Tenerife impulsa el primer proyecto de energía fotovoltaica flotante en Canarias

La iniciativa convertirá la balsa de San Antonio, en La Matanza, en un banco de pruebas para extender el modelo que resulte más eficiente a los otros 20 estanques de la Isla

El consejero Javier Parrilla, primero por la derecha, señala el diagrama de la instalación en presencia del alcalde matancero y técnicos de Balten.

El consejero Javier Parrilla, primero por la derecha, señala el diagrama de la instalación en presencia del alcalde matancero y técnicos de Balten. / E. D.

El Cabildo de Tenerife impulsa el primer proyecto de energía fotovoltaica flotante de Canarias. El presidente insular, Pedro Martín, destaca que se trata de una iniciativa «pionera» que convertirá a la balsa de San Antonio –ubicada en La Matanza de Acentejo– en un banco de pruebas de tecnología fotovoltaica flotante, cuyas conclusiones servirán para el desarrollo e implantación de esta tecnología en la Isla. Por su parte, el consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Javier Parrilla, explica que «se colocarán hasta tres tipos distintos de generadores para estudiar los rendimientos de cada uno de ellos y escoger la opción más eficiente, que será la que replicaremos en el resto de balsas». La red insular abarca otras veinte infraestructuras por toda la geografía tinerfeña. De norte a sur de Tenerife.

Proyecto piloto

La empresa pública Balsas de Tenerife (Balten), dependiente de la Corporación Insular, presentó esta semana el proyecto piloto para la instalación de un sistema de placas solares flotantes en la balsa matancera. El presidente insular, Pedro Martín, destaca la iniciativa «pionera en Canarias» que convertirá a San Antonio en un laboratorio para determinar el posterior desarrollo e implantación de esta tecnología en el resto de la Isla». A la presentación también asistieron el alcalde de La Matanza, Ignacio Rodríguez Jorge, y la gerente de Balten, Ana Sánchez.

Licitación

El proyecto, que saldrá a licitación pública en las próximas semanas, cuenta con un presupuesto estimado de 431.353 euros, con cargo a los fondos Next Generation de la Unión Europea (UE) , y permitirá la instalación de 128 paneles solares monofaciales de 445 vatios (W) y 128 bifaciales de 445 W con la idea de poder estudiar y comparar ambos módulos fotovoltaicos.

Investigación

Se plantean cuatro grandes bloques de investigación. En primer lugar, el energético-económico, en el que se valorará la producción total e individual de los generadores, el comportamiento del consumo del bombeo o la eficiencia de los paneles fotovoltaicos, entre otros aspectos. En segundo término, el estudio ambiental, centrado en el control del impacto de la instalación, la eutrofización de las aguas –aporte en exceso de nutrientes inorgánicos procedentes de actividades humanas– que produce una proliferación descontrolada de algas fitoplanctónicas y provoca efectos adversos en las masas de agua afectadas, el oxígeno, temperatura o pH, entre otros.

La tercera línea de trabajo de este proyecto sostenible es la del ámbito meteorológico (control de los parámetros y del recurso solar incidente) y, por último, el estructural (control de los parámetros de las estructuras flotantes de las plantas).

Javier Parrilla recuerda que las placas solares flotantes reducen la evaporación hasta un 33 por ciento, mejoran la calidad del agua (al generar sombras que evitan la eutrofización), y favorecen el mantenimiento de las balsas, al producirse menos lodos. Además, no consumen suelo y generan un 10 por ciento más de energía al refrigerarse el panel.

La actuación se enmarca dentro del Plan de Reequilibrio Energético puesto en marcha por el Cabildo, a través de Balten, y dotado con 1,5 millones de euros. El objetivo es reducir los costes energéticos y medioambientales en ocho instalaciones de la entidad dependiente, limitando las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Clave para el riego

La balsa de San Antonio riega aproximadamente 800 hectáreas de cultivo. En concreto, distribuye por gravedad a las medianías de La Victoria y La Matanza, y dos sistemas de bombeo permiten llevar agua hasta Pino Alto en Santa Úrsula y Fray Diego en Tacoronte. Tiene una capacidad 157.008 metros cúbicos. Las 16 de Norte de Tenerife pueden almacenar 3.434.542. En el cierre del año pasado, en diciembre, últimos datos conocidos, San Antonio estaba al 60% de llenado y las infraestructuras norteñas al 30% aunque dos de las mayores, Montaña de Taco, en Buenavista, y Benijos están vacías por obras de impermeabilización.

Agua regenerada

El Cabildo de Tenerife ha insistido durante todo el mandato actual en la importancia del agua regenerada para el sector primario como garantía del riego agrícola. Balten destaca la importancia del sistema para la estabilidad del suministro en momentos con índices pluviométricos bajos. La red insular consta de 21 balsas, con una capacidad total superior a cinco millones de metros cúbicos. De ellos, 3.4 se almacenan en la vertiente norte y 1.6 en la sur.

Suscríbete para seguir leyendo