Por primera vez en mucho tiempo cuesta conseguir papas en Tenerife, un producto básico de la dieta isleña que empieza a convertirse en un lujo. Los supermercados de la Isla han comenzado a aplicar restricciones en la comercialización de los diferentes tipos de tubérculo de importación como consecuencia del cierre del mercado inglés por una plaga y la caída en un 60% de la producción de papa local, que ya se ha agotado tras la última recogida de la cosecha entre junio y julio.
La venta de papas se limita temporalmente a una malla de 3, 5 o 10 kilos por cliente, como aparece en los carteles que han aparecido en varios supermercados de la Isla. Estas restricciones tienen como objetivo evitar una situación similar a la vivida hace tres años con el efecto papel higiénico: la adquisición desenfrenada de este producto durante el inicio de la pandemia de la covid por la falsa creencia de que se iba a agotar. Las compras masivas de papel hicieron que se agotara en diversos supermercados. Por lo tanto, con esta medida quieren evitar el acaparamiento de las papas, después de detectar a personas que se llevaban grandes cantidades para especular o almacenar por el alarmismo.
Fue a mediados de julio cuando el Gobierno de Reino Unido emitió un comunicado en el que informaba que había localizado ejemplares adultos del escarabajo de Colorado. Esto provocó el cierre del mercado inglés, que es el principal que surte a Tenerife cuando se acaban las papas locales. Esta es una de plaga que apareció en Europa durante la primera Guerra Mundial. Pese a que las autoridades británicas aclaran que estos escarabajos no son peligrosos para la salud de los humanos ni de los animales, sí causan graves daños a los tubérculos y a algunas verduras. Su capacidad de propagacion es tal que las medidas son drásticas y pueden extenderse tres o cuatro años.
Los ‘súper’ de Tenerife intentan evitar con la medida el acaparamiento de papas en los hogares
El secretario general de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga), Theo Hernando, asegura que «el principal problema es que la gente está haciendo un acopio desmesurado de papas», y que, por lo tanto, «ahí sí estamos desabasteciendo el mercado nosotros mismos». Por tanto, los comercios intentan que la mayor cantidad posible de clientes tengan acceso a este artículo de alimentación básico, limitándolo a ciertas cantidades por compra. Manuel Reyes, presidente de la Cooperativa de las Medianías y productor de papas, manifiesta por su parte: «Me parece fuerte que un alimento que había en todos los hogares y era de producción propia haya llegado en tan poco tiempo a este escenario».
Más consecuencias de la crisis de la papa
Otra consecuencia de esta crisis de la papa es la subida de precios. En algunos lugares como el Mercado de La Laguna se ha cuadruplicado. Donde antes se encontraban las papas a 1,80 euros ahora están a 4,80 euros. Manuel Reyes aclara que esto viene de atrás, pues «los agricultores y las cooperativas nos quejamos desde la guerra de Ucrania y la inflación de que los precios se han incrementado una barbaridad y estamos generando pérdidas». Asimismo argumenta que «este año las papas ya se venían vendiendo mucho más caras», antes del cierre del mercado inglés, «debido a la sequía y al bajo rendimiento de la producción local».
En Canarias hay dos periodos de cosecha de la papa común: en mayo-junio y noviembre-diciembre. «Estamos a primeros de septiembre y la primera cosecha ya se acabó. Por eso hay muy pocas papas y la que queda, de importación, sube de precio», explica Pedro de la Paz, propietario del local 50 del Mercado de La Laguna. «A nosotros nos salvaban las que venían de Inglaterra en septiembre a 1,50 euros, pero con la plaga nos las quieren cobrar a este año a 2 euros o más. Por eso los importadores de aquí están buscando papas en Egipto o Túnez que salgan más baratas», matiza.
El algunos puntos como el Mercado de La Laguna el precio del kilo se ha cuadruplicado
Esta subida de precios depende también del lugar donde se venden. Hay grandes superficies comerciales donde se pueden encontrar a 2 euros, pero en cualquier caso se ha encarecido, lo que se suma a la dificultad de conseguir papas por primera vez en muchas décadas. En muchos de los súper se agotan por la mañana.
No obstante, antes de la plaga inglesa, este sector ya venía afectado por las altas temperaturas. «Cada vez es más complicado sacar adelante una cosecha de papas», subraya Manuel Reyes, de la Cooperativa de las Medianías. «En marzo hubo mucha sequía, ya que las temperaturas aumentaron hasta superar los 30 grados, y eso hace que se pierdan importantes cantidades», indica, al tiempo que asegura que «el año pasado rondábamos los 800.000 kilos, y este año cosechamos solo 300.000».