El plan Singapur contra apagones

No se trata de hacer spoiler de la videoconferencia de hoy (9:15 horas) de Antonio García Rebollar, responsable de la Oficina Comercial de la embajada de España en Singapur, pero la ciudad-estado, y a la vez Isla asiática, tiene como Tenerife un sistema energético aislado y dependiente. Analizarlo a fondo supone uno de los modelos alternativos, hasta nueve, que se debatirán en las dos jornadas del I Congreso Insular de Sistemas Energéticos Aislados, inaugurado ayer en el Auditorio por la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila. El objetivo es evitar los grandes apagones, los llamados ceros energéticos como los cinco sufridos por la Isla en 20 años, los últimos en 2019 y 2020.

Singapur tiene 719 kilómetros cuadrados y 5,6 millones de habitantes (2023) por los 2.034 y 944.000 de Tenerife, respectivamente. Las similitudes parecen escasas pero no es así en el ámbito energético, al menos en el camino a la transición hacia las energías renovables y limpias.

El gas natural representa a día de hoy el 94,3 % de la energía eléctrica del país asiático con un 40% de gas natural licuado (GNL) importado. El consumo de electricidad está dominado, por lo tanto, por el uso de combustibles fósiles, representando más del 98% del total. Por otro lado, la generación baja en carbono es apenas del 1.91% y se compone en su totalidad de energía solar.

Singapur no tiene terreno para instalar renovables, pero maneja el proyecto de energía solar más ambicioso del mundo. El cable submarino AAPowerLink promete entregar 20 GW de capacidad renovable desde Australia. El proyecto de la emperras SunCable prevé instalar millones de paneles solares y 42 GWh de almacenamiento en baterías. Un plan a imitar dentro de las posibilidades isleñas de esta parte del mundo.

Hasta ocho grandes alternativas a las fuentes tradicionales de energía , además de la singapurense, se presentarán en estas jornadas de conferencias y mesas redondas entre expertos del sector. Del bombeo reversible para el almacenamiento, con el ejemplo de la central de Gorona del Viento, en El Hierro, a la cadena de valor del Gas Natural Licuado o la energía hidroeléctrica marítima. Pasando por los retos y oportunidades de la eólica flotante, las tecnologías avanzadas para la descarbonización de localizaciones remotas, los biocombustibles, la gasificación de los residuos o las plantas fotovoltaicas híbridas. Todo ello en el marco jurídico que supone la legislación en política energética de la Unión Europea o con las infraestructuras actuales en este ámbito.

La idea es analizar desde la perspectiva común de las administraciones públicas, las empresas privadas y los expertos profesionales las propuestas para explorar el camino de la transición energética desde los combustibles fósiles, así como dotarse de las herramientas para impedir que se repitan los grandes apagones.

La inauguración, presentada por Miguel Ángel Guisado, se vio respaldada por el éxito de un publico que llenó la Sala de Cámara del Auditorio de Tenerife. La presidenta y el vicepresidente insulares, Rosa Dávila y Lope Afonso, dieron el pistoletazo de salida, junto al consejero de Industria, Manuel Fernández, a esta iniciativa sobre «el reto energético en Tenerife». El área de Fernández y el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales organizan un evento que tendrá 18 actividades en total.

Rosa Dávila aseguró que «uno de los grandes desafíos de Canarias y Tenerife es que tenemos sistemas eléctricos aislados y, por lo tanto, una enorme dependencia de los combustibles fósiles, además de una gran obsolescencia de los equipamientos, tanto de generación como de transporte. De ahí «la necesidad de abordar la transición hacia energías más limpias que den más estabilidad al sistema y menos dependencia exterior».

Lope Afonso valoró «una ocasión perfecta para compartir experiencia con otros sistemas energéticos aislados». Redundó en que «Tenerife tiene una fragilidad patente en los últimos años».

Manuel Fernández hizo referencia, como Afonso, al político e ingeniero Benicio Alonso, recientemente fallecido, aseguró que «es necesario afrontar la realidad de un sistema eléctrico vulnerable». Valoró «un espacio de debate que contribuya a producir energía cada vez más limpia y más barata».

Jesús Artemio Pipo González, decano del Colegio de Ingenieros, planteó los «desafíos y oportunidades» de la autosuficiencia energética. En este sentido, el foro permitirá conocer, entre otros, el Modelo Singapur para aplicarlo, si es posible, en Tenerife.

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