El Centro Oceanográfico trabaja en detectar y avisar de los vertidos fecales en Tenerife
Rosa Dávilla, presidenta del Cabildo, conoce cinco proyectos vinculados a la Isla para explorar líneas de colaboración con la entidad científica estatal

María Pisaca
Imaginen un sistema que permita avisar de los vertidos fecales en el litoral de una Isla tan castigada en este ámbito como es Tenerife -ahí están los ejemplos de El Médano y, recientemente, de Playa Jardín, en el Puerto de la Cruz-. O contar con una red de antenas por toda la costa que monitoricen las corrientes marinas para mejorar la seguridad en el medio acuático. Sólo son dos ejemplos que agradaron y sorprendieron ayer a la embajada del Cabildo de Tenerife encabezada por su presidenta, Rosa Dávila -la primera vez que lo hace alguien con su cargo en casi 112 años de historia de la institución- durante la visita a la sede del Centro Oceanográfico de Canarias, entidad del Instituto Español de Oceanografía (IEO), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ubicada en la Dársena Pesquera de Santa Cruz. Allí conocieron cinco proyectos vinculados directamente a la geografía insular y exploraron posibles líneas de colaboración con la entidad científica estatal.
Interés insular
La presidenta insular mostró su interés por esos proyectos que se llevan a cabo allí durante un encuentro en las instalaciones en el que le acompañaron la consejera de Medio Natural, Blanca Pérez y el de Innovación, Juan José Martínez. Del otro lado, ejerciendo como anfitriones, entre otros el director y el gerente del Centro Oceanográfico de Canarias, Jesús Arrieta y Sebastián Jiménez, respectivamente y el delegado en el Archipiélago, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Manuel Nogales.
Información
La ruta permitió recabar información sobre iniciativas destinadas a la conservación marina y a la mejora de la seguridad en las costas como principales reclamos de la actividad que se desarrolla en el IEO. Pero también el ejemplo que supone la litoteca de Tenerife para recuperar y vincular el valioso patrimonio lítico de la Isla con la volcanología y las emergencias ante posibles erupciones; la opción de futuro en el cultivo de sebadales para repoblar los ecosistemas de las praderas marinas en las instalaciones dedicadas a la acuicultura, con medregales y pulpos como productos estrella, o el mantenimiento del tesoro que suponen las muestras biológicas que se conservan en este auténtico laboratorio del mar.

Visita de Rosa Dávila al Instituto Oceanográfico de Santa Cruz de Tenerife / María Pisaca
Vertidos fecales
El Oceanográfico trabaja en un sistema de avisos de vertidos fecales en el mar. Se trata de establecer el monitoreo de litoral con funciones recreativas para proteger en tiempo real a los bañistas frente a la entrada de aguas negras, por desgracia algo habitual en Tenerife. Puede ser una clave en el camino haca el vertido cero. La presidenta insular destaca un proyecto que permite establecer una alerta temprana para las zonas donde están las personas, a través de la obtención de datos de la química marina en esos ámbitos costeros que llevan aparejados la ubicación de determinados emisarios. El objetivo es tener un sistema de alerta temprana. En este caso se contaría con tres boyas a que constantemente recogerían muestras y permitirían conocer la turbidez del agua.
La litoteca
En el seno del IEO también se trabaja en configurar una litoteca para poder tener una respuesta más rápida frente a las emergencias volcánicas; por ejemplo, para detectar el tipo de vulcanismo que se produce en un momento determinado y compararlo con épocas pasadas para obtener una respuesta más eficaz. Tenerife sería con el desarrollo de esta iniciativa el centro neuralgia de la litoteca de toda Canarias. Un análisis fundamental para conocer la evolución vulcanológica en tiempo real. Los investigadores explicaron que están dotados de un microscopio especial casi único en España que les ayuda en el conocimiento y la mitigación de los riesgos volcánicos para entender el vulcanismo de la Macaronesia y Canarias con el eje en la monitorización de Tenerife.

Visita de Rosa Dávila al Instituto Oceanográfico de Santa Cruz de Tenerife / María Pisaca Gámez. ELD
Muestras biológicas
También se le presentó a la presidenta insular un proyecto para el mantenimiento de la valiosa colección de muestras biológicas que posee el centro, con la que, señaló el director, Jesús Arrieta «necesitamos un poco de colaboración». Planteó en este sentido un posible interés en esta colección en relación con el Museo de la Naturaleza y Arqueología (MUNA), que pertenece al Cabildo. Arriata prevé en este área «una interacción muy positiva».
Sebadales
En la zona dedicada a la acuicultura, los investigadores responsables explicaron la idea de intentar reproducir o cultivar en cautividad la seba, una especie emblemática de las islas para en el futuro poder utilizarla en la repoblación sin necesidad de tener que desplazar los sebadales de un lugar a otro sino poder producirla en un sistema cerrado como el de Instituto y llevarla luego al medio. El vivero está constituido como planta de cultivo desde hace 40 años y se propone ahora, además de la renovación general del recinto, su ampliación temática a cualquier investigación de ciencias marinas como la experimental para la conservación de los sebadales, un criadero de peces y una especie de guardería fundamental para la biodiversidad y la producción pesquera. Sin olvidar la acuicultura tradicional de medregales y, sobre todo, pulpos que pudieron contemplar en su hábitat de la instalación de a Dársena los visitasen la mañana de ayer.

Visita de Rosa Dávila al Instituto Oceanográfico de Santa Cruz de Tenerife / María Pisaca Gámez. ELD
Radares
Interés y un detenimiento especial fueron el resultado del conocimiento detallado, gracias a la didáctica del investigador Eugenio Fraile, del proyecto Corrientes Radar Alta Frecuencia Tenerife (Craft) en el que la Isla es la primera a nivel mundial en tener los mimbres para su desarrollo. Se trata de tener once antenas de radar ubicadas específicamente en los faros con dos situados en la zona de Anaga. Tenerife sería pionera en el mundo a la hora de contar en tiempo real con la cobertura total de un radar marino ante posibles emergencias en su litoral. En el otro lado, el del Cabildo, interés y comentarios como «podemos volcar la imagen del radar en el Cecopin (centro de coordinación insular de emergencias». Una instalación completa en cuatro años y con un coste de 300.000 euros por antena. Eso sí, «con dos a medio plazo se podría comenzar a montar este sistema». La consejera insular Blanca Pérez aporta una reflexión:«Sería ideal en las zonas inundables». La línea de cooperación queda abierta.
La presidenta
Rosa Dávila valora el Centro Oceanográfico de Canarias como «uno de los punteros a nivel mundial en la investigación científica de nuestros océanos y mares». Añade que «teníamos mucho interés en conocer proyectos concretos y queremos que salgan adelante». Valora que «que tienen que ver con la prevención o la conservación de los océanos así como la instalación de radares para tener datos fiables respecto a cómo se van a comportar posibles vertidos». Subraya que «por nuestras costas pasan buques de mucha envergadura y somos una zona de especial conservación marina por lo que nuestro deber es preservar y estar muy pendientes de la posible contaminación».
En definitiva, reflexiona, «el Cabildo de Tenerife pretende involucrarse en la recuperación del ecosistema marino, en la protección de los mares y en conocer las dinámicas marinas puesto que el cambio climático nos llevará a tener más precaución en zonas que podrían ser inundables». Rosa Dávila concluye: «Todo el conocimiento que atesora el Centro Oceanográfico de Canarias después de cien años de trayectoria va a contribuir a la protección con proyectos que van a tener su aplicación en tiempo real».

Visita de Rosa Dávila al Instituto Oceanográfico de Santa Cruz de Tenerife / María Pisaca Gámez. ELD
El director
Jesús Arrieta agradece a la presidenta insular el interés mostrado por proyectos «en los que es posible establecer una sinergia con el Cabildo». Nombrado a finales del año pasado, Arrieta recuerda como uno reto «avanzar en la integración completa en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para la que restan algunos flecos». El otro objetivo es «como hacemos hoy (por ayer)darnos a conocer a la sociedad canaria, acercarnos a sus instituciones porque la impresión que tengo es que nos consideran todavía una institución de fuera, del Estado y lo cierto es que es que llevamos casi 100 años aquí».
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