1,8 millones de euros para decir adiós a la vieja piscina de San Juan de la Rambla

La Dirección General de la Costa y el Mar del Gobierno de España ultima la licitación, con un presupuesto de salida de 1.822.000 euros, de las obras de demolición de la vieja y abandonada piscina de Las Aguas, en la costa de San Juan de la Rambla. Si nada se tuerce, en los próximos días los trabajos podrían adjudicarse de forma definitiva a alguno de los dos licitadores que optan al contrato. La eliminación de esta piscina, cerrada desde el año 2010, se empezó a plantear en 2006, pero no fue hasta 2017 cuando quedó claro que esta instalación deportiva y de ocio desaparecería del mapa más tarde que pronto.

Cuando hace 17 años se habló por primera vez de demoler la piscina, se puso sobre la mesa una alternativa para este rincón de la costa norte: una playa de arena de 250 metros de largo y 30 de ancho que Costas pretendía crear en la zona con un coste de casi 5 millones de euros. Ese proyecto nunca se llegó a concretar, ya está descartado definitivamente y ahora sólo queda demoler la vieja piscina para intentar recuperar parte de la configuración original de esta costa y un pequeño paseo. De momento, sólo hay presupuesto para la primera fase: demoler, retirar todos los escombros, asegurar la zona y mejorar el acceso actual a la pequeña cala de callaos y algo de arena que existe junto a la edificación.

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Tras años de abandono y mala imagen, el alcalde ramblero, Ezequiel Domínguez (PSOE), celebra este avance: «Si todo va bien, el día 19 de enero sabremos la empresa que será la adjudicataria para comenzar la fase uno, que es demolición de la piscina y la ampliación de los accesos a la playa de Las Aguas». Un alivio porque terminará una situación que, a su juicio, es «lamentable».

El municipio de San Juan de la Rambla eliminará, con fondos estatales, una edificación ruinosa de su litoral, aunque no recuperará ninguna instalación que genere recursos económicos y atraiga visitantes como en su mejor época lograba aquella piscina, que estaba dotada con un restaurante, solarium, vestuarios y quiosco, en plena avenida de Las Aguas.

El alcalde ramblero ha dejado claro en el pasado que esta demolición de la piscina y del edificio anexo es sólo el primer paso, la primera pieza de un puzzle que prevé la mejora y peatonalización del paseo costero de Las Aguas; la creación de una nueva calle y más aparcamientos para mejorar las comunicaciones del barrio; la demolición de otra edificación en estado ruinoso que afecta a la primera línea de la avenida, y la mejora de los accesos al mar para poder disfrutar con seguridad de esta parte de la costa.

La instalación municipal se cerró a principios de 2010 y los planes de derribo se confirmaron en 2017

Lejos quedan los tiempos en los que se aspiraba a una nueva playa o a recuperar la piscina. Una rehabilitación que se tuvo que descartar a partir de 2012, ya que el mar abrió grandes socavones cerca de los cimientos de la piscina y toda la estructura, también dañada por la corrosión, la falta de mantenimiento y el vandalismo, amenazara desde entonces con venirse abajo en cualquier temporal.

Si no se hubiera abandonado por completo tras su cierre en 2010, quizás se podría haber recuperado. Sin embargo, Costas nunca mostró interés real en mantener la instalación, tal y como ocurre ahora con la piscina municipal de la localidad norteña de Los Silos, cerrada desde el verano de 2019. También se descartó la idea de demoler solo el vaso de la piscina y conservar el edificio anexo para crear allí un centro de interpretación vinculado al mar y al Lugar de Interés Comunitario (LIC) Costa de San Juan de la Rambla, que protege las cuevas marinas de la zona y que fue, precisamente, el motivo por el que se descartó la playa que debía sustituir a la piscina. Ahora se destinarán 1,8 millones de euros para dejar ese espacio de nuevo vacío.

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