Los Silos busca a sus represaliados

El hallazgo entre 1972 y 2010 de los restos humanos de cinco personas en un erial de la costa de Los Silos, cerca de la ensenada de Piedra de las Viejas y Caleta de Funche, abrió numerosos interrogantes que se quieren resolver 51 años después de la aparición de un primer cadáver, con restos de vestimenta, en un barranquillo de esta zona de la Isla Baja. El Ayuntamiento de Los Silos ha presentado un proyecto de recuperación de la memoria histórica, que será financiado con 8.800 euros por el Cabildo de Tenerife y con otros 1.200 euros aportados por el Consistorio, con el principal objetivo es determinar si esos cuerpos descubiertos en 1972, 1979 y 2010 son los de los primeros de represaliados de la dictadura franquista que se hallan en la isla de Tenerife, después de las infructuosas búsquedas en el Parque Nacional del Teide o en el cementerio lagunero de San Juan.

Este paraje aún inhóspito, rodeado de invernaderos y zonas de cultivo, puede escribir páginas claves en la historia de la represión del bando franquista tras el golpe de estado del 18 de julio de 1936 en la isla de Tenerife. El Ayuntamiento de Los Silos es uno de los 12 que ha logrado financiación, gracias a la propuesta más detallada y completa para arrojar luz sobre un periodo oscuro. Otro estudio financiado por la Consejería de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, desarrollado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Tenerife, permitió elaborar una lista contrastada de 182 víctimas mortales relacionadas directamente con la represión generada durante el franquismo en Tenerife. En esa lista hay personas desaparecidas, fallecidas por ejecuciones extrajudiciales, por consejo de guerra o como consecuencia de las acciones represivas. En la mayoría de los casos se trataba de hombres jóvenes, con edades próximas a los 30 años, integrantes de organizaciones obreras o de partidos de izquierdas.

Esa investigación previa, realizada entre noviembre de 2020 y abril de 2021 por las arqueólogas de la Universidad de La Laguna (ULL) Nuria Álvarez Rodríguez y Laura Bencomo Fernández, permite contar con una lista concreta de desaparecidos; fallecidos por torturas, asesinatos perpetrados por miembros de Falange o de la Guardia Civil o muertos a consecuencia de enfermedades contraídas en prisión, y fusilados de forma oficial en esta isla, los más conocidos hasta la fecha por la existencia de fuentes documentales, ya que se conservan las causas militares que los condenaron a la pena de muerte. Además, en ese estudio hay datos preliminares de otros 40 desaparecidos, aunque otras fuentes elevan la cifra de víctimas en Canarias por encima de las 3.000. Tras la dura represión de los primeros días tras el golpe del 18 de julio de 1936 y más de 40 años de dictadura y silencio, resulta muy difícil arrojar luz sobre tantas desapariciones que se cree que tuvieron en el mar que rodea a las islas una gran e inescrutable fosa común.

La tradición oral habla del mar, las cuevas, las simas, los pozos, el monte, las cunetas y los rincones de los cementerios como el destino final de muchos represaliados. Pese a los esfuerzos y las investigaciones realizadas, hasta ahora no se ha conseguido hallar ningún resto humano de víctimas de la represión en esa época. Algo que sí ha sucedido en La Palma, con la exhumación de cuerpos en Fuencaliente, o en Gran Canaria, con la apertura de los pozos de Arucas y Tenoya.

Los primeros restos de Tenerife

Si este proyecto silense logra confirmar que los restos de estas cinco personas pertenecen a la etapa inmediatamente posterior al golpe de estado franquista, como apuntan los indicios recabados de forma previa, serían los primeros restos de represaliados que se encuentran en Tenerife después de intensas búsquedas en lugares como el Teide o el cementerio de San Juan, en La Laguna.

La intervención arqueológica de urgencia y la investigación documental planteada para la costa de Los Silos pretenden demostrar la relación de estos restos óseos con la represión franquista durante la Guerra Civil Española (1936-1939) o la posterior dictadura. El primer cadáver se encontró en 1972 en un pequeño barranquillo cercano a la Piedra de las Viejas, gracias a la erosión, que dejó a la vista los huesos y los restos de vestimenta de una persona. En su día, la policía científica del régimen los analizó y trasladó hasta un juzgado de Icod de los Vinos. Sin que hasta la fecha haya trascendido el contenido de aquellos informes.

Los huesos de 1979

Siete años después, en 1979, la intervención de máquinas excavadoras sacó a la superficie los restos de tres personas en el entorno de Caleta de Funche. Allí se quiere ejecutar ahora una intervención arqueológica que permita aclarar si el cuerpo que permanece en el lugar y los dos entregados a otro juzgado de Icod de los Vinos son, como señaló el secretario judicial por motivos que aún se desconocen, «de la Guerra Civil Española». Testigos de aquella exhumación sostienen que en al menos uno de los cráneos se podía observar un orificio causado posiblemente por un impacto de bala.

El último hallazgo, el de una quinta persona, se produjo en el año 2010 en la misma zona. Aquellos restos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife. Los promotores de esta investigación esperan poder divulgar el contenido de aquel informe. Será una de las tareas previstas en la fase de investigación documental, cuando toque analizar toda la documentación relacionada con el levantamiento de los cinco cadáveres, además de la información con la represión franquista en Los Silos.

Néstor García Lázaro, doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), y Juan Evaristo Armas Herrera, técnico arqueológico, serán los encargados de realizar, en un periodo aproximado de dos meses, este proyecto de recuperación de la memoria histórica que prevé un sondeo arqueológico de urgencia en una zona «expuesta a la acción erosiva del mar y afectada por derrumbes»; la solicitud y análisis de los informes forenses emitidos por los funcionarios de los juzgados de Icod de los Vinos implicados en estos hallazgos, y el rescate y dignificación de los restos de unas personas que fallecieron hace décadas y a las que nadie ha prestado demasiada atención hasta ahora. Sólo tratar de determinar quiénes son y por qué sus cuerpos aparecieron allí justifica el reto que se abre ahora en la costa de Los Silos.

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