SIN PERDER EL NORTE

La depuración de aguas residuales, una deuda histórica con la Isla Baja

Hace unos días se anunció el incremento de la inversión para completar todo el sistema de saneamiento y depuración de aguas residuales en Tenerife

Sistemas de optimización de agua en fincas norteñas. | E. D.

Sistemas de optimización de agua en fincas norteñas. | E. D.

Marta Casanova

Hace unos días se anunciaba el acuerdo suscrito entre la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, y el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, que permitirá incrementar en 233 millones la inversión prevista para completar todo el sistema de saneamiento y depuración de aguas residuales de la Isla. Con esta adenda al convenio con la empresa pública Acuaes el total destinado a estos procesos alcanzará una cifra cercana a los 400 millones de euros. A nadie se le escapa que este asunto es, sin lugar a dudas, uno de los más graves de la Isla que requieren una solución urgente.

En el caso del norte de la Isla este dinero servirá para culminar el sistema de saneamiento del Valle de La Orotava, cuyo porcentaje de ejecución alcanza el 92 por ciento; para la depuradora de Acentejo, una vez ejecutados los pozos absorbentes; para la segunda fase de la depuradora de Puerto de la Cruz; que permitirá ampliar el tratamiento de agua y satisfacer así las necesidades de los próximos 25 años; y para la depuradora comarcal de la Isla Baja, donde según indica el Consejo Insular de Aguas ya se están desarrollando obras para recoger aguas residuales y regenerarlas para su uso agrícola. Es en esta zona donde quiero poner el foco ante un problema enquistado que requiere como mínimo una reflexión conjunta para hacernos una idea de la situación actual.

La depuración de aguas residuales, una deuda histórica con la Isla Baja | E. D.

La depuración de aguas residuales, una deuda histórica con la Isla Baja | E. D.

En 2017, el Consejo insular de Aguas presentaba una propuesta en base a las directrices del Plan Hidrológico insular que proponía mejorar el sistema de saneamiento y depuración en la Isla Baja de forma unitaria y en dos fases. Dicho plan es un documento de planificación en infraestructura de aguas que fija que los sistemas de saneamiento sean comarcales por economía de escala y razones ambientales, actuaciones destinadas a cumplir la normativa europea en aguas. El Plan Hidrológico responde a los requerimientos legales a nivel europeo, autonómico e insular y ha sido elaborado con los correspondientes procesos de participación ciudadana, institucional y sectorial.

La primera fase del citado sistema de saneamiento, en el Marco Estratégico de Desarrollo Insular (2018-2021), consistía en la mejora del tratamiento de depuración de aguas de Garachico con su correspondiente estación de bombeo. La conducción entre Garachico y Los Silos hasta la estación de tratamiento de aguas residuales en la cabecera del emisario de Los Silos se encuentra actualmente en ejecución y finalizarán durante este año. El gerente del Consejo Insular de Aguas, Javier Davara, asegura que estas conducciones «cumplen en la actualidad con la normativa europea para poblaciones de menos de 10.000 habitantes». «Pero hay que tener en cuenta que desde el pasado mes de diciembre y después de 33 años la normativa europea es más estricta por lo que, aunque en este periodo transitorio ambos municipios cumplan, habrá que seguir desarrollando el sistema para convertir ese tratamiento adecuado en depuración que es lo que se persigue con la estación depuradora».

Pero donde quisiera hoy detenerme por lo curioso, por no decir lamentable, de la situación es en la segunda fase de este sistema, la más importante, que a día de hoy sigue sin resolverse y que es la famosa depuradora comarcal cuya localización ya estaba programada y definida en la zona de la balsa de Ravelo. Esta depuración intensiva sería capaz de generar un agua regenerada de alta calidad, como ocurre en otras instalaciones de saneamiento y depuración recientemente construidas y que se pondrán pronto en marcha, como es el caso de Guía de Isora, Granadilla, Güímar o San Miguel, o como el caso de los sistemas de depuración y regeneración ya en marcha que están dando muy buenos resultados a los agricultores, como pueden ser en La Laguna, Tegueste, Tacoronte o el núcleo turístico de Adeje-Arona, que nutre de agua depurada a los agricultores del Valle de San Lorenzo, entre otros. En estos casos, los vertidos de estas depuradoras al mar se han eliminado salvo caso de emergencia, solventando además el grave problema con el abastecimiento de agua para riego.

La depuración de aguas residuales, una deuda histórica con la Isla Baja | E. D.

La depuración de aguas residuales, una deuda histórica con la Isla Baja | E. D.

En este punto, podemos llegar a la conclusión de que mientras en otras zonas se está resolviendo en mayor o menor medida la situación, o por lo menos se está actuando, en la Isla Baja (Buenavista del Norte, Garachico, Los Silos y El Tanque) se ha perdido un tiempo precioso. Tiremos de hemeroteca para analizar la situación y que ustedes, lectores inteligentes, lleguen a sus propias conclusiones. Los planes del Consejo insular de Aguas que anteriormente citábamos se paralizan en el momento en el que la ciudadanía en forma de plataforma, junto a los ayuntamientos de Buenavista y Los Silos comienzan a expresar su disconformidad con este proyecto de depuración y plantean como alternativa otra opción de tratamiento que denominan natural y que se aplica, en el caso de Tenerife, en otras zonas con menos población como es el caso de Bolico, que cubre en torno a unos 500 habitantes.

El presidente y portavoz de la Plataforma Los Silos-Isla Baja, Roberto Hernández, declaraba en 2021 que su colectivo trabajaba para impedir que continuara el vertido de aguas residuales al mar a través del emisario submarino de Los Silos y acusaba a las autoridades insulares y al Consejo Insular de Aguas de Tenerife de «tratar de confundir a la población» respecto a los distintos modelos de depuración, insistiendo en una solución que pasaba por construcción de una depuradora con Sistema de Depuración Natural y Resiliente en la costa de Los Silos.

Hablaba entonces de comenzar con dos depuradoras naturales de bajo consumo energético. La primera en la costa de Los Silos, que permitiría dejar de utilizar el emisario submarino de los años 80 y asumir inicialmente también las aguas de Garachico, y otra en la costa de Las Cruces, junto a la Estación de Tratamiento y Bombeo de Aguas Residuales garachiquense, «para impedir los vertidos al mar y evitar que las aguas de ese municipio tengan que mandarse en el futuro hacia Los Silos», planteaba Hernández.

La depuración de aguas residuales, una deuda histórica con la Isla Baja

La depuración de aguas residuales, una deuda histórica con la Isla Baja

Cuestión de prioridades

Ante toda esta presión y con el apoyo posterior únicamente del ayuntamiento de Buenavista, el anterior gobierno del Cabildo optó por priorizar la decisión municipal a la comarcal y a finales de 2021 el Plan Hidrológico Insular incorpora la propuesta planteada por el ayuntamiento que consistía en la construcción de nada menos que seis depuradoras de tratamiento natural solamente en el municipio de Buenavista que al ser de titularidad municipal debía impulsar la propia corporación pero no se presentó ningún proyecto como tal sino una memoria de valoración que según fuentes del Consejo Insular, carecía de rigurosidad técnica en cuanto a su viabilidad de acuerdo con la normativa del Plan Hidrológico.

En cuanto al Ayuntamiento de Los Silos, en 2022 pidió un estudio para la implantación de una depuradora extensiva, que es como la Comisión Europea define a este tipo de depuradoras, en la zona de El Polvillo que es donde llegan las aguas de Los Silos y Garachico. Este estudio establecía la necesidad de expropiar un total de nueve hectáreas de cultivos existentes para su constricción. Fue entonces cuando definitivamente se rechazó esa alternativa, volviendo a la solución planteada originariamente por el Consejo insular de Aguas y que no es otra que la construcción de la depuradora comarcal a través del sistema de biorreactores de membranas que permitirá poner a disposición de los agricultores de un total de 1.000 metros cúbicos al día frente a los 500 que se pierden hoy en día solo en Garachico y Los Silos.

Desde entonces y como se suele decir ha llovido bastante, pero en este caso no lo suficiente para las necesidades hídricas de la zona. Mientras en la comarca se ha perdido un tiempo precioso y sobre todo, el dinero que se tenía en 2017, volvemos a la casilla de salida y ahora es cuando el ayuntamiento de Buenavista, con el cambio de gobierno tras las últimas elecciones, ha expresado la necesidad de buscar una solución como el resto de la Isla, permitiendo reanudar la redacción del citado proyecto que beneficiará a unos 8.000 habitantes de la Isla Baja.

Queda claro que hay que actuar lo antes posible puesto que el 30% de las aguas residuales de la Isla Baja no son adecuadamente tratadas. Estas cifras equivalen a verter 4 piscinas olímpicas cada semana al acuífero, sin garantías de un tratamiento adecuado, lo que supone un impacto importante sobre un recurso muy escaso, el agua, y también un posible impacto en el mar. Las leyes ambientales y las demandas sociales obligan más que nunca a las instituciones y a la ciudadanía a ser responsables y a hacer frente a esta situación que puede acarrear graves sanciones de hasta 8.000 euros al día por incumplimiento de la normativa. En este proceso ya se acumulan retrasos de más de 10 años.

La plataforma a día de hoy sigue con la misma reivindicación como mejor opción al ser menos contaminante y continúan criticando a las administraciones por no dar respuesta en estos cuatro años transcurridos. Para su portavoz, las depuradoras construidas en otros puntos de la Isla son obsoletas y carecen de una correspondiente red de alcantarillado por lo que según ellos son poco efectivas «como ha ocurrido con el caso de Playa Jardín en el Puerto de la Cruz». «En este sentido, se ha hecho la casa por el tejado mientras que la solución pasa por plantas de depuración natural de menos tamaño que requieren además poco mantenimiento, mucho más ecológicas y menos contaminante».

¿Qué hacen los agricultores?

En este tiempo hemos padecido además una declaración de emergencia hídrica en la Isla que ha complicado aún más el problema. Para solventar esta situación se han tomado medidas en colaboración con el sector privado como es el caso de la puesta en marcha de las desaladoras de la comunidad de regantes de Funche y Savasa Agrícola con capacidad para tratar 2.000 metros cúbicos/día y 600 metros cúbicos/día respectivamente, además de la puesta a disposición del Consejo Insular de Aguas de los excedentes de producción de las desaladoras del Buenavista Golf y La Monja.

Además, la Dirección General de Aguas del Gobierno de Canarias tiene también prevista otra para Balten con capacidad para 2.500 metros cúbicos diarios más y el Cabildo ha concedido al ayuntamiento de Buenavista una subvención de 1,4 millones de euros para el proyecto de regularización del sistema municipal de depuración y vertido de aguas residuales y acondicionamiento de conexiones y elementos críticos de sus redes de saneamiento, además de otros 129.000 para pérdidas en la red. n

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