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Encuentran en Tenerife dos grandes canteras guanches para fabricar molinos

Los investigadores hallan restos de cabañas y unas 300 piezas que la población guanche dejó inacabadas

Presentación de la investigación sobre las canteras de molinos guanches en Las Cañadas Raúl Sánchez

Una investigación desarrollada por expertos de la Universidad de La Laguna (ULL) y de la empresa Prored ha localizado y estudiado en el Parque Nacional del Teide dos grandes canteras guanches para fabricar molinos de mano con roca volcánica porosa, la conocida como piedra molinera. Están ubicadas en las zonas de Los Corrales y en Cruz de Tea-Lomo de Chío, y pese a su antigüedad, se han conservado «prácticamente intactas». Los investigadores han catalogado unas 300 piezas que los guanches dejaron inacabadas en la cumbre tinerfeña.

Matilde Arnay de la Rosa y Efraín Marrero Salas son los coordinadores científicos de un equipo formado por Emilio González Reimers, Alberto Lacave Hernández, Hacomar Ruiz González e Ithaisa Abreu Hernández que desde 2015 trabaja en las investigaciones que han permitido presentar el Catálogo de molinos de mano guanches de Las Cañadas del Teide, un estudio de conservación de bienes arqueológicos en las canteras-taller en la alta montaña de Tenerife, editado por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno canario.

Juan Francisco Navarro, responsable de la sección de arqueología del Instituto de Estudios Canarios, fue el encargado de iniciar este jueves la presentación de una obra que «es fruto de años de investigación» de expertos como Matilde Arnay, Emilio González y Alberto Lacave, junto a los tres fundadores de Prored, a la que definió como «una de las empresas de gestión del patrimonio de mayor prestigio en la arqueología en Canarias».

Arnay subrayó que estas canteras se ubican en Las Cañadas porque allí la materia prima necesaria para la fabricación de estos molinos es «muy visible y accesible». Sin embargo, apenas existen investigaciones sobre esta herramienta fundamental para la población guanche, que además es un claro nexo de unión con las poblaciones del Norte de África. En 1950 se publicó uno de esos escasos estudios especializados, realizado por Elías Serra y Luis Diego Cuscoy, que describió una cantera de molinos guanches en la zona de Pedro Méndez, también en Las Cañadas, aunque de momento no se ha podido volver a localizar. Sí se conocen otras áreas de extracción de menor entidad en El Volcán Escondido, La Montañeta Negra, Los Tomillos o Los Chircheros, y al menos una, descubierta recientemente, en el Sur de la isla.

Acceso prohibido

Estas canteras guanches son zonas arqueológicas en estudio que no pueden visitarse y, además, se ubican fuera de senderos, por lo que no está permitido transitar por ellas sin los necesarios permisos. No son perceptibles para ojos profanos, por lo que se pueden causar daños involuntarios. Se trabaja en la futura organización de rutas guiadas que permitan su conocimiento y conservación.

Las dos más estudiadas, y protagonistas de esta investigación, se han hallado en un estado de conservación excelente, con abundantes restos de esta actividad que, según las conclusiones de estos expertos, requería de «unos conocimientos precisos y de un aprendizaje previo, por tratarse de un trabajo especializado». En el entorno de estas canteras se han localizado numerosas preformas, lascas, molinos inacabados y algunas herramientas de piedra necesarias para su elaboración.

La portada del Catálogo de Molino de Mano Guanches de Las Cañadas del Teide El Día

El estudio de todos estos restos ha permitido definir al menos cuatro fases del trabajo de elaboración de «uno de los objetos más identitarios de la cultura canaria». La primera fase es la de la selección de un bloque de piedra molinera con un tamaño y una forma adecuadas. La segunda consiste en empezar a darle forma circular mediante el lascado y piqueteado con otras herramientas de piedra más resistentes. Según Arnay, se trata del momento que requería una mayor especialización y habilidad, puesto que es cuando existe mayor riesgo de rotura, algo constatado por la gran cantidad de piezas rotas en esta etapa del trabajo.

La tercera fase es la de regularización de la superficie, la eliminación de aristas y la definición de la forma circular. La cuarta y última consiste en la elaboración de la perforación central, los hoyuelos de la parte superior para facilitar el movimiento del molino y el pulimento de toda la superficie.

Efraín Marrero añadió que esta investigación ha incluido el estudio de las cabañas o construcciones en superficie que se han encontrado en los alrededores de estas dos canteras. Seis en Cruz de Tea y al menos una en Los Corrales. Han podido determinar su uso como talleres para esta actividad, pero también como residencias estacionales. El hallazgo de una antigua hoguera y de una semilla de cebada carbonizada en Cruz de Tea sirvió para confirmar que estas canteras estaban en uso entre los siglos XIII y XV, aunque existen pruebas de presencia guanche en Las Cañadas al menos desde el siglo V.

Muy conocidos, pero poco estudiados

La materia prima utilizada para la fabricación de estos molinos de mano es una roca volcánica porosa, particularmente adecuada para lograr una trituración efectiva de los granos, un material que se encuentra con facilidad en zonas de las cumbres de la isla que forman parte del Parque Nacional del Teide. Según detallan los autores de este estudio, «por sus características pétreas los molinos se han conservado muy bien en los distintos yacimientos arqueológicos de Tenerife y son objetos que podemos ver expuestos con profusión en los distintos museos de la isla». Sin embargo, recalcan que «a pesar de su destacada presencia en el registro arqueológico, y de su indudable importancia entre los enseres domésticos guanches, los molinos de mano han sido sorprendentemente muy poco estudiados desde la perspectiva científica, sobre todo en lo que se refiere a los aspectos tecnológicos implicados en su producción». Una carencia que se trata de corregir con acciones como este catálogo de Molinos de mano guanches de las Cañadas del Teide, «un atlas científico de referencia también sobre su proceso de fabricación».


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