Tacoronte encarga una auditoría sobre el servicio de alumbrado público

El objetivo de esta medida es «aclarar y corregir carencias históricas»

Antonio Gil Goya (NC)

Antonio Gil Goya (NC) / El Día

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La Concejalía de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Tacoronte ha encargado la elaboración de una auditoría con el propósito de «aclarar y corregir las carencias históricas que presenta el alumbrado público durante la última década». El encargo de este diagnóstico, que estará listo en tres meses, ha sido promovido por el concejal del área, Antonio Gil Goya (NC), quien señala que «tras comprobar en múltiples ocasiones que el modelo actual de concesión no es beneficioso ni el más adecuado para Tacoronte, por sus carencias y por la falta de elementos que resuelvan los problemas, considero que ha llegado el momento de dar los primeros pasos para buscar una solución».

«Desde mi llegada he podido comprobar cientos de deficiencias de que se debieron haber resuelto hace años, pues a pesar de que los pliegos del servicio cumplen diez años el próximo mes de julio, nadie ha hecho nada», lamenta Antonio Gil Goya.

A su juicio, «el deficiente estado de la red del alumbrado público es abrumador. Llevo un año y medio intentando poner remedio, pero es imposible porque en el pliego no tengo las herramientas necesarias». El concejal de Obras y Servicios asegura que no quiere «culpar a nadie de esta situación, sino seguir trabajando».

El edil del área advierte de que los pliegos no ofrecen las herramientas para poder mejorar

El concejal ha señalado que «en estos momentos es necesario saber cuál es el verdadero estado de las canalizaciones, de las arquetas, del tendido, las conexiones o el número real de puntos de alumbrado». Y añade que «la empresa no tiene culpa de las condiciones que se establecieron, pues se puede acometer un cambio de luminaria o de una farola, así como el pintado de un báculo, pero hay otras acciones que no se pueden ejecutar, como la sustitución del cableado, porque el contrato, sencillamente, no lo ampara».

Gil denunció que «en la actualidad hay cableado sin canalización que está tendido por el suelo y cubierto con hormigón», a lo que suman «otras irregularidades como la ausencia de un listado de elementos como arquetas y empalmes».