Un estudio técnico niega la destrucción de yacimientos en la obra del complejo turístico Cuna del Alma

La empresa Arqueocanaria es la responsable de la prospección de 2018 y de la excavación de 2019

Infografía del complejo turístico Cuna del Alma, en El Puertito de Adeje.

Infografía del complejo turístico Cuna del Alma, en El Puertito de Adeje. / EL DÍA

J. A. M.

El director técnico de Arqueocanaria, Valentín Barroso, asegura que no hubo destrucción de yacimientos arqueológicos en la zona en la que se realizan las obras del complejo turístico Cuna del Alma, en El Puertito de Adeje. Esta empresa, con sede en Santa María de Guía (Gran Canaria), es la responsable de la prospección arqueológica realizada en 2018 y de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en 2019. Las memorias de ambas intervenciones fueron enviadas entonces al Ayuntamiento de Adeje y a la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac), para la autorización de las obras de urbanización. La misma llegó meses después y la Cotmac lo comunicó al Consistorio adejero y al Cabildo de Tenerife.

Las obras están paralizadas desde que lo ordenó, el 2 de diciembre de 2022, la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno canario por el hallazgo de «nuevas manifestaciones rupestres». Previamente, el 31 de mayo, la Dirección Insular de Planificación del Territorio y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife aplicó la primera suspensión cautelar por la destrucción parcial de restos arqueológicos, medida que ratificó el 28 de junio. La Alta Inspección de la Dirección General de Patrimonio Cultural constató, en su visita a la zona del 12 de julio, la afección a un yacimiento «con un gran potencial (PA4)».

Según detalla Valentín Barroso, el grabado que motivó que el Gobierno de Canarias paralizara los trabajos «tiene el tamaño de una caja de fósforos y se sitúa en el centro de una extensión similar a siete campos de fútbol, que siempre ha sido una zona protegida». Según se detalla en el proyecto, «esta zona va a tener una serie de caminos peatonales abiertos al uso público y, perfectamente señalizada y conservada, podrá ser de disfrute público, con los grabados perfectamente musealizados y protegidos».

El arqueólogo insiste en que, salvo la afección a una pequeña parte del yacimiento PA4, «no se han destruido yacimientos arqueológicos, como se ha dicho sin base científica ni documental alguna. Todo lo demás está perfectamente conservado: los grabados y las cabañas con el material arqueológico asociado».

Barroso asegura que los estudios arqueológicos en Cuna del Alma «se realizaron de forma escrupulosa» y que la información siempre ha estado disponible para consulta. Explica que «en septiembre de 2018, la promotora entregó al Ayuntamiento el informe para la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias con toda la información sobre los yacimientos registrados y las propuestas de actuaciones para proteger cada uno de los elementos que tenían importancia». El director técnico de Arqueocanaria sostiene que «en aquel momento, la Cotmac lo da por bueno y lo reenvía en octubre de 2018 al Ayuntamiento, diciendo que ya hay prospección arqueológica y, en consecuencia, se puede llevar a cabo el proyecto».

El experto destaca que «durante las labores de prospección arqueológica se identificaron 37 elementos, que se completaron en 2019 con excavaciones complementarias para aclarar la importancia y cronología de determinados restos arqueológicos».

Yacimiento situado en la zona baja.

Yacimiento situado en la zona baja. / EL DÍA

Existen tres yacimientos

Por lo que respecta al patrimonio cultural, en los terrenos propiedad de la empresa promotora, Segunda Casa Adeje, SL, existieron tres yacimientos prehispánicos: uno en la parte baja, en un promontorio cercano al mar, con los restos de una cabaña guanche muy desmantelada porque ha sido utilizada por los campistas desde hace décadas.

Yacimiento situado en la zona media.

Yacimiento situado en la zona media. / EL DÍA

El segundo, ubicado en la zona media de la urbanización, que fue destruido con la construcción de una edificación a mediados del siglo XX y del que son visibles los restos dispersos por la ladera, los cuales se han estado recogiendo sistemáticamente por los arqueólogos para evitar su pérdida.

Yacimiento en la zona alta, el más importante.

Yacimiento en la zona alta, el más importante. / EL DÍA

En la parte más alta de la urbanización se encuentra el más importante y mejor conservado (denominado PA4), que indica una actividad pastoril que ejercieron los aborígenes hasta la conquista de la Isla. Ha sido este yacimiento, de casi 2.000 metros cuadrados, el afectado «por un despiste de un maquinista en una superficie concreta de unos 75 metros cuadrados». No obstante, la parte mejor conservada, así como los restos de dos posibles cabañas, «permanecen intactas y en buen estado de conservación». Este yacimiento, desde un primer momento, iba a ser conservado o excavado arqueológicamente en su totalidad.

En su informe, se asegura que los escasos grabados localizados en la propiedad «no han sufrido ni sufrirán daño alguno, pues se encuentran en medio de zonas verdes de especial valor paisajístico». El resto se conservarán con modificaciones puntuales de los viales o con recogidas sistemáticas de aquellos que se encuentren sueltos y desplazados de su lugar original para su musealización, apunta Barroso.

Durante la época moderna los trabajos de arqueología evidencian que hubo plantaciones de cereal y, a finales del siglo XIX y XX, cultivo de tomate que contribuyeron a la destrucción de los escasos yacimientos existentes en este espacio.

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