Fiestas navideñas

Una Navidad entre ‘Yesterday’, ‘El cascanueces’ y un toque canario

Unas 10.000 personas vibran en el tradicional concierto de Puertos de Tenerife

La Sinfónica estrena ‘Navidad de luz y mar’, de Diego Navarro

Concierto de Navidad 2024 en Santa Cruz de Tenerife

María Pisaca

D. Ramos

Dmitri Shostakóvich fue un compositor, director de orquesta y pianista soviético; Pablo de Sarasate nació en Navarra y desarrolló una carrera musical que sigue muy presente para los amantes de la música culta; Manuel de Falla tuvo una vida entre España y Argentina... Johann Sebastian Bach, Carlos Gardel y John Lennon necesitan, si cabe, menos presentación. La combinación de las obras de unos y otros, y de algunos nombres propios más (Agustín Lara, Francisco Tárrega, Chaikovski...), fue la materia prima sobre la que ayer se construyó el Concierto de Navidad de Puertos de Tenerife, una cita siempre esperada y que alcanzó en esta edición su 30 aniversario. El espectáculo, en paralelo a esa mezcla de autores, estuvo marcado por su variedad. No faltó el componente navideño ni tampoco el toque de canariedad.

Con puntualidad londinense, a las 19:30 horas, comenzó esta propuesta navideña que suma tres decenios «despertando y compartiendo emociones desde Tenerife», según la describió la presentadora. «Es nuestro mejor regalo en forma de música para el mundo», ensalzó antes de que las alrededor de 10.000 personas que se dieron cita se dejasen llevar por la música de la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST), que estuvo acompañada este 25 de diciembre por la violinista Leticia Moreno, la acordeonista Ksenija Sidorova y el guitarrista Rafael Aguirre. Todos bajo la batuta (ahí una de las grandes novedades de esta edición) no del titular honorario de la Sinfónica tinerfeña, Víctor Pablo Pérez, sino del joven director mexicano Iván López Reinoso.

Oriundo de Guanajuato, López Reinoso tiene fama de director versátil y de destacada trayectoria internacional. No en vano, ha colaborado con formaciones de primer nivel como la Filarmónica de Zúrich, la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, la Oviedo Filarmonía y la Orquesta Sinfónica Nacional de México, además de dirigir en teatros como el Teatro Real de Madrid, el Opernhaus Zürich y el Teatro de la Maestranza de Sevilla. Este miércoles puso de manifiesto en el puerto santacrucero su solvencia sobre el escenario. Temple y entrega para hacer las delicias de los oídos más exigentes.

Conexión inmediata

Obertura festiva, de Dmitri Shostakóvich, marcó el arranque. Un primer contacto. Una forma de romper el hielo entre orquesta y público. La conexión pareció inmediata. A partir de ahí, la ruta musical trazada para la ocasión transitó por Fantasía sobre temas de la ópera Carmen, de Pablo de Sarasate, y Yesterday, de John Lennon y Paul McCartney. En ese punto, entonces sí, el concierto estaba definitivamente en marcha.

Los 20.000 metros cuadrados habilitados en la Dársena de Los Llanos albergaron una estampa que no por repetida deja de ser especial, con esa comunión que se produce cada año entre la Sinfónica y el público. La vida breve (Manuel de Falla), Granada (Agustín Lara), Recuerdo de La Alhambra (Francisco Tárrega), Romance de Amor/Romance anónimo (anónimo, aunque atribuido a Narciso Yepes), El cascanueces (Piotr Ilich Chaikovski), Concierto para clave número 1 en re menor (Johann Sebastian Bach), Libertango (Astor Piazolla) y Por una cabeza (Carlos Gardel y Alfredo Le Pera) completaron el programa.

Árgel Campos, Gara Alemán y Benito Cabrera.

Árgel Campos, Gara Alemán y Benito Cabrera. / María Pisaca

No quedó ahí la cosa. «Nuestras sorpresas de la noche vienen cargadas de sabor canario», avanzó la presentadora en las postrimerías del concierto. «Esta pieza se va a convertir desde hoy en un himno de Tenerife», resaltó. Y es que al navideño repertorio se le sumaba una composición expresamente elaborada por el director tinerfeño Diego Navarro y que se presume que podría convertirse en un clásico del recital navideño. Su título: Navidad de luz y mar.

Momento culmen

Se subieron al escenario el timplista Benito Cabrera y los cantantes Gara Alemán y Árgel Campos, que le pusieron voz al identitario Una sobre el mismo mar. Era el momento bengalas, el momento culmen de la noche, uno de los muchos alicientes por los que este concierto se ha consolidado como un evento cultural emblemático del Archipiélago. Comenzó en 1994 como un saludo navideño desde el puerto de Santa Cruz de Tenerife y ha evolucionado como ocasión para lanzar hacia el mundo el talento musical tinerfeño. «A lo largo de estos 30 años, prestigiosos directores y solistas de renombre nacional e internacional han acompañado a la Sinfónica de Tenerife en este escenario único», habían destacado los organizadores en vísperas del acto.

La iniciativa cuenta, además, con un fin benéfico: la recaudación obtenida con el concierto se destinará íntegramente a apoyar a fundaciones y asociaciones que desarrollan su labor en el Archipiélago canario, como son Teidela, Carrera por la Vida y Asociación de Hemofilia de Tenerife.

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