La segunda vida de los microplásticos: utilizarlos para tratar residuos líquidos
El Cabildo asume con 950.000 euros un proyecto de la ULL sobre economía circular, a través del uso del plástico para la conversión en compost de fluidos de los vertederos

Entrada al Complejo Ambiental de Tenerife (CAT), ubicado en Arico, donde se desarrollará la praxis del proyecto. / María Pisaca
Los microplásticos son los grandes denostados en la gestión moderna de los residuos. El Cabildo de Tenerife, a través del área de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias, asume un proyecto de la Universidad de La Laguna (ULL) que busca darles una segunda vida como claves para tratar y convertir en compost los fluidos que emanan de los vertederos, los lixiviados.
La investigación de la ULL fue aprobada en el comité rector del proyecto Tenerife+Sostenible. El presupuesto total del proyecto asciende a 939.689 euros con un plan que contempla un plazo de ejecución de cuatro años y la contratación de dos personas para desarrollar durante este tiempo otras tantas tesis doctorales. Una irá enfocada en la línea genérica de los lixiviados y la otra en la específica de los fluidos en compost. En el ámbito práctico el escenario será el Complejo Ambiental de Tenerife (CAT), ubicado en Arico.
El estudio, denominado Eliminación de contaminantes en lixiviados mediante el uso de microplásticos y residuos plásticos urbanos, demuestra la capacidad que tienen estos elementos de absorber los contaminantes de los lixiviados, los fluidos derivados de la filtración y descomposición de la materia orgánica. La finalidad es el aprovechamiento del resultado final para, entre otros usos, la agricultura en forma de compost.
La consejera insular Blanca Pérez, apunta que «esta iniciativa viene derivada de nuestra apuesta por impulsar la investigación y la innovación en materia de residuos para su aprovechamiento y fomentar la economía circular».
El pasado enero se constituyó un comité rector, formado por la UTE Nivaria integrada por Urbaser y FCC –adjudicataria del servicio insular de gestión de residuos– y el Cabildo para desarrollar proyectos innovadores en este ámbito. Fruto del encuentro ya se trabaja en nueve de las veinte iniciativas propuestas, que alcanzan una financiación de nueve millones de euros y donde participan la ULL, La Universidad Europea y el ITER.
El director insular de Sostenibilidad, Alejandro Molowny, explica que «los proyectos de investigación, innovación y desarrollo en gestión de residuos en la Isla marcan el inicio de una nueva etapa». Subraya la colaboración público-privada y el asesoramiento académico. Destaca Molowny que «además, la corporación destina dos millones de euros anuales durante los 15 años de adjudicación del contrato para esas líneas de trabajo». Concluye el director: «Esto demuestra un fuerte compromiso con la mejora continua».
El catedrático de Química Analítica de la ULL Javier Hernández Borges lidera el proyecto. Destaca que la investigación tiene cuatro objetivos, «todos importantes por los resultados que se puedan dar y la opción de abrir nuevas líneas e el tratamiento de los lixiviados y sus posibles aplicaciones».
El experto subraya que el primer propósito es usar microplásticos o plásticos de pequeño tamaño al aprovechar su capacidad de absorción. «Queremos usarlos para limpiar el producto de los lixiviados y poderlo verter de manera adecuada en otras aplicaciones». Señala asimismo que «los plásticos retienen sobre su superficie ciertos contaminantes».
El segundo objetivo es «determinar la presencia de microplásticos en el compost y bioestabilizados» resultantes del tratamiento de la recogida selectiva de residuos de materia orgánica utilizados como abono para plantas. Resalta: «Al objeto de conocer el grado de contaminación por microplásticos y si al aplicarlos a los suelos pasan a ellos y permanecen».
La tercera premisa es el estudio sobre «la presencia de microplásticos en cuatro playas de Tenerife durante al menos seis meses con el objetivo de monitorizarlos de manera continua. Sabemos que Canarias es, de toda la Macaronesia, la zona que mayor cantidad de microplásticos tiene».
La última pata del proyecto se centra en la divulgación de la problemática de los microplásticos. Incluye la publicación de artículos, así como la presentación de los resultados en congresos. Además de dar a conocer los datos sobre a todos los niveles; en institutos y universidades o a través de charlas, conferencias y foros.
Los lixiviados son sustancias líquidas que circulan entre los residuos que se encuentran principalmente en los vertederos. Su aspecto suele ser bastante desagradable, de color negro o amarillo. Se trata de una materia densa y que produce muy mal olor. A veces, también puede presentar restos de espuma. Suelen formarse durante los procesos de fermentación y descomposición de la materia orgánica acumulada. La filtración del agua procedente de la lluvia circula entre los residuos y arrastra compuestos químicos y materiales biológicos, lo cual genera un efluente –liquido de plantas industriales– muy contaminante. Para evitar o minimizar la aparición de los lixiviados es fundamental un correcto tratamiento de las basuras. Hoy en día, los sistemas de tratamiento más habituales se desarrollan en el mismo lugar en el que se encuentran los lixiviados. | J.D.M.
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