La desconocida historia del barco de la emigración canaria a Chile

Los descendientes de las 88 familias que transportó el vapor Orellana en 1903 todavía residen al sur del país andino

Una pareja en Tenerife preparada para bailar la cueca durante un acto de la comunidad chilena en la Isla

Una pareja en Tenerife preparada para bailar la cueca durante un acto de la comunidad chilena en la Isla / E.D.

El Winippeg, barco que ayudó a fletar Pablo Neruda, el poeta chileno universal, llevó a 2.078 republicanos españoles al exilio en 1939. Tuvo un antecedente: el vapor Orellana que había trasladado en 1903 a 88 familias del Archipiélago para repoblar la Araucanía vaciada del sur del país andino, una inhóspita región que todavía habitan parte de sus descendientes. Son los canarios del Lago Budi.

Emigrar

No hubo una emigración canaria masiva a Chile como ocurrió en Venezuela, como ejemplo evidente, o Cuba y en menor medida Uruguay y Argentina, entre otras razones por la barrera física y mental que supone la cordillera de los Andes. Pero sí existió una relación sólida que ha perdurado y cuyo origen se remonta al umbral del pasado siglo XX.

Repoblar

El Gobierno de Chile pensó en los canarios para repoblar la Araucanía vaciada, la gran región del sur. Fueron enviadas a Tenerife varias expediciones cuyos barcos cruzaron el océano en la ruta de vuelta con emigrantes a los que se ofrecieron determinadas concesiones que luego no se cumplieron en su mayor parte.

Adaptación

Muchos de ellos no se adaptaron a un lugar remoto y a costumbres muy diferentes y se sintieron engañados. Acabaron asentándose en Santiago o en Argentina. Sin embargo, otros se quedaron para integrarse en aquella comunidad con un sello peculiar. Su huella sigue presente como demuestra la tesis doctoral del catedrático y profesor de la Universidad de Temuco Álvaro Villalba, descendiente de canarios, que cuenta la historia de sus antepasados o el ensayo histórico de la escritora Maribel Lacave Los canarios del lago Budi que recuerda el lugar concreto donde se asentaron aquellos paisanos.

Destino

Los canarios del lago Budi (Ediciones Idea, 2006) es la obra de Maribel Lacave Bautista (Las Palmas de Gran Canaria, 1951), poetisa y cuentista asentada en Chile, en concreto en las islas de Chiloé, que lleva a cabo un riguroso estudio histórico de acontecimientos reales. No, no se trata de una novela. Cuenta, y este es un extracto de su ensayo, la travesía del vapor Orellana que en 1903 trasladó a Chile a un grupo de 88 familias canarias que respondieron así a la llamada del gobierno chileno para poblar la zona austral del país. Tras dos largos meses de viaje llegaron a su destino, el lago Budi, donde hasta finales del siglo XIX se situaba el límite de soberanía de la nación. Al sur del río Bío-Bío, los indígenas, mapuches y pehuenches, "habían conservado hasta ese momento el control pleno sobre su territorio".

Esperanza

Esta historia, explica Lacave, "nos cuenta las esperanzas y frustraciones de esas 88 familias canarias que cruzaron el océano hasta llegar al territorio más al sur del mundo en busca del paraíso". También incluye "la lucha que tuvieron que mantener para recuperar su propia libertad". La escritora añade sus nombres olvidados "a la larga lista de isleños de la diáspora" y desea que para todos los canarios "el Lago Budi sea un símbolo de homenaje a su memoria". También del establecimiento de relaciones originales entre ellos como colonos y los pueblos mapuches de la región despojados en buena medida de sus tierras. Un documento que es el resultado de varios años de investigaciones y de búsqueda sobre la migración canaria hacia Chile a principios del siglo XX. Chilenos de ida y vuelta.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents