos en el litoral de Garachico / El Día
El alcalde de Garachico, Heriberto González, y la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, reclaman a la Dirección de Costas y Medio Marino del Gobierno de España que estudie la viabilidad de realizar un dique sumergido frente al litoral de la Villa y Puerto para que, cuando haya fuerte oleaje, se reduzcan los daños en la localidad.
Según explicó el regidor garachiquense, dicha obra debería realizarse a una distancia adecuada a la costa, con unos 200 metros de largo aproximadamente, entre el Roque y el Castillo de San Miguel; es decir, hacia el oeste.
González considera que con dicha defensa se protegerá más el área donde se ubica la histórica fortificación, El Caletón, la piscina municipal y varios edificios, «que es la zona más peligrosa» si existe fuerte oleaje.
Para el presidente de la corporación municipal, se trata de «poner sobre la mesa» el proyecto y que no se dañe en exceso el fondo marino. Recuerda que, por efecto del cambio climático, está previsto que en las próximas décadas el nivel del mar en esta zona del Noroeste de Tenerife crezca unos centímetros.
Con dique sumergido, las autoridades plantean que las olas van a seguir llegando hasta el litoral de Garachico, pero si lo hacen con menos fuerza, los daños serán mucho menores.
Emergencias
El alcalde y la presidenta insular visitaron la zona afectada por el fuerte oleaje, que se registró, sobre todo, a partir de las tres de la madrugada de este martes. En el recorrido también estuvieron Dámaso Arteaga, consejero insular de Carreteras, e Iván Martín, director insular de Seguridad y Emergencias.
Rosa Dávila explicó que «en este punto en Garachico es frecuente que el mar rebase el litoral y la carretera, e, incluso, en ocasiones ha llegado hasta el interior del pueblo, con lo cual a lo largo del tiempo se han ido tomando medidas de contención en el lado tierra».
«Lo que planteamos con el alcalde es solicitar a Costas que estudie la posibilidad de hacer un dique exterior que permita contener la fuerza del mar en esta zona» de la localidad, señaló la presidenta del Cabildo.
La obra en San Andrés
«Se trataría de un dique de contención que, aunque se rebase, contenga la fuerza del mar, de tal forma que, cuando llegue a esta zona, no produzca daños. Es algo que ya se ha hecho en otros puntos como en San Andrés (Santa Cruz) y ha funcionado bien», apuntó.
Sobre la afección del fenómeno costero en el resto de la isla, Rosa Dávila indicó que «desde que el Gobierno de Canarias emitió la alerta nos coordinamos con todos los ayuntamientos para que desplegaran los equipos de prevención»; los consistorios «atendieron a esas medidas colocando banderas rojas en las playas, cortando el acceso de las personas a la costa y, afortunadamente, apenas ha habido incidencias».
Retenciones de tráfico
Sin embargo, uno de los peores efectos del fenómeno costero adverso estuvo en el tráfico, con el corte de la Avenida Adolfo Suárez (la vía del litoral). Ante esa circunstancia, agentes de la Policía Local desviaron la circulación por el interior del casco histórico de la Villa y Puerto.
Miles de ciudadanos de Garachico, Buenavista del Norte, Los Silos y El Tanque, o el resto de la zona norte, trabajadores, empresarios y numerosos turistas tuvieron que soportar largas colas y retenciones a su paso por la villa norteña, desde la tarde del lunes hasta la de este martes.
Así, por ejemplo, para los conductores que circulaban desde Icod de los Vinos hacia la Isla Baja, el desvío se realizó por la calle San Antonio, que desemboca en la Glorieta de San Francisco (frente al Ayuntamiento), y desde ahí debían ir despacio hasta el parque Puerta de la Tierra, para enlazar de nuevo con la carretera insular hacia Los Silos y Buenavista (TF-42).
Una vecina de Buenavista afirmó que «esto es lo peor; vamos a Buenavista a trabajar y, sí o sí, tenemos que pasar por aquí».
En las mismas circunstancias se hallaba el conductor de un camión pequeño destinado al transporte de piñas de plátanos que circulaba en dirección a Los Silos, donde se halla la base de su empresa. El hombre manifestó que, cuando llegó a la calle San Antonio, ya llevaba unos 40 minutos en cola.
Un tramo con tráfico intenso
El alcalde explicó que las retenciones en el entorno del casco histórico de Garachico no se registran sólo cuando se corta la Avenida Adolfo Suárez, sino que también se producen muchos domingos o sábados a mediodía. Y, de hecho, también existe tráfico lento en las horas de salida del trabajo de muchos trabajadores entre el lunes y el viernes.
Pero, sin duda, este martes se vivió un auténtico caos de circulación. De hecho, a las 13:45 horas, el regidor y la Policía Local decidieron la apertura de la Avenida Adolfo Suárez para vehículos de gran tonelaje, como camiones y guaguas, en el tramo comprendido entre la zona de Cruz Roja y las cercanías del Castillo de San Miguel.
Heriberto González explicó que la citada Avenida se cortó a las 14:45 horas del lunes. Y en ese momento, gracias a la información aportada por el Ayuntamiento horas antes, ya no había ningún coche aparcado en la vía.
La principal crecida del mar en la madrugada de este martes se produjo a la altura del antiguo campo de fútbol (reconvertido hace años en aparcamiento).
Daños por las olas
Esa circunstancia minimizó los daños materiales y sólo causó la inundación de buena parte de la avenida. El oleaje rompió unos 150 metros de barandas en varios tramos de la vía.
Y en estos próximos días, el área de Carreteras del Cabildo colocará vallas provisionales para impedir que turistas circulen por la acera más próxima al mar en los puntos donde las olas rompieron las citadas barandas.
Según el regidor, el último temporal que causó daños materiales en el municipio se produjo en el 2021. González explicó que el de estos días no ha sido de los más fuertes y, además, el oleaje creció más por un lugar donde no hay edificios residenciales. El agua entró al campo de fútbol, pero por una de las puertas laterales, y, además, tampoco había vehículos en su interior.
El oleaje movió o rompió mobiliario urbano, como jardineras ligeras, bancos o papeleras. Personal de la Oficina Técnica del Ayuntamiento y un ingeniero externo realizaron un inventario de los daños y estos días aportarán el gasto económico necesario reponer las piezas rotas.

Daños en la avenida marítima de Garachico. / E. D.
Antes de que se registrara la subida del mar, personal del consistorio garachiquense había retirado las jardineras de hierro fundido, las más valiosas y pesadas, así como los contenedores de residuos orgánicos.
En la avenida sólo quedó un depósito de vidrio, que, a pesar de su peso considerable, fue desplazado por el mar hasta el centro de la Avenida.
A pesar del cierre de la citada vía y de las retenciones de tráfico, el casco histórico de Garachico estaba este martes, como de costumbre, lleno de turistas. En algún restaurante había tanta clientela que el personal no tenía tiempo para atender a los medios.
La subida del oleaje, y el necesario corte de la avenida, tiene como consecuencia el cierre de los negocios que dan a dicha vía.
Así ocurrió desde primeras horas de la tarde del lunes. Para los vecinos de la Villa y Puerto, algunos indicadores visuales y sonoros les indican que deben extremar las precauciones. Y así evitan riesgos a tiempo.
Satisfacción por los datos ofrecidos por la ‘boya’
El proyecto LIFE Garachico, impulsado por la Consejería de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias y financiado parcialmente por la Unión Europea, supera con éxito su primera prueba real en la detección y gestión de fenómenos costeros adversos.
La conocida popularmente como boya o sistema de alerta temprana, en fase de pruebas, permitió que el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) y el Ayuntamiento recibieran avisos con la antelación prevista (72 horas), lo que facilitó la adopción de medidas preventivas, según indicó el Ejecutivo en una nota. Así, se despejaron las zonas de riesgo y se aseguró que no hubiera vehículos estacionados en la avenida marítima y que se retirara mobiliario urbano.
El consejero de Transición Ecológica, Mariano H. Zapata, destacó la importancia de este avance. «Este proyecto es un ejemplo de cómo debemos prepararnos para los efectos del cambio climático en nuestras costas. La primera activación real del sistema ha demostrado su eficacia, permitiendo actuar con antelación y minimizando daños», afirmó.
El control de la boya está controlada por Gesplan e investigadores de la Universidad de Cantabria, según explicó el alcalde, Heriberto González.
El regidor indicó que los datos ofrecidos por dicho sistema permitieron conocer con antelación qué intensidad iba a tener el oleaje y por qué zona iba a subir más.
Zapata insistió en que, si bien este sistema de alerta temprana «no elimina la problemática de las inundaciones costeras en su totalidad, sí permite gestionarlo de manera más eficaz, pues el objetivo es mitigar los efectos del mar y mejorar la seguridad de la población».
«A finales de este mes mantendremos una reunión con el Cecoes para seguir trabajando en la integración del sistema dentro del protocolo regional de emergencias», apuntó el consejero. n
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