El norte de Tenerife tendrá por fin un lugar para incinerar a sus muertos

Los más de 225.000 habitantes de los municipios del norte de Tenerife tendrán por fin un lugar donde incinerar a sus muertos. El alcalde de Los Realejos, Adolfo González (PP), acaba de anunciar en el encuentro de alcaldes del Valle de La Orotava, organizado este lunes 6 de febrero por Fepeco, que su ayuntamiento acaba de otorgar licencia para que el Norte cuente con un tanatorio comarcal dotado con cinco salas velatorio, un crematorio, una capilla, cafetería y 130 plazas de aparcamiento en La Higuerita, lo que evitará que los habitantes de esta parte de la isla tengan que desplazarse al área metropolitana para incinerar a sus seres queridos.

Esta necesaria infraestructura, por la que se espera desde hace más de 20 años, se construirá por iniciativa privada en el municipio se Los Realejos, donde el Cabildo insular también trabaja en una nueva conexión con la TF-5 en la zona de La Higuerita, que serviría como acceso rápido a este nuevo tanatorio y al polígono industrial de La Gañanía.

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Ninguno de los 15 municipios del Norte dispone de un crematorio, pese a que desde el año 2003 se viene hablando de la construcción de un moderno tanatorio que disponga de un horno crematorio en municipios como Puerto de la Cruz, La Orotava, Icod de los Vinos o Tacoronte. Hasta ahora ningún proyecto se había concretado con una licencia.

En la actualidad, para poder incinerar a un fallecido en la zona Norte es necesario desplazarse a prácticamente 77 kilómetros desde Buenavista o a más de 30 kilómetros desde el Valle de La Orotava.

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Según la Asociación Nacional de Servicios Funerarios, la tasa de cremación se sitúa por encima del 38% en España y se estima que en 2025 este dato se elevará hasta el 60%. Ese cambio de tendencia tiene en el norte de Tenerife una dificultad añadida: la molestia e incomodidad que supone para familiares y amigos de los fallecidos desplazarse hasta el área metropolitana para la cremación. En enero de 2019, los habitantes del Sur de la Isla dejaron de tener ese problema, después de que la empresa Mémora invirtiera más de un millón de euros en el primer tanatorio con horno crematorio de esa vertiente de la Isla.

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