Tenerife, el lugar más peligroso para circular en moto de toda España: la Isla concentra el mayor número de puntos negros para motos en el país

La DGT ubica 18 de los 100 tramos de alto riesgo de las carreteras del país en la Isla debido a la complicada orografía que obliga a extremar la precaución en la conducción

Panorámica de la carretera de la subida de Los Loros con un motorista en una de sus curvas.

Panorámica de la carretera de la subida de Los Loros con un motorista en una de sus curvas. / Arturo Jiménez

Santa Cruz de Tenerife

Tenerife es el lugar más peligroso para circular en moto de toda España. Lo corrobora la Dirección General de Tráfico, que contabiliza hasta 18 tramos de alto riesgo en la Isla en los que se han producido varios siniestros en los últimos años de forma repetida. De esta manera, la Isla tiene el mayor número de puntos negros para motos de todo el país. La larga lista de zonas críticas se debe, entre otros factores, a la complicada orografía de Tenerife, que incluye curvas sinuosas, acantilados y macizos como los de Anaga y Teno, que obligan a los conductores de las dos ruedas a extremar la precaución.

La Isla lidera de forma destacada este ranking de peligrosidad para los motoristas. Tanto que el segundo clasificado, que es precisamente la isla de Gran Canaria, tiene solo 10 puntos negros, ocho menos que Tenerife.

La TF-21, que parte de La Orotava y cruza el Parque Nacional del Teide; la TF-28, la carretera general del Sur, la más larga de Tenerife; y la TF-82, que va de Icod de Los Vinos a Adeje, son las tres vías que concentran más tramos de riesgo en sus recorridos. En el caso de la TF-21, la Dirección General de Tráfico señala un primer punto negro entre los kilómetros 7,2 y 9,27 que se sitúa en el municipio de La Orotava entre la Hacienda Perdida y el bebedero; el segundo se encuentra entre los kilómetros 17,73 y 20,02 también en el municipio de La Orotava, en las inmediaciones del Mirador de Mataznos de la Corona Forestal; y el tercer punto de riesgo comienza en el kilómetro 62,46 y finaliza en el 64,75, un tramo de curva previo a la entrada de la antigua empresa de aguas Pinalito.

Motorista en la carretera conocida como Suida de Los Loros, en Arafo.

Motorista en la carretera conocida como Suida de Los Loros, en Arafo. / Arturo Jiménez

Por su parte, la TF-28 cuenta con tres puntos negros. El primero está entre los kilómetros 15,62 y 17,6, ubicados en el municipio de Candelaria, entre la entrada al camino Cruz Colorada (Igueste) y el cruce de Aroba; el segundo entre los kilómetros 47,28 y 49,28 a la altura del caserío de Icor (entre el municipio de Fasnia y Arico) y un último entre los kilómetros 65,52 y 67,24, que se sitúan entre el municipio de Arico y Granadilla, en concreto, entre los accesos a los pueblos de El Río (Arico) y la entrada a Las Rosas (Granadilla). En la TF-82 están marcados en negro dos tramos: entre los kilómetros 9,64 y 11,46, en medio del casco urbano de El Tanque y el pueblo de Ruigomez; y, también, los kilómetros 18,71 y 20,71 en la denominada bajada del puerto de Erjos hacia el casco urbano del municipio de Santiago del Teide.

En la lista también se encuentran puntos de sobra conocidos por los motoristas y los cuerpos de seguridad debido a la alta siniestralidad. El caso más significativo es el de la Subida de Los Loros, en la TF-523, dentro del municipio de Arafo. Las noticias sobre carreras ilegales y conductores que incumplen las normas y ponen en peligro a los residentes son permanentes en los últimos años.

Se hacen controles especiales, desaparecen las actividades temerarias, pero al momento vuelven a aparecer, en un ciclo que se repite y que es protagonizado por motos y coches. Y así hasta llegar a un total de 18 puntos de gran peligro para los motoristas, con la característica en común de que se encuentran ubicados en zonas con curvas cerradas o en orografías complicadas como las de la carretera de La Orotava que atraviesan la Corona Forestal. 

Tres motoristas en una de las curvas de la carretera conocida como Suida de Los Loros, en Arafo.

Tres motoristas en una de las curvas de la carretera conocida como Suida de Los Loros, en Arafo. / Arturo Jiménez

Bernardo Hernández es miembro de la Asociación Internacional de Profesionales para la Seguridad Vial (Aipsev). Explica que pese a la peligrosidad de las carreteras de la Isla «la mayoría de conductores de motos son personas respetuosas que tienen cuidado y que disfrutan de su vehículo, que es una pasión para muchos». Con respecto a la conducciones temerarias o la participación de motoristas en carreras ilegales que hacen peligrar su vida y la de aquellos que transitan por la vía, insisite en que «hay un grupo residual, muy individualista, que va a lo suyo y arriesga más de la cuenta». 

7 motoristas fallecidos

Las imprudencias y despistes en la carretera dejaron el dato de 15 conductores fallecidos en lo que va de año, 7 de ellos motoristas. Los siniestros tuvieron lugar en la TF-21, carretera que conduce al Teide, señalada con tres tramos de riesgo y donde fallecieron dos personas; la TF-665 con un fallecido; la TF-47, –donde hay un tramo de riesgo–, con dos fallecidos; la TF-24 – también con un tramo de riesgo–, con un fallecido y la TF-42 con un fallecido.

Las principales causas de estos siniestros, según explica el jefe provincial de la DGT, Pablo González, fueron «las distracciones y la velocidad inadecuada que ocasionaron salidas de la vía». En concreto, la distracción al volante es la principal causa de accidentes: 6 veces mayor que los provocados por cansancio, 2 veces mayor que los ocasionados por altas velocidades y 1,6 veces mayor que los que resultan de otras infracciones en la vía. 

Extremar la precaución

Los 18 tramos que presentan riesgos por su alta siniestralidad en Tenerife se encuentran en las denominadas carreteras convencionales, es decir, se excluyen las autovías y autopistas. Además, muchas de ellas podrían encajar con la definición de carretera de montaña ya que discurren por terrenos muy accidentados. Pablo González aclara que algunas de las características por las que hay que extremar la precaución en estos puntos son las «numerosas curvas de escaso radio, el estrechamientos de las vías, los continuos cambios de rasante que dificultan la visibilidad y la existencia de precipicios con el correspondiente peligro por despeñamiento en caso de perder el control del vehículo». 

Otra de las características que sitúan a Santa Cruz de Tenerife en el primer puesto de provincias con tramos de alto riesgo, más allá de su complicada orografía, es el elevado tránsito de vehículos. «Las carreteras de Tenerife cuentan con una gran intensidad de circulación», subraya González. Es una zona turística, en la que además de los desplazamientos comunes asociados al trabajo, educación, sanidad u ocio, se cuenta con un gran volumen de personas que circulan por las carreteras por primera vez.

Canarias, la región con mayor kilometraje

De hecho, según un estudio del principal proveedor de historiales de vehículos en España y Europa, Carfax, en el que tiene en cuenta la flota de motos en circulación por el país –que asciende a 3.500.000 de unidades–, las Islas Canarias son la región con mayor kilometraje medio: 37.000 kilómetros. A este respecto Bernardo Hernández añade que «el buen tiempo y los paisajes montañosos son un incentivo más para que la gente salga en moto». 

Precisamente, otro elemento clave para la alta demanda de motos en las carreteras del Archipiélago es que la climatología favorece el uso de este tipo de vehículos durante todo el año. Así, el periodo de conducción es notablemente superior al de otros puntos del país en los que la lluvia o el frío son un impedimento para salir a rodar en la carretera.

Motorista conduce por la carretera de Los Loros.

Motorista conduce por la carretera de Los Loros. / Arturo Jiménez

Al mismo tiempo, cabe destacar uno de los factores negativos como son los microclimas. En un mismo recorrido a lo largo de las Islas se puede pasar, en cuestión de kilómetros, de unas zonas cálidas a otras con mucha humedad o sombrías, lo que supone cierto peligro ya que el riesgo de deslizamiento de los neumáticos se eleva. Para ello la DGT recomienda siempre adaptar la conducción a las condiciones ambientales y no asumir riesgos innecesarios.

Por su parte, Fernando Jiménez, colaborador del colectivo Canarias en Moto, descarta la existencia de puntos negros en las carreteras. Bajo su punto de vista «se debe mantener la precaución durante toda la conducción». Así, insiste en que los tramos con trazados más complicados «son los puntos en los que el colectivo extrema aún más la precaución». Lo cierto es que los motoristas se convierten en un grupo de alto riesgo al no contar con una carrocería que les proteja ante un impacto.

En este sentido, Jiménez explica que el conductor de una motocicleta «siempre es consciente del peligro que supone ir sobre un vehículo de dos ruedas». Así, recalca la prudencia de muchos motoristas: «de hecho se hace una conducción defensiva, una conducción de adelantarse a lo que pueda pasar e ir poniéndote en el peor de los casos».

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