Estrenada la primera residencia para la discapacidad intelectual en La Victoria

Construido con financiación de la Corporación insular, el centro social puede acoger a 12 personas en sus 310 metros cuadrados

La consejera insular de Acción Social (izquierda) y el alcalde de La Victoria (con corbata), junto a técnicos y usuarios.

La consejera insular de Acción Social (izquierda) y el alcalde de La Victoria (con corbata), junto a técnicos y usuarios. / E. D.

E. D.

La Victoria de Acentejo estrenó este jueves su primera residencia para personas con discapacidad intelectual. El Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento victoriero inauguraron una residencia con capacidad para 12 usuarios y que se ha hecho gracias a una inversión de 400.000 euros, que han sido aportados por Corporación insular. El Ayuntamiento victoriero costeó una primera fase (60.000 euros) y cedió los dos inmuebles en desuso que en su día ocupó la antigua escuela unitaria del barrio de La Vera.

Ambos inmuebles, de una superficie de 310 metros cuadrados en total, han sido rehabilitados, unificados y transformados para albergar este recurso que busca, en palabras del alcalde de La Victoria, Juan Antonio García, que «personas con discapacidad intelectual puedan avanzar, mejorando su autonomía y apostando por su inclusión activa en la sociedad».

La primera fase de la residencia, que contó con seis plazas, comenzó a funcionar el 9 marzo de 2020, pero debido a la pandemia no pudo ser inaugurada entonces. Posee seis dormitorios dobles, tres salas de estar, cocina, comedor, un despacho, una lavandería y cuatro baños, tres adaptados. El acceso se realiza por su cota superior, lo que garantiza un itinerario accesible a todo el complejo, al tiempo que se crea un espacio de esparcimiento exterior, con amplia terraza y patio.

De la gestión se encarga un equipo de profesionales especializados que comprende cuatro cuidadores y un trabajador social a tiempo completo, así como a tiempo parcial un psicólogo, un terapeuta, un animador, un limpiador y un cocinero. El coste de los servicios durante dos años es de 667.900 euros, que son subvencionados al 100% por el Cabildo. La consejera insular de Acción Social, Marian Franquet, destacó que «esta residencia no solo mejora la calidad de vida de las personas con discapacidad sino también de sus familias».