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México atraca en la capital

El buque escuela mexicano ‘Cuauhtémoc’, con 113 cadetes de la Escuela Naval Militar en su tripulación, arriba a Santa Cruz y tiende escalas para conocer sus instalaciones

Así cantan los tripulante del buque-escuela mexicano ‘Cauhtémoc’

Así cantan los tripulante del buque-escuela mexicano ‘Cauhtémoc’ Carsten W. Lauritsen

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Así cantan los tripulante del buque-escuela mexicano ‘Cauhtémoc’ Eduardo Cabellos

El muelle Ribera del Puerto de Santa Cruz acoge hasta el próximo martes al buque escuela mexicano, Cuauhtémoc, encargado de preparar a los cadetes de quinto año de la Escuela Naval Militar. Este crucero de instrucción, llamado Ibero-Bizantino 2023, recorre trece países a lo largo de su travesía. Comenzó su viaje en el puerto de Acapulco el pasado 1 de abril y llegará de vuelta a México el 4 de diciembre.

«Nuestro viaje dura ocho meses y mentalizarme para no ver más a mi familia es muy duro. Los primeros días pensé que esta vida no era para mí, pero ahora sé que al llegar a cada puerto voy a tener noticias de ellos». Son las palabras de Ángel Ernesto Rangel Espino (23 años), cadete de cuerpo general de la Heroica Escuela Naval Militar, embarcado en el Buque Escuela Velero Cuauhtémoc de la Armada Mexicana. El velero llegó ayer a Santa Cruz de Tenerife por segundo año consecutivo. Espino recordó lo complicado que fue para él embarcarse en este barco y dejar atrás a su familia para realizar sus prácticas de quinto año. «Cada vez que llego a un puerto lo primero que hago es hablar con ellos. Lo máximo que he estado incomunicado han sido 21 días», afirma.

Minutos antes de las diez de la mañana, el Cuauhtémoc hacía ondear una bandera enorme de México custodiada por sus cadetes y oficiales subidos a los mástiles. Mientras realizaban maniobras de atraque, la banda de música del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife interpretó los himnos de España y México, y posteriormente el pasodoble Islas Canarias. Las principales autoridades que arroparon al buque en su llegada fueron Óscar Arturo Esparza Vargas, de la Embajada de México en España, la cónsul honoraria de México en Santa Cruz de Tenerife, Ángeles Baca Herrejón, y el comandante naval de Tenerife, José María Fernández López. Todos ellos afirmaron que es «un gran honor» recibir a la tripulación de este velero que ha navegado por más de cinco meses llevando un mensaje de buena voluntad.

Partida en Acapulco

El buque de Cuauhtémoc inició su viaje en el puerto de Acapulco (México) el pasado 1 de abril, y regresó a su país el 4 de diciembre. Su estancia en Santa Cruz de Tenerife será de cuatro días. Estará atracado en el muelle de Ribera de la Dársena Los Llanos, frente al Cabildo. Cualquier ciudadano podrá acceder en el horario de visitas, desde las 10:00 horas hasta las 20:00, para recorrer sus instalaciones y conocer a la tripulación.

Comenzó su viaje en el puerto de Acapulco el 1 de abril y regresará a México el 4 de diciembre

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El velero, también conocido como el Embajador de los Mares, suma 36 vueltas alrededor del mundo. Este crucero de instrucción llamado Ibero-Bizantino 2023 visita 13 países a lo largo de su recorrido, en los que se incluye España. Los puertos de la Península que vistó fueron Gijón, Ibiza, A Coruña, Cádiz y, por último, Santa Cruz de Tenerife. Solo en esta travesía ha recorrido 26.000 millas náuticas. Tras visitar Estados Unidos y Cuba, el velero comenzó su viaje hacia los puertos europeos como el de Francia, Reino Unido, Turquía, Italia, Portugal y España. La capital tinerfeña es el punto de abastecimiento para cruzar el Atlántico y poner rumbo, el martes, a Colombia, Panamá, Guatemala y Ecuador.

Al subir, a mano izquierda, está la placa escuela que explica las bases y el compromiso del buque: «Nace como mexicano el día de su abanderamiento, con la misión de exaltar el espíritu marinero de los futuros oficiales de la Armada de México y con el juramento de su dotación de ofrendar hasta su último esfuerzo para hacer de él una digna y noble cuna donde se puedan continuar fortaleciendo las mentes y espíritus de aquellos que se embarquen en su seno, persiguiendo el objetivo de instruirse para servir mejor a su patria».

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Llegada al Puerto de Santa Cruz de Tenerife del buque escuela de la Armada mexicana 'Cuauhtémoc'

A la derecha se puede observar el escudo del velero, con la presencia del águila real con la serpiente, que también está presente en el centro de la bandera mexicana. En el centro, el barco llegando a oriente moviéndose con la fuerza del viento (situado a la derecha) y el trabajo de los tripulantes. La luna y las estrellas en la parte superior representan el modo antiguo de navegación que se utilizaba.

La misión principal

El comandante del buque, José Díaz Castillo, explicó en una sala interior, ambientada en la cultura mexicana, que la misión principal es entrenar a los cadetes. Asimismo, agradeció a los presentes por dedicar el espacio con la unidad para que puedan hacer llegar «el mensaje de paz y buena voluntad de todo el pueblo de México», reflexión que promueven desde que zarparon del puerto de Acapulco. «El carácter y la resiliencia» son algunos de los atributos que el mando resalta como «fundamentales» en los cadetes. Al mismo tiempo destacó la importancia de que todos los aprendices «refuercen sus valores como personas y aprendan a trabajar en equipo». «En esta ocasión nos acompañan 113 cadetes de quinto año. Este es el ambiente adecuado para someterlos a situaciones difíciles en la navegación. Es imposible que un buque de 1.800 toneladas de desplazamiento se mueva únicamente por las órdenes del comandante. Aquí toma mucha importancia el trabajo en equipo» subraya.

Una convivencia estrecha

La tripulación convive codo con codo los ocho meses en los que el velero surca los mares. En este tiempo, los marineros terminan formando relaciones más allá del compañerismo. El cadete Espino asegura que conoce a muchos de ellos desde el primer año de escuela, pero que en experiencias de este tipo «llegas a conocerlos realmente». «Es una parte bonita del buque, ya que al estar en contacto día y noche con los compañeros se crean relaciones especiales, también con personas que nunca había visto. Aquí se intensifica todo por lo que nos toca vivir», señaló.

El ‘Cuauhtémoc’ llega a Tenerife procedente de la Península y seguirá rumbo a América

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El cadete Espino añade que la actual travesía está siendo «serena», excepto «en el trayecto de Cuba a Boston, en el que vivimos una tormenta durante la cual el buque se movía bastante y hacía demasiado frío». «Todos lo recordamos como una experiencia horrible. Nos dio un poco de miedo. No nos dejaban salir a la cubierta». Sin embargo, asegura que el resto del trayecto se desarrolló con normalidad y han tenido una «navegación muy tranquila».

El Cuauhtémoc cuenta con 90 metros de eslora, 12 de manga, tres mástiles y 23 velas. Fue construido en 1981 en los Astilleros de Celaya, en Bilbao. Desde su botadura en el muelle de Santurce, el 24 de julio de 1982, el buque escuela militar ha navegado los océanos y mares formando a más de cuarenta generaciones.

Todos los cadetes a bordo cursan el quinto año de la carrera de cuerpo general, y están programados para graduarse el próximo verano como oficiales de la Armada de México para así comenzar la fase de preparación profesional.

En esta embarcación se centran en alistarlos como buenos marinos antes de convertirse en oficiales. El grado que adquieren con esta titulación es guardia marina. Posteriormente pasarán otro año más de prácticas y al acabar realizarán un examen con el que finalmente ascenderán al grado de teniente de corbeta y podrían comenzar a servir a su país. Para muchos es su primera travesía, pero no la última.

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