El suplicio del albergue rural de San Juan de la Rambla

Inaugurado como cafetería mirador en 2005 y cerrado desde 2015, afronta este año un tercer intento de concesión administrativa como albergue rural para senderistas

Los 18 años de historia del mirador del Mazapé, en San Juan de la Rambla, están llenos de sombras y problemas. Un auténtico suplicio para una instalación que presume de tener unas de las mejores vistas de la isla, ya que en días despejados es posible ver la costa desde Buenavista del Norte hasta La Punta del Hidalgo. Costó 725.000 euros y se inauguró en el año 2005. Fracasó como mirador, cafetería y restaurante. Cerrado desde 2015, ha sufrido varios ataques vandálicos y robos que han impedido que la instalación levante cabeza. El Ayuntamiento ramblero invirtió 200.000 euros entre 2018 y 2019 para acondicionarlo como albergue rural para senderistas, pero los dos concursos convocados en 2022 para encontrar un gestor privado resultaron desiertos. A ese fracaso se sumó un nuevo desvalijamiento parcial. Pese a todo, el Gobierno ramblero (PSOE-AIS-CC) no pierde la esperanza y prepara un tercer intento de concesión administrativa.

El alcalde de la localidad, el socialista Ezequiel Domínguez, reconoce que «resulta frustrante» rehabilitar este inmueble municipal para que, de nuevo los vándalos, hayan causado daños valorados en unos 49.000 euros. El seguro y el Consistorio cubrirán los daños causados por personas que se acercaron a este bien público para robar las ventanas y puertas de aluminio, parte del material eléctrico y la caldera para calentar el agua. El informe de daños y la denuncia ya se tramitaron, pero los responsables aún no han sido identificados.

«Hay empresas que en cada uno de los dos concursos anteriores han mostrado interés. Vamos a poner en marcha un tercer concurso, con unas condiciones aún más competitivas, ya que no queremos generar grandes beneficios para el Ayuntamiento, sino lograr que de una vez este mirador recupere la actividad como albergue», explica Domínguez.

Para el mandatario, estos últimos daños, que llegaron a finales de septiembre de 2022, justo cuando se tramitaba el segundo concurso de adjudicación, «no serán un problema». Todo quedará reparado y el adjudicatario «podrá beneficiarse de unas condiciones económicas muy competitivas». Su objetivo es poner en marcha el tercer intento de adjudicación «antes de que termine el mandato». Quedan apenas tres meses para las elecciones y desbloquear el Mazapé es uno de los últimos objetivos del gobierno.

«Queremos que vuelva a funcionar. No lo vemos ni siquiera como una fuente de ingresos. Vamos a ofrecer las máximas ventajas que nos permite la legislación para que el negocio sea viable y pueda consolidarse antes de que se empiece a pagar el canon. Habrá un periodo de carencia para que los interesados se decidan a dar el paso», avanza el mandatario.

Su aislamiento impidió que funcionara como cafetería y restaurante. Fracasaron tres concesiones administrativas entre 2005 y 2015. Los posteriores actos vandálicos esquilmaron y destrozaron el antiguo mirador hasta que, en noviembre de 2018, el Consistorio ramblero inició las penúltimas obras de reforma. Aquella rehabilitación concluyó a mediados de 2019, pero la licitación de este albergue con capacidad para 22 personas se topó con el cambio en la Alcaldía y con la pandemia. En 2022 hubo dos intentos fallidos y ahora se espera que 2023 sea el año definitivo.

El inmueble cuenta con una superficie total construida de 284 metros cuadrados, distribuidos en cinco dormitorios, comedor, aseos, recepción, almacén y lavandería, además de varias zonas ajardinadas y un amplio aparcamiento con capacidad para una veintena de coches. Situado en el espacio natural de Campeches, Tigaiga y Ruiz, está conectado con senderos que recorren el Barranco de Ruiz y unen la zona costera con el monte y llegan hasta el Parque Nacional del Teide.

Suscríbete para seguir leyendo