Un municipio de Tenerife busca fondos para acabar el museo sobre la mayor victoria de los guanches a los conquistadores

El alcalde de La Matanza pide apoyo a las administraciones públicas para conseguir los dos millones que faltan para acabar el Centro de Interpretación de la Batalla y Barranco de Acentejo, que tras 30 años de gestiones aún no se ha podido culminar

Mural sobre la batalla de Acentejo en el acceso a La Matanza.

Mural sobre la batalla de Acentejo en el acceso a La Matanza. / E. D.

Daniel Millet

Daniel Millet

Santa Cruz de Tenerife

Un municipio de Tenerife lleva justo 30 años luchando por acabar el museo que aborda uno de los momentos más significativos de la conquista de Canarias. El municipio es La Matanza y el centro de interpretación, el de la batalla de Acentejo, la mayor victoria de los guanches sobre los castellanos ocurrida a finales del siglo XV, hace 531 años.

El alcalde de La Matanza de Acentejo, Ignacio Rodríguez, y el resto de su Gobierno local solicitaron a la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, en una reciente visita al municipio junto con otros consejeros insulares "apoyo económico" para terminar el Centro de Interpretación de la Batalla y Barranco de Acentejo, que es como se denomina oficialmente esta instalación expositiva cuyas obras no se han podido acabar aún en el barrio de San Antonio.

Se trata de una nueva reivindicación de respaldo financiero para un proyecto impulsado desde hace más de tres décadas por el Ayuntamiento matancero y que supone según su alcalde "una de las principales iniciativas patrimoniales, culturales y turísticas de La Matanza".

Ignacio Rodríguez detalla que estas obras "se han acelerado en los últimos meses y se intenta aportar cuanto antes un recurso que puede suponer un salto cualitativo en la oferta de este tipo no sólo en la localidad, sino en toda la comarca del Norte y, por ende, en Tenerife, ante la ausencia de centros dedicados a acontecimientos históricos del calibre de la famosa batalla ganada por los guanches a los castellanos conquistadores en 1494, que dio nombre al municipio".

Visita de Rosa Dávila, presidenta del Cabildo, e Ignacio Rodríguez, alcalde de La Matanza, al centro de interpretación inacabado.

Visita de Rosa Dávila, presidenta del Cabildo, e Ignacio Rodríguez, alcalde de La Matanza, al centro de interpretación inacabado. / E. D.

Además, se pretende también recuperar el barranco de Acentejo para habilitar un parque temático que recree la vida aborigen, idea impulsada desde 1995 "sin que tampoco se haya contado hasta ahora con respaldo externo", precisa el alcalde matancero.

 A pesar de la falta de apoyo, el Gobierno de La Matanza insiste en "la importancia de divulgar, investigar y realzar como merece no sólo ese momento de la historia local y de Canarias, sino del propio barranco, de sus características vegetales, faunísticas, geológicas y usos humanos durante siglos, tanto durante la extensa etapa guanche como en la surgida tras la conquista". 

Estas obras requieren un total de 2 millones de euros para culminarse y que el centro pueda abrir al público. Durante la reciente visita a las instalaciones de la delegación insular y la local, Ignacio González subrayó la necesidad de que "otras instituciones aporten recursos para terminar el proyecto lo antes posible".

El espacio, de varias plantas, con una pequeña plaza que lo remata, excelentes vistas del Norte y una estructura de metacrilato de la fachada exterior principal colocada recientemente, se ubica junto a la carretera que enlaza con la parte alta de La Victoria de Acentejo a través precisamente, de este barranco, que sirve de linde natural y oficial.

Esta batalla, que según algunas teorías tuvo lugar el 29 de mayo de 1494, también se conoce como La Matanza de Acentejo, de donde viene el nombre del municipio del norte de Tenerife. Precisamente, la entrada al pueblo desde la autovía luce un mural conmemorativo de éste episodio. Es considerado como uno de los episodios más importantes de la Historia de Canarias, especialmente por ser la principal derrota del ejército castellano durante la Conquista de Canarias a finales del siglo XV.

'La batalla de Acentejo', óleo sobre lienzo de Gumersindo Robayna, Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife.

'La batalla de Acentejo', óleo sobre lienzo de Gumersindo Robayna, Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife. / E. D.

Las tropas capitaneadas por Alonso Fernández de Lugo habían conquistado La Palma en 1493 y el resto de las islas salvo una: Tenerife. Entonces se internaron en Tenerife pero se encontraron con una resistencia mayor de la esperada, apunta la Enciclopedia Guanche.

La contienda enfrentó por una parte a los primeros pobladores de Tenerife, capitaneados por el mencey de Taoro, Bencomo, asistido por su hermano Chimenchia, y por otra parte, al ejército castellano, en el cual también se integraron aborígenes de la propia isla tinerfeña y de otras como Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria.

Los conquistadores se adentraron en el territorio de Taoro, se apoderaron de animales que pastaban por la zona y emprendieron el camino de regreso. Los guanches los vigilaban y se mantenían en el monte para esperar la oportunidad de hacerles una emboscada, lo que se produjo en el barranco de Acentejo.

Era un paraje con una cuesta hacia arriba con presencia de matorrales y arbustos, presentando una desventaja táctica a los jinetes castellanos, y, al mismo tiempo, una ventaja a los indígenas de Tenerife, ya que eran oriundos de esta zona.

El desenlace de la batalla se saldó como una victoria de los guanches, que utilizaron como armas principalmente las piedras y los bastones, frente a un ejército castellano tecnológicamente superior, obligando a los soldados castellanos supervivientes a retirarse a su campamento en Añazo (actualmente Santa Cruz de Tenerife). El propio Alonso Fernández de Lugo salió malherido, pero pudo salvar su vida.

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