crisis hídrica | Testimonio desde el campo en primera persona

El grito de la sequía: «Si no llega agua a las medianías, la catástrofe es segura»

El viticultor Romeo Rodríguez denuncia que «la capacidad de las balsas del nordeste es cero»

Romeo Rodríguez, en primer plano, con la balsa  de Valle Molina, en Tegueste, al fondo, en una imagen reciente. | | E.D.

Romeo Rodríguez, en primer plano, con la balsa de Valle Molina, en Tegueste, al fondo, en una imagen reciente. | | E.D. / José Domingo Méndez

Santa Cruz de Tenerife

Si no llega agua a las medianías de Tenerife con urgencia, la catástrofe agrícola en el campo de la Isla es tan segura como inminente. Un grito de la sequía que lanza de manera contundente Romeo Rodríguez Herrera, viticultor con viñas en cuatro municipios de la comarca Nordeste: La Laguna. Tegueste, Tacoronte y El Sauzal. Este testimonio del campo en primera persona refleja que «la capacidad de las balsas en esta zona es a día de hoy, cero». Añade el productor que «todos los depósitos de Balten (Balsas de Tenerife) para surtir de agua a esta zona están ahora mismo vacíos». Una sequía que, subraya, «no es de ahora, de los últimos meses, ni siquiera a causa de este calor inusual, sino recurrente desde hace más de una década y lo denunciamos públicamente al menos a partir de tres años atrás».

Entiende Rodríguez que existe también «escasa transparencia de las administraciones públicas sobre qué sucede con el agua de riego». Cree en este sentido que «carecemos de información tanto los productores como la sociedad en general» y aclara que «el dato del 13% de capacidad de las balsas en la Isla será cierto, pero en esta zona es a día de hoy cero».

«Han sido frecuentes las comunicaciones y reivindicaciones a los responsables públicos, a lo largo de estos años» explica Rodríguez. Añade que «en los últimos tres se ha agravado la situación con continuos y frecuentes, cortes de agua o modulaciones en los cultivos situados en cotas superiores a los 200 metros sobre el nivel del mar». Subraya al respecto que «esto no ha servido para que se estudiaran y buscaran soluciones urgentes y prioritarias a un problema que se veía venir desde hace tiempo».

Romeo invita a «comprobar el estado en el que se encuentran las balsas que proporcionan el agua a nuestra comarca, Valle Molina y El Boquerón, una realidad de absoluta sequía que es extensible a las del resto de la Isla». Respecto al bombeo desde la Estación de Aguas Residuales (EDAR) del Nordeste, en Valle de Guerra (La Laguna) hasta la Balsa de Valle Molina, «apenas ha subido agua», valora. Además, «casi en su totalidad es consumida en las redes de los cultivos situados en la cota por debajo de la ubicación de la planta». Pese a ello, indica que «estamos muy contentos con la gestión de la EDAR y de la calidad del agua que inyecta en la red de Balten para la zona de costa, hasta los 200 metros de altitud». La EDAR del Nordeste es una depuradora y regeneradora de aguas residuales de la Comarca que utiliza la última tecnología de membranas (MBR) para retirar todos los sólidos del agua por un sistema de ultrafiltración y luego un sistema de EDR para bajar la conductividad del agua hasta unos 650 microsiemens aproximadamente. Balten es la encargada de distribuir esta agua regenerada a los agricultores de la zona. Se estima que actualmente llegan a la depuradora en torno a 4.000- 4.500 metros cúbicos de agua al día y toda se regenera para uso agrícola. El porcentaje de rechazo de salmuera es de un 15% aproximadamente.

En cuanto al bombeo desde la balsa de El Boquerón hasta el depósito de Fray Diego, en Tacoronte, Rodríguez matiza: «Se realiza en momentos muy puntuales y esporádicos, no llega a cubrir las necesidades de los cultivos en esa zona alta de Valle de Guerra y la baja de Tacoronte», resume. Considera que «esta falta de agua en la zona se traduce en el descenso en la presencia de agricultores los fines de semana en el Mercadillo».

«Agua salada»

En cuanto al agua que recibe la balsa de El Boquerón explica el viticultor «proviene en su mayoría de la depuradora de Santa Cruz, a través de El Tablero». Romeo señala que «además de ser inferior a 1.000 m3/día (2.000 pipas), su calidad agronómica es malísima» con una Conductividad Eléctrica (CE) en torno a 2,000, «prácticamente salada». Un agua con exceso de sales perjudica al cultivo y destruye el suelo fértil.

Romeo Rodríguez también opina sobre la posible solución apuntada por el consejero de Sector Primario del Cabildo de Tenerife, Valentín González: poner en funcionamiento la Desaladora El Chorrillo en Santa Cruz. Indica que «no se nos dice el volumen de agua a tratar ni el que tendremos disponible para el sector agrícola». Tampoco, apostilla, «los parámetros de calidad agronómica resultantes de dicho tratamiento». Y, por último, «ante esta creciente insuficiencia hídrica ¿cuál es la fecha prevista para tener esa agua disponible en nuestra comarca?».

El agricultor analiza los tres factores adversos señalados por las administraciones como fundamentales para explicar la crisis hídrica del campo tinerfeño. En primer lugar, la climatología, o sea el fuerte calor. Señala que «lo utilizan en los comunicados, para luego mantenerse en la inacción, sin aportar soluciones». En cuanto al incendio de agosto «apenas 1,5 metros cúbicos de agua es lo que transportaba cada helicóptero, a excepción del Kamov, cuyo volumen son 4,5». Además, «se nutrían de estanques en fincas particulares porque las balsas de Balten apenas contaban con altura de agua suficiente para no comprometer la seguridad del repostaje».

Sobre la inoperatividad de dos balsas –Montaña de Taco y Benijos– , debido al cambio de lona impermeabilizante, valora: «Quizás hubiera sido más efectivo elegir la previsión de la fecha y acelerar el tiempo de ejecución».

Romeo subraya: «Los datos referentes al agua acumulada en las Balsas de Norte son erróneos y lo corroboran las fotos». Insiste e que «están todas vacías o con apenas una lámina de agua cubriendo el lodo, lo cual las hace inviable su distribución por las redes debido a la gran concentración de material en suspensión que arrastraría».

El agricultor tinerfeño sostiene que «la superficie cultivada en la comarca ha ido en descenso en los últimos años, tal y como se desprende de los datos del Mapa de Cultivos». Por eso, interpreta que «ese 23.5% de aumento en la demanda de agua a Balten que se plantea, quizás venga motivado no tanto por el aumento de las temperaturas, sino por la excelente calidad de agua de la EDAR,

Romeo explica: «La falta de agua se manifiesta sobremanera en los agricultores que cultivan en cotas superiores a los 200 metros». Es decir, «las medianías de nuestra comarca y del resto de la Isla que padecen y sufren hace años la falta de agua para garantizar el desarrollo del ciclo completo de sus cultivos».

Rodríguez reflexiona: «Los cortes y restricciones en el suministro de Balten han sido una constante los últimos tres años y no se vislumbra un futuro prometedor». Es crítico: «La falta de soluciones está normalizada por los gestores públicos, sin proponer acciones urgentes y efectivas cuando no hay agua. No conocemos la merma en los caudales y la calidad del agua en pozos y galerías, mucha dirigida al consumo humano». Además, destaca «la falta de conocimiento y conciencia social, respecto a la realidad en cuanto a la necesidad de agua en nuestras islas». Por eso solicita «campañas fijas que lleguen a la ciudadanía para cuidar y a hacer cuidar nuestra agua porque hasta al tranvía le colocaron césped».

Escorrentías, gestión, vertidos...

Romeo Rodríguez se hace una serie de preguntas en voz alta sobre asuntos relacionados con el agua. Por ejemplo, sobre las escorrentías de la Vega lagunera o el Valle de Las Mercedes, dos de las zonas con mayor pluviometría de la Isla, ya que «han pasado 3 inviernos sin poder canalizar el agua del Barranco de Santos a Valle Molina y El Boquerón, debido a la rotura de la canalización en La Higuerita». Por otro lado, exige «una auditoria a la gestión del agua en los municipios», ya que en su opinión «se normaliza la enorme pérdida, superior al 50% (hasta un 62%), en las redes de distribución».

Se cuestiona asimismo qué pasa con las redes privadas de suministro y canalización; propone «una gestión insular para arrendar de manera fija aguas blancas (la de pozos y galerías) capaz de mantener las balsas en niveles mínimos del 50%». También apela a la respuesta institucional, «con razonamientos y argumentos», a las continuas declaraciones del ingeniero Carlos Soler en las que advierte de que «la actual fórmula de gestión del agua está equivocada».

Por último, quiere saber «cuanta agua se vierte al mar sin tratar». Recuerda que Juan Rumeu, presidente de la Asociación Canaria de Consultores Medioambientales, aseguró que en Tenerife se pierden en vertidos controlados millones de metros cúbicos al día de agua sin tratar, sin tener en cuenta los que no se controlan».

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