Se rompió el amor de tanto usarlo en Bocacangrejo. El pueblo costero, en el municipio de El Rosario, llevaba cerca de tres años con un museo de arte al aire libre, su obra maestra: los cientos de corazones de colores que decoraban su paseo junto al mar. Tras un acto vandálico, hace cinco días, en el que tacharon con grafiti las pintadas, el lugar pone fin a esta etapa y, en su lugar, amanece con un suelo gris claro y unas paredes blancas. No queda rastro de un romance anterior, salvo en la casa de Rafael Marichal que aún conserva un decorado singular y colorido.
Pintan con grafitis el paseo con corazones dibujados en la playa de Bocacangrejo
Arturo Jiménez
Se rompió el amor de tanto usarlo en Bocacangrejo. El pueblo costero, en el municipio de El Rosario, llevaba cerca de tres años con un museo de arte al aire libre, su obra maestra: los cientos de corazones de colores que decoraban su paseo junto al mar. Tras un acto vandálico, hace cinco días, en el que tacharon con grafiti las pintadas, el lugar pone fin a esta etapa y, en su lugar, amanece con un suelo gris claro y unas paredes blancas. No queda rastro de un romance anterior, salvo en la casa de Rafael Marichal que aún conserva un decorado singular y colorido.
Pintan con grafitis el paseo con corazones dibujados en la playa de Bocacangrejo
Arturo Jiménez
Se rompió el amor de tanto usarlo en Bocacangrejo. El pueblo costero, en el municipio de El Rosario, llevaba cerca de tres años con un museo de arte al aire libre, su obra maestra: los cientos de corazones de colores que decoraban su paseo junto al mar. Tras un acto vandálico, hace cinco días, en el que tacharon con grafiti las pintadas, el lugar pone fin a esta etapa y, en su lugar, amanece con un suelo gris claro y unas paredes blancas. No queda rastro de un romance anterior, salvo en la casa de Rafael Marichal que aún conserva un decorado singular y colorido.
Pintan con grafitis el paseo con corazones dibujados en la playa de Bocacangrejo
Arturo Jiménez
Se rompió el amor de tanto usarlo en Bocacangrejo. El pueblo costero, en el municipio de El Rosario, llevaba cerca de tres años con un museo de arte al aire libre, su obra maestra: los cientos de corazones de colores que decoraban su paseo junto al mar. Tras un acto vandálico, hace cinco días, en el que tacharon con grafiti las pintadas, el lugar pone fin a esta etapa y, en su lugar, amanece con un suelo gris claro y unas paredes blancas. No queda rastro de un romance anterior, salvo en la casa de Rafael Marichal que aún conserva un decorado singular y colorido.
Pintan con grafitis el paseo con corazones dibujados en la playa de Bocacangrejo
Arturo Jiménez
Se rompió el amor de tanto usarlo en Bocacangrejo. El pueblo costero, en el municipio de El Rosario, llevaba cerca de tres años con un museo de arte al aire libre, su obra maestra: los cientos de corazones de colores que decoraban su paseo junto al mar. Tras un acto vandálico, hace cinco días, en el que tacharon con grafiti las pintadas, el lugar pone fin a esta etapa y, en su lugar, amanece con un suelo gris claro y unas paredes blancas. No queda rastro de un romance anterior, salvo en la casa de Rafael Marichal que aún conserva un decorado singular y colorido.
Pintan con grafitis el paseo con corazones dibujados en la playa de Bocacangrejo
Arturo Jiménez
Se rompió el amor de tanto usarlo en Bocacangrejo. El pueblo costero, en el municipio de El Rosario, llevaba cerca de tres años con un museo de arte al aire libre, su obra maestra: los cientos de corazones de colores que decoraban su paseo junto al mar. Tras un acto vandálico, hace cinco días, en el que tacharon con grafiti las pintadas, el lugar pone fin a esta etapa y, en su lugar, amanece con un suelo gris claro y unas paredes blancas. No queda rastro de un romance anterior, salvo en la casa de Rafael Marichal que aún conserva un decorado singular y colorido.
Pintan con grafitis el paseo con corazones dibujados en la playa de Bocacangrejo
Arturo Jiménez
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Pintan con grafitis el paseo con corazones dibujados en la playa de Bocacangrejo
Arturo Jiménez
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Pintan con grafitis el paseo con corazones dibujados en la playa de Bocacangrejo
Arturo Jiménez
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Arturo Jiménez
Se rompió el amor de tanto usarlo en Bocacangrejo. El pueblo costero, en el municipio de El Rosario, llevaba cerca de tres años con un museo de arte al aire libre, su obra maestra: los cientos de corazones de colores que decoraban su paseo junto al mar. Tras un acto vandálico, hace cinco días, en el que tacharon con grafiti las pintadas, el lugar pone fin a esta etapa y, en su lugar, amanece con un suelo gris claro y unas paredes blancas. No queda rastro de un romance anterior, salvo en la casa de Rafael Marichal que aún conserva un decorado singular y colorido.
Se rompió el amor de tanto usarlo en Bocacangrejo. El pueblo costero, en el municipio de El Rosario, llevaba cerca de tres años con un museo de arte al aire libre, su obra maestra: los cientos de corazones de colores que decoraban su paseo junto al mar. Tras un acto vandálico, hace cinco días, en el que tacharon con grafiti las pintadas, el lugar pone fin a esta etapa y, en su lugar, amanece con un suelo gris claro y unas paredes blancas. No queda rastro de un romance anterior, salvo en la casa de Rafael Marichal que aún conserva un decorado singular y colorido.