Medio Natural
El ‘tojo gallego’, la planta invasora que ‘se come’ la medianía de la Isla
Introducida en el siglo XIX para el alimento del ganado en la zona Norte, su extensión se ha convertido en amenaza para las especies autóctonas

Trabajos para erradicar flora invasora en el Parque Rural de Anaga. | / EL DÍA
Luchar contra el Ulex Europaeus, el nombre científico del denominado tojo o toxo gallego, que aquí también se conoce como espino. Tal y como denuncia el portal noincineraciónTenerife, esta especie invasora se ha convertido en un serio problema porque su gran extensión y el descontrol de las poblaciones, sobre todo en las medianías de la zona Norte, suponen una amenaza para la biota (organismos vivos) autóctona y endémica, incluso, además de para algunos espacios naturales protegidos. El peligro de su presencia, debido a que supone un potente combustible natural para el fuego, se ha multiplicado con los incendios forestales de los últimos años, tanto el de 2022, que se inició en Los Campeches –en los altos de los municipios de Los Realejos y San Juan de la Rambla–, como en el de grandes dimensiones del verano del año 2023.
Esta planta exótica fue introducida en la Isla en el siglo XIX para garantizar la alimentación del ganado. Adquirió un gran desarrollo en paralelo a la reforestación de los años 50 y 60 del pasado XX, con el llamado pino radiata o californiano –ejemplar de importación, mucho menos resistente al fuego que el canario– que ahora está, precisamente, en proceso de sustitución por el monteverde.
El tojo es un arbusto, el más representativo de Galicia, de la familia de las leguminosas, que puede alcanzar los tres metros de altura, espinoso, muy ramificado, sobre todo en las ramas más jóvenes formadas por pelos largos y patentes. Presentan una coloración general verde oscuro. Otro aspecto destacado es la presencia de largas espinas, de hasta 4 centímetros, situadas en el extremo de las ramillas.
Puede resultar chocante para muchos gallegos, acostumbrados a ver en la naturaleza una planta de la cual se ha hecho un intenso uso desde tiempos remotos, pero fuera de su hábitat natural, el tojo es un arbusto potencialmente muy perjudicial. De ahí su inclusión en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, regulado por el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto. Está incluido en la lista 100 de las más dañinas del mundo.
Blanca Pérez, consejera de Medio Natural del Cabildo, explica: «Trabajamos seriamente en el control de la flora invasora en todos los espacios protegidos de la Isla». Las califica como «acciones claves en la conservación de nuestra biodiversidad». Advierte que «eliminar estas especies es un proceso lento y laborioso, pero permite la recuperación paulatina de hábitats con un gran valor medioambiental acosados por plantas introducidas. Es responsabilidad de todos evitar su extensión tan dañina para los ecosistemas endémicos o autóctonos». Un encargo a Gesplan, con un presupuesto de 1,1 millones de euros, impulsa el control en los espacios protegidos de Teno y Anaga, así como en las zonas Norte y Sur.
El Cabildo de Tenerife cuenta con una propuesta de evaluación y erradicación del tojo que data de noviembre de 2016. Sin embargo, la advertencia de entonces en ese documento se ha convertido en una preocupante realidad.
El dato. Parque Rural de Anaga
Eliminadas 12 toneladas de especies exóticas
Medio Natural del Cabildo de Tenerife eliminó el último año doce toneladas de especies exóticas invasoras del Parque Rural de Anaga. Los trabajos del presente ejercicio, ejecutados por Gesplan, se realizaron en una superficie de 505 hectáreas. De ellas, en el 64,5% se trabajó en la extracción del denominado geranio rojo (Pelargnium inquinans) y en un 9,7% con batatilla de indias (Ipomoea indica). A ello se suma la lucha contra el aloé, la crásula, el senecio o el pinillo. El Cabildo, a través de la empresa pública Gesplan, ha realizado más de un millar de intervenciones en el último quinquenio en distintos puntos de la geografía del parque, especialmente en los núcleos de Afur, Taganana, Bejía y en zonas específicas como Tierras Altas, Margalua y Benijo -las tres áreas de influencia de Taganana- y El Cresal -altos de San Andrés-, entre otros puntos aislados. En total, los trabajos se han desplegado en una superficie de 1.500 hectáreas. El 89% corresponde a actuaciones destinadas a eliminar el rabo de gato (Pennisetum setaceum), del que se han extraído 44,4 toneladas. Precisamente, el rabo de gato es la especie sobre la que más se ha actuado, ya que la siguiente más controlada ha sido la crásula (Crásula multicava), que supuso el 3,27% de la total. Le siguen la eliminación de mil amores (Centranthus ruber) con el 2,11% y tunera (Opuntia maxima), con el 1,24% de metros cuadrados limpios de especies exóticas.
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