Entrevista | Tomás Villar Director gerente del Hogar Santa Rita, el mayor geriátrico de Canarias

«¿Por qué ante tanta demanda hay 27 plazas públicas en Santa Rita sin ocupar?»

«Marián Franquet no es la persona adecuada para continuar al frente del IASS»

El director gerente del Hogar Santa Rita, Tomás Villar, durante su entrevista con EL DÍA, junto a un cartel que recuerda al padre Antonio. | r.s.

El director gerente del Hogar Santa Rita, Tomás Villar, durante su entrevista con EL DÍA, junto a un cartel que recuerda al padre Antonio. | r.s. / Raúl Sánchez

El director gerente del Hogar Santa Rita, Tomás Villar, defiende su gestión al frente del mayor geriátrico de Canarias. Asegura que las cuentas de la entidad están «presentadas y auditadas»; acusa al Cabildo de Tenerife de acumular, a través del IASS, deudas por valor de 1.288.000 euros y se pregunta «¿por qué con tanta necesidad y demanda que hay tenemos 27 plazas públicas en el Hogar Santa Rita sin ocupar?». 

¿Los trabajadores de Santa Rita ya han cobrado este mes?

A fecha de hoy (día 15), no se ha podido hacer frente a la nómina. Lamentamos profundamente esta situación y estamos desde hace tiempo intentando que deje de ocurrir. Como el padre Antonio decía siempre y nosotros compartimos, los trabajadores son lo primero. Y en eso estamos.

¿Por qué no están pagando las nóminas del 1 al 5 de cada mes?

La cuestión es sencilla. Nosotros hasta 2020 teníamos una situación financiera buena. Incluso podríamos decir que notable. Llevábamos las cosas muy bien. Se cobraba en tiempo y forma y no teníamos problemas. Pero en 2020, con la pandemia, surgen los problemas, sobre todo porque los gastos sanitarios crecieron mucho y nadie nos apoyó. Y el problema grave empieza el día 28 de diciembre de 2021.

¿Qué ocurrió ese día?

Pues que el Cabildo, a través de Marián Franquet, cita al patronato a una reunión en el Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS). Nos sorprendió que citara a la Junta de Patronos, cuando lo habitual era reunirse con la Gerencia. Allí nos dice que nuestro trabajo era malo y que se disponían a hacer una reducción de las plazas concertadas de forma unilateral. Eso rompe el convenio y nos afecta mucho en lo económico. Durante tres meses no pudimos facturar casi 300.000 euros y eso eran los remanentes que utilizábamos. Esa reducción de plazas nos dio en la quilla del barco. Además, ya sufríamos la rémora de los precios. Tenemos un convenio plurianual 2019-2021, con unos precios que solamente se subieron en 2020 (2,72 euros por plaza). Estamos en 2023. El convenio de los trabajadores también subió un 8,5% y aumentaron los precios de la luz, que pasó de 14.000 a 37.000 euros; la limpieza; el material... Eso generó muchos gastos inesperados, lo que ha afectado a nuestra economía. Y si a eso añadimos todo lo que está sucediendo, con tanta información tergiversada y tantas mentiras... eso ha provocado que no podamos atender a los trabajadores como merecen.

¿Se han reducido las altas de nuevos residentes estos años?

Sí, ese es otro factor a tener en cuenta. En 2020 se redujo por la pandemia y esos ingresos fueron menguando. En 2021 fue a más, porque ya por normativa no se dejaba ingresar. Tenemos menos ingresos, menos donativos y, al mismo tiempo, suben gastos. Eso genera un totum revolutum que para nosotros ha sido fatal.

Usted ha dicho a los sindicatos que el IASS paga tarde...

Nosotros, de toda la vida, hemos tenido buena relación con el IASS. Hemos tenido convenios y contactos con personas maravillosas, con políticos maravillosos, pero la cosa cambió en 2020 tras la incorporación de los nuevos gestores del Cabildo y del IASS. No entendemos la fijación de Marián Franquet con nosotros. Una persona que dice que Tomás Villar no es el adecuado para gestionar Santa Rita. Y yo podría decir también que Marián Franquet no es la persona adecuada para continuar al frente del IASS y a las pruebas me remito. Han sido tres años de incertidumbre, de no saber cuándo cobramos, tres años en los que no suben precios, tres años de críticas a la calidad, tres años de no saber, de no llamarnos, de no visitarnos, de reducir plazas, de no tener un entente cordiale.

¿Tanto les afectó esa reducción temporal de plazas?

Fueron tres meses con unas cuarenta plazas menos. En dinero son casi 300.000 euros menos. El problema es que nosotros mantuvimos nuestra plantilla y eso nos ha afectado. Y todo con el argumento de la baja calidad. En esa reunión del 28 de diciembre de 2021, le dije que si tenían alguna duda de nuestro trabajo, ¿por qué en los tres años previos nadie había acudido al centro? Por obligación del convenio, tenían que venir. Pero por aquí no habían aparecido. A 9 de marzo de 2023, el Cabildo, a través del IASS, nos debía 1.288.000 euros.

¿A qué corresponde la deuda?

Corresponde a la facturación de diciembre de 2022, enero de 2023 y febrero de 2023. Nuestro convenio dice perfectamente que los pagos se harán a mes vencido. A 9 de marzo no habíamos cobrado los tres meses anteriores. Se lo dijimos al Comité de Empresa, se lo dijimos a los trabajadores. Eso ha originado la situación actual y toda esta revolución a nivel social, en prensa, radio, televisión... campañas orquestadas por quién sabe. No quiero dar nombres. Eso provoca que los trabajadores se solivianten y, con razón, porque no tienen sus ingresos.

¿No pueden pedir un préstamo a los bancos para pagar?

Los bancos con los que estamos trabajando de toda la vida están con la mosca detrás de la oreja por lo que está pasando y nos preguntan: ¿qué pasa en Santa Rita? Nuestros bancos siempre han estado con nosotros. Hemos sobrevivido antes con su ayuda. Pero ahora algunos nos acusan de oscurantismo en las cuentas, de ser opacos y eso afecta. A día de hoy, gracias a Dios, tenemos un pasivo que ya quisiera tener cualquier empresa. Ya quisieran tener un patrimonio como el nuestro y un pasivo como el nuestro. Pero claro, también entiendo a las entidades bancarias cuando le entran dudas viendo todo lo que sale por ahí. Lo que está pasando es que hay una campaña contra una fundación que lleva 33 años dando el callo. ¿Por qué? Pues no lo sé. Podría decirse que en nuestro sector esta es, entre comillas, la mejor empresa de Canarias. Tenemos un patrimonio neto de casi 20 millones de euros, que es nuestra infraestructura, la maravilla que creó el padre Antonio y de la que nosotros somos continuadores. Y las deudas son ínfimas.

¿Entonces por qué no le prestan dinero los bancos?

Sencillamente, y en mi opinión, por la bulla que está en el ambiente. Nosotros hemos tenido siempre pólizas de crédito, pero si sale Marián Franquet diciendo que no estamos capacitados... Por sensibilidad, les hemos pedido que nos abonen los meses que nos adeudan para que así los bancos entiendan que estamos fuertes. Pero nos dicen que no y desde el IASS nos contestan que tenemos que tener recursos propios para estas circunstancias. Y yo le respondo que somos una fundación, que nosotros no vendemos nada, que prestamos servicios. ¿A qué viene esto? Entiendo que se debe a la cruzada que están llevando contra nosotros, sobre todo Marián Franquet. Y lo digo con todas las letras: el Hogar Santa Rita merece un respeto.

¿Ustedes sostienen que el Cabildo, a través del IASS, los está ahogando económicamente?

Exactamente, el Cabildo de Tenerife, a través del IASS, nos está ahogando económicamente. Y esto no tiene sentido. En la primera modificación unilateral del convenio, de reducción de plazas, vinieron los técnicos del Cabildo y del IASS. Y los informes de esos técnicos concluyeron el Hogar Santa Rita estaba en una situación óptima para el servicio. Y el 27 de febrero nos plantearon otra modificación del convenio que es una locura.

¿Se han negado a incorporar al Cabildo al patronato que gestiona la Fundación?

Cuando nos solicitaron por vía oficial integrarse en la Junta de Patronos, nosotros nos reunimos y la Junta de Patronos analizó la solicitud. Incluso se le invitó a venir aquí, vino y se sentó con nosotros para explicar lo que quería lograr.

¿Marián Franquet se reunió con la Junta de Patronos?

Sí, sí. Y expresó lo que quiso a la Junta de Patronos, que después tomó la decisión, y se la comunicamos dos veces. El patronato decidió que se invitaría a Franquet o a quien represente al IASS a todas las juntas del patronato. Sin voto, pero con voz, pero sólo en lo relacionado con el convenio que tenemos entre ambas entidades. Se lo enviamos dos veces y dos veces no contestaron. Nosotros no nos negamos a que entren en las reuniones del patronato. Esa invitación no les convence y nos dicen que o entran a su manera o tomarán medidas como hacer un convenio específico.

¿Qué cambios implica ese nuevo convenio específico?

Hemos hecho nuestras alegaciones contra ese convenio y también acudiremos al Diputado del Común. Nos acusa de opacos y dice que no saben a dónde está yendo un dinero que califica como subvenciones. Pero, señora, ¿usted llama subvenciones a una compensación por prestación de servicios? El IASS tiene concertada con nosotros 274 camas residenciales.

¿Cuánto dinero público reciben ustedes cada mes?

Unos 450.000 euros, pero no son subvenciones. Es lo que nos pagan por atender a personas. Son 64,39 euros al día por una persona de medio requerimiento y 53,55 euros por persona de bajo requerimiento. Precios de 2020, insisto, y por eso estamos reclamando por lo menos

5,10 euros más para poder subsistir. Volviendo al convenio. De esas 274 plazas concertadas, están ocupadas 247. Afortunadamente, entre comillas, esas plazas reservadas también las cobramos, pero nos preguntamos: ¿por qué a fecha de hoy, con tanta necesidad que hay, tenemos 27 plazas públicas en el Hogar Santa Rita sin ocupar? Nosotros las tenemos, pero el Cabildo las paga y no las usa.

¿Qué dice el nuevo convenio?

Pues, por ejemplo, nos quieren obligar a llevar, después de 33 años, dos contabilidades. Una para la parte pública y otra para la parte privada. Además, quieren que separemos a los trabajadores. Esa es la locura que Franquet quiere interponernos por no haber admitido su integración en la Junta de Patronato. ¿Cómo vamos a separar gastos como el agua o la luz? Hace cinco meses nos pidió las cuentas y nosotros le contestamos que el Patronato de Fundaciones del Gobierno de Canarias las tiene.

¿Han cumplido con su obligación de presentar las cuentas?

Nosotros tenemos que presentarlas cada año. Y las presentamos y, además, desde hace años tenemos un auditor externo. Las cuentas están en el Protectorado de Fundaciones Canarias. Es una obligación. Están todas presentadas y las de 2022 se presentan este año. En ese convenio además, Franquet nos exige la incorporación a la fundación Santa Rita de una comisión de seis personas.

¿Esas seis personas serían técnicos del IASS y del Cabildo?

Correcto. Pero ya no se conforma con eso, porque para más inri, dice que mientras estén trabajando en ese nuevo convenio no nos van a pagar. Fíjate tú. Ni enero ni febrero, que son meses ya trabajados. Y me imagino que marzo tampoco. Si no firmamos este convenio... En 2017 tuvimos un superávit de 597.000. En 2018, superávit de 518.000; en 2019, superávit de 1,3 millones de euros; en 2020, superávit de 751.000 euros. Para que se vea que no sabemos gestionar, que no somos las personas adecuadas para gestionar Santa Rita. En 2021, pese a la pandemia, el aumento de precios y la falta de residentes, sólo perdimos 267.000 euros. Y en 2022, que aún está sin cerrar, ya perdimos unos 863.000 euros. ¿Por qué? Por todo lo que hemos dicho.

¿El Hogar Santa Rita funciona bien en la actualidad?

Por supuesto. Ellos hablan de baja calidad, pero estamos acreditados por el Gobierno de Canarias hasta 2025. El centro tiene varias certificaciones de calidad y tenemos 435 trabajadores. Pero claro, esta señora se permite el lujo de decir lo que dice. Respeto a los periodistas, pero no respeto la mentira.

¿Su hijo forma parte del Patronato de la Fundación?

Mi hijo trabaja aquí, lleva dos o tres años y se ha ganado el pan como todos. El padre Antonio tenía a muchas familias trabajando.

¿Qué función despeña su hijo?

Gestión de calidad.

¿Él forma parte del Patronato?

No, no está en el Patronato. Ahora mismo hay 306 miembros de la Junta de Fundadores, que es la asamblea general. Cada año, el padre Antonio incorporaba 10, 12 ó 15 personas. Este año, después de tres años sin sumar a nadie, decidimos incorporar a 12 personas a esa Junta de Fundadores, entre las que está él, porque la gente fallece, se va o no participa. Por eso se ha incorporado. Se ha llevado a junta, se ha llevado a asamblea y se ha aprobado casi por unanimidad. El patronato lo siguen componiendo 9 personas. Estamos cansados de faltas de respeto y de mentiras respecto.

¿Mejorarán esa primera oferta que hicieron al Cabildo y al IASS para entrar en el patronato?

Lo hemos hablado y se lo hemos dicho. No nos hemos quedado quietos, hemos hablado con asesores. Todo en la vida tiene sus limitaciones y, en el futuro, sea corto, a medio o a largo plazo, esta fundación debe tomar sus decisiones en connivencia con las instituciones públicas. Pero todo eso tiene que ser de forma sosegada, tranquila.

¿Están abiertos a que las administraciones públicas entren en la gestión de Santa Rita?

En el próximo futuro, por supuesto que sí.

¿Con otras personas al frente de esas instituciones?

Con los que fuera... aunque, hombre, con Marián Franquet seguro que no. Han sido 3 años de sufrimiento con esta señora y creemos que no está capacitada para llevar a una institución como esta.

Personas relacionadas con la fundación les han acusado de oscurantismo y mala gestión, incluso les han denunciado...

Sí, pero nosotros no sabemos si hay o no hay denuncias.

¿No les han notificado nada?

Nada en absoluto.

Se lo pregunto directamente, ¿usted se ha llevado dinero de la Fundación Hogar Santa Rita?

En absoluto. Me ha costado sufrimiento, me ha costado un infarto... Aparte de mi sueldo, nada más. He estado con el padre Antonio desde los 18 años, desde la iglesia de San Bartolomé. Hasta su fallecimiento, fui su contable general. Él fue el que dijo tú vas a ser el gerente en el futuro. Esto me ha costado la salud, sufrí un infarto, tengo cuatro stent en mi cuerpo, pero lo que más quiero es que esta Fundación funcione. Quiero limar las perezas con todo el mundo. No quiero problemas con nadie.

También les han acusado de dilapidar el patrimonio de la fundación, de vender propiedades...

En absoluto, y me explico. Antes de vender, las fundaciones estamos obligadas a informar primero la Junta de Patronos, y tiene que haber una certificación para cualquier movimiento. Y lo segundo, tenemos que comunicar y pedir permiso al Protectorado de Fundaciones de Canarias, que responde sí o no a cualquier venta. Además, y como tercera garantía, cualquier notario que se precie exige toda esa documentación y no dejaría pasar ni una. Me sonrío cuando oigo eso que estamos dilapidando. Hay garantías y controles estrictos.

Respecto al proceso judicial por la intervención sanitaria, ¿tiene alguna novedad?

Lo espero con total tranquilidad, porque tengo la conciencia muy tranquila. Está en instrucción y la Fiscalía ha pedido una prórroga que se cumplía en mayo. Esta sub iudice y no voy a comentar nada.

Después de tantas críticas, ¿se ha planteado dimitir?

La palabra dimisión no existe en una fundación. Eso lo tengo claro. Es la Junta de Patronos la que me ha aceptado y la que me tiene que decir que no cuenta conmigo. Yo creo que el trabajo es bueno y a las pruebas me remito. Veníamos hace 12 años, dicho con todo el cariño, de una situación caótica. Si comparamos la situación que hoy tenemos, creo que es para decir, que el trabajo ha sido excelente.

¿Qué piensa cuándo autoridades, sindicatos y trabajadores dicen que usted no es la persona adecuada para este puesto?

Es muy duro, porque absolutamente todo y toda la documentación que tenemos refrenda que eso no es así. Lo que pasa es que dar explicaciones todos los días es complicado. ¿Qué puedo decir? que las cosas están bien, que se demuestran con papeles y que las cuentas están donde tienen que estar.

¿Entiende que los trabajadores protesten por no cobrar?

Yo entiendo que se pueden manifestar, por supuesto. Es un derecho. Pueden protestar, pueden concentrarse, pero siempre desde la educación y el respeto, porque las concentraciones han sido por retrasos en el pago, no por no pagar. Creo que hay una diferencia. Cuando ves que te faltan al respeto, que te dicen cosas, que hablan de cosas que no son... Pues duele. Nadie puede pedir una dimisión de una persona que ha trabajado aquí 30 años, solamente la Junta de Patronos o el presidente.

¿No se ha planteado si yo soy el problema, me voy?

Soy humano, pero el arraigo que tengo con el padre Antonio ha sido mi vida. Él es mi mentor y con él he trabajado 30 años. Me precio de ser su amigo y creo que sería ilógico, y se lo he dicho la Junta de Patronos, abandonar ahora el barco. Cuando tenga que dejar este barco, lo haré, pero con la cabeza bien alta.

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