El legado de 'Risco': la lucha de un pueblo de Tenerife por acabar con la amenaza de una jauría de 15 perros
La dueña de un perro que falleció este sábado por el ataque de un grupo de canes asilvestrados en un paraje natural de Tacoronte pide al Ayuntamiento que los retire por la amenaza que suponen y los lleve a una protectora. El Consistorio ya realiza gestiones con varias asociaciones

Paloma Ferrer junto a Risco. / El Día
Una jauría de 15 perros asilvestrados se ha convertido en una amenaza en la zona de Hoya de Manzaneros, en el municipio tinerfeño de Tacoronte. Las denuncias de ataques de estos canes contra otros perros y también contra personas viene de unos meses atrás pero el episodio más grave se produjo este sábado: algunos de los animales de esta jauría atacaron por sorpresa a un perro bretón delante de su dueña y le provocaron heridas tan graves que los veterinarios no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
Como consecuencia de este hecho, la dueña del perro fallecido, Paloma Ferrer, ha iniciado una campaña en las redes sociales para tratar de retirar esta jauría de la zona y que estos animales puedan ser atendidos por las protectoras. "Ya no puedo hacer nada por Risco, que es como se llamaba mi perro, pero al menos espero que las autoridades competentes puedan intervenir para que no vuelva a pasar. Sigo en shock por lo que le pasó a Risco, al que trataba como si fuera un hijo. Fue terrible lo que viví y espero que no se repita", asegura Ferrer.
Los hechos ocurrieron este sábado cuando Paloma, que reside en La Laguna, acudió con un amigo a dar una vuelta con los perros de ambos al entorno de la zona recreativa de Lomo de La Jara, que se encuentra en un pinar de Tacoronte. Habían dejado el coche en el núcleo rural de casas dispersas de Hoya de Manzaneros.

Risco, el perro fallecido este sábado por el ataque de una jauría de canes asilvestrados en Tacoronte. / El Día
"Solía ir a este lugar a caminar con Risco. El sábado volvimos. Todo iba bien. Volvíamos al vehículo. Llevaba al perro con una correa larga, porque es muy inquieto y prefiero darle espacio. Se fue hacia unos arbustos y de repente lo atacaron. Fue todo muy rápido. Apenas tuve tiempo de reaccionar. Mi amigo tuvo margen para dejar a su perro en el coche y rápidamente acudir a los arbustos, gritando para ahuyentar a los perros atacantes. Estos huyeron al oír su voz pero el daño ya estaba hecho", rememora Paloma.
Era demasiado tarde. "No sé cuántos atacaron: tres, cuatro... Lo único que sé es que cuando rescatamos a Risco tenía gravísimas heridas por todos lados y perdía mucha sangre". Paloma llevó a toda prisa a Risco, un spaniel bretón negro de cuatro años, a un centro veterinario de Tacoronte. No tenían medios para tratarlo. Entonces se dirigieron a otro de La Laguna, llamado Cruz de Piedra. Allí los veterinarios hicieron todo lo posible por salvarlo pero sufrió una parada cardiaca y falleció.

Paloma Ferrer junto a Risco. / El Día
Paloma Ferrer llamó al Ayuntamiento de Tacoronte. Allí la remitieron al Seprona, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil. Estos a su vez le dijeron que este asunto no era de su competencia. Que llamara al Ayuntamiento. Allí se fue la tarde de este lunes para poner la correspondiente denuncia.
En realidad, el Ayuntamiento ya conocía este problema antes de lo ocurrido con Risco. La concejala de Bienestar Animal, Magdalena Ávila, admite que había recibido quejas de ataques similares que habían causado heridas a otros perros desde mitad del año pasado en la misma zona: Hoya de Manzaneros. La primera denuncia formal llegó el 18 de noviembre, cuando un vecino aseguró que este grupo de perros atacó a su mascota y le provocó heridas.
La Concejalía cree que son 15 los perros asilvestrados que atacan en grupo. Alega que ante la falta de medios del Ayuntamiento para capturar a los canes ha solicitado ayuda al Cabildo de Tenerife, al Seprona y a las protectoras de animales. El Seprona respondió que no es competencia suya y el Cabildo ofreció un refuerzo de la vigilancia en esta parte del municipio tacorontero. Pero no es suficiente.

Área recreativa de Lomo de La Jara, en Tacoronte. / El Día
Según fuentes municipales, la concejala lleva semanas negociando con las protectoras de animales para buscar una solución al problema. La Asociación de Defensa y Protectora de Animales de Canarias (Adepac), que tiene un albergue en Ravelo, en el municipio de El Sauzal, ha mostrado su predisposición por hacerse cargo de algunos de estos perros. Pero carece de medios para atender a los alrededor de 15 canes de esta jauría. De ahí que el Consistorio tacorontero busque el apoyo de otros colectivos.
Paloma espera que se encuentra una solución para que "al menos lo que he sufrido con la pérdida de Risco sirva para que no vuelva a pasar". Desea que estos perros no sean sacrificados, sino que se pueda encontrar una solución, pero que al menos sean retirados de la zona en la que actúan y sean tratados por profesionales. Y es que asegura que "no solo atacan a otros perros, sino tamién a personas. Imagínese si atacan a un niño de una familia que acude al lugar como hicimos nosotros, para dar un pateo y disfrutar de un día en la naturaleza". "Encontrar una solución urgente sería el mejor legado de Risco", concluye.
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