1,4 millones de euros en dos años para proteger las retamas del Teide

La inversión permitirá construir cuatro vallados para aislar los ejemplares de esta especie protegida y erradicar a los herbívoros

Retamas en el Parque Nacional del Teide.

Retamas en el Parque Nacional del Teide. / E. D.

El Cabildo aumenta la protección a las retamas en el Parque Nacional del Teide con un encargo para construir cuatro nuevos vallados. Permitirán aislar las plantaciones de ejemplares de la especie protegida y erradicar los herbívoros en su perímetro interior. La inversión plurianual para desarrollar esta iniciativa asciende a 1.400.000 euros hasta 2025.

Los vallados de exclusión y plantación son una herramienta necesaria para el control de determinadas especies que se hallan en peligro en el Parque Nacional del Teide. Es el caso de la retama. El presidente insular, Pedro Martín, señala que «se trata de un elemento diferenciador del Parque que de un tiempo a esta parte viene sufriendo muchísimo debido a diversos factores que la amenazan gravemente». Entre ellos están, por un lado, los efectos del cambio climático y por otro, la presencia de herbívoros que afectan directamente a su crecimiento».

«Las inversiones en investigación de especies no se pueden resolver a corto plazo, subraya Martín, sino que debe existir una planificación a medio y largo plazo que pueda ofrecer unos resultados evaluables». Las instalación de este tipo de infraestructuras ayudará al desarrollo de nuevas plantas y a controlar su crecimiento en entornos delimitados .

Coordinación con el Parque

El presidente del Cabildo valora la gestión del espacio natural protegido más importante de la Isla, que además tiene la categoría de Patrimonio Mundial de la Unesco. Para ello considera una medida fundamental establecer «mecanismos, de acuerdo con la dirección técnica del Parque, que orienten el cuidado y el desarrollo correcto de su biodiversidad.»

Por su parte, la consejera de Gestión del Medio Natural y Seguridad, Isabel García, detalla que se construirán cuatro vallados, dos en El Cerrillar, uno en Majúa, y un cuarto en la Cañada del Cedro. La instalación de cada uno de ellos se completará con «la realización de cartografiado mediante ortofotos realizadas con drones para evaluar el estado de la vegetación y su evolución y crecimiento». Datos claves «por si fuera necesario la plantación de nuevos ejemplares», señaló la consejera

La Spartocytisus supranubius o Cytisus supranubius es una especie de retamas de flores blancas nativa de Canarias. Especie endémica, protegida y en vías de recuperación, crece en zonas de alta montaña, como Las Cañadas del Teide, o en La Palma.

Arbusto leñoso de numerosas y largas ramas adaptado al ecosistema de la alta montaña, la retama ha conocido numeroso usos. En la medicina popular, como planta forrajera para la alimentación de cabras, vacas y ovejas u origen de una de las mejores mieles tinerfeñas. Su leña abasteció a la población más pobre de la Isla o permitió la elaboración de carbón vegetal como energía. Una seña de identidad de Tenerife a proteger.

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El Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publicó el pasado lunes el anuncio de la subvención por parte de la consejería de Gestión del Medio Natural para proyectos a desarrollar durante este año que redunden en la conservación y mejora de la biodiversidad de Tenerife bajo la denominación genérica de Rincones de Sostenibilidad. Pueden optar a esta ayuda, con un global de 130.000 euros y un plazo de 20 días hábiles tras el anuncio, fundaciones, asociaciones, cooperativas, centros educativos y organizaciones no gubernamentales sin ánimo de lucro que desarrollen su tarea en la Isla desde hace dos años. El Cabildo ya otorgó el pasado noviembre de 2022 las subvenciones del programa Rincones de Biodiversidad, una iniciativa que pretendía contribuir a renaturalizar espacios desertificados o abandonados. Esta primera concesión adjudicó 67.000 euros, repartidos entre la Asociación Recreativa, Cultural y Deportiva Terramare, la Asociación Canarias Vida Silvestre, el Grupo de Montañeros de Tenerife y la Fundación Canaria el Buen Samaritano. «La intención es contribuir, desde la base de la sociedad a recuperar espacios o a desarrollar proyectos de ciencia, voluntariado y participación», indicaba entonces la consejera Isabel García. | J.D.M. 

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