Rampas, cuerdas por las que escalar, estructuras con elementos para ir avanzando sin tocar el suelo... Y tierra, polvo, agua, fango. Un poco de todo. El Acuartelamiento de Hoya Fría se convirtió en la mañana de este domingo en imán para cientos de deportistas, familiares y amigos. El espacio militar albergó la décima edición de la CrossFast Race Cívico-Militar, una carrera de obstáculos con varias modalidades en función de la distancia o de si se realizaba de forma individual o en parejas. Una oportunidad para hacer deporte, divertirse y superarse a uno mismo, en la que se habían inscrito hasta 769 personas.
«Yo he participado en alguna prueba de estas y la verdad es que se pasa brutal», expresaba José Daniel Pérez, quien seguía la carrera en un terraplén con diferentes obstáculos situado por encima del recinto central, donde había estructuras diversas, bicicletas de spinning y hasta un autobar en una superficie de varios miles de metros cuadrados. «En los últimos meses he parado un poco y ahora estoy retomando, pero no me apunté porque todavía no tengo la forma de antes del verano. Vine porque un colega me dijo que él participaba y que si lo acompañaba. Y aquí estamos, animando», apuntó el espectador. «Se combina de todo un poco: gente que viene más a divertirse y que va avanzando como mejor puede y, también, hay nivel y participantes que están muy, muy fuertes», manifestó.
«¡Vamos, equipo junto!», les indicaba un miembro de la organización a quienes corrían en grupo. El público animaba a sus familiares o conocidos, grababa... «Vine con mi marido y mi nieto a ver a mi hijo, que está corriendo. La verdad es que tiene su mérito el esfuerzo que hacen», comentó Luisa, otra espectadora . «A mí me ponen a hacer una carrera así y no paso del primer kilómetro», bromeó.
La zona de salida estaba situada en la llamada plaza de Canarias del Acuartelamiento de Hoya Fría. En concreto, los primeros en salir fueron los de la tanda Élite, la más exigente de todas las modalidades. A continuación se fueron sucediendo las distintas modalidades durante toda la mañana. Se trata de una prueba que comenzó a celebrarse en 2013 en Hoya Fría (2013, 2014 y 2015) y que en 2016 se trasladó a la Dársena de Los Llanos, donde tuvo lugar en 2017 y 2018. «En 2019 se decide trasladar la prueba de nuevo al Acuartelamiento de Hoya Fría, donde permanece hasta la actualidad», recordaron desde el Ayuntamiento de Santa Cruz.
Ver la entrada a las instalaciones de Hoya Fría bastaba para intuir que la acogida del evento había sido buena. Decenas de coches esperaban en el exterior y accedían en grupos hasta la zona de aparcamientos. Mientras tanto, iban saliendo deportistas cargando mochilas de grandes dimensiones en dirección a algunas veredas de las inmediaciones del Acuartelamiento.
Miguel Rodríguez se movía por la zona principal del recinto. «Vengo con gente que entrena conmigo a ver si me animo para la próxima que organicen», afirmó. «Yo entreno en un crossfit y muchos de mis compañeros de entreno suelen participar en este tipo de pruebas, pero la verdad es que yo todavía no he estado en ninguna», dijo. ¿Y cuál es el principal atractivo? «Es una forma de entrenar cada día, por un lado, y después está la ilusión de venir, las sensaciones... En cualquier caso, hablo más por intuición que por lo que he vivido, porque, como digo, aún no me he inscrito en ninguna carrera de obstáculos», expuso.
En diez kilómetros, Javier Rodríguez y Elena Pulido ganaron en hombres y mujeres en Élite; Los Titanes y Wild Lions Girl, por equipos; Francisco Romero y Jonathan Rodríguez, por parejas; Sexy Team by LDM, en mixto, y Óscar Martín y Débora Sigut, en individual. En siete kilómetros vencieron Tinerfe Palmero y Francisco Delgado por parejas, mientras que en esta distancia, en individual, el primer clasificado en hombres fue Agustín Núñez y, en mujeres, Candy Rodríguez. Para finalizar, en la nueva categoría inaugurada en esta décima edición, la Can Crossfast, resultaron vencedores José Santos, con Akela, en hombres, y Cristina Martín, con Sunny, en mujeres, dueño y mascota que recorrieron juntos la distancia de tres kilómetros con más de diez obstáculos y pruebas.
El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, y la concejala de Deportes, Alicia Cebrián, asistieron a una entrega de premios en la que también estuvieron presentes el teniente general jefe del Mando de Canarias del Ejército de Tierra, Julio Salom; el general jefe de Estado Mayor de Canarias, Luis Cortés; el general jefe de la Brigada Canarias XVI, Ricardo Esteban; el coronel jefe del Regimiento de Infantería Tenerife 49, Ernesto Castro, y el brigada Fernando Rebenaque, director de la décima CrossFast Race Cívico-Militar.
Bermúdez puso de manifiesto el papel del Ejército, al que calificó de «uno de los grandes aliados de nuestra ciudad, ya que a lo largo de la historia de Santa Cruz han demostrado su predisposición en todo lo que se les ha pedido», y agregó que, «además, esta actividad constituye una magnífica oportunidad para que todo el mundo haya podido ver de primera mano, en una instalación castrense, las diversas técnicas y procedimientos empleados por los militares a diario parar mejorar su instrucción físico-militar».
Por su parte, la concejala de Deportes, Alicia Cebrián, percibió un «rotundo éxito» en esta décima convocatoria del CrossFast Race Cívico-Militar, «una prueba que está en el calendario de eventos de la ciudad y que apoyamos desde el Servicio de Deportes del Ayuntamiento por su interés y alto nivel, ya que todos los inscritos la afrontan como un gran reto a superar, en el que hay que realizar un recorrido lleno de obstáculos, con barro, agua y pasar por diferentes superficies». Y añadió: «Da la oportunidad al participante de realizar los ejercicios de entrenamiento que hacen los militares a diario para mejorar su instrucción físico-militar». También puso de relieve que fue «una jornada más que atractiva para todo aquel que disfrute con una competición de esta exigencia».