Tradiciones

La primera romería del año llega con mucha comida y turistas

Arona recupera su paseo romero, que inaugura el calendario de celebraciones en la Isla, y que reúne a vecinos y viajeros

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

El calendario de romerías de este nuevo año 2023 en Tenerife no ha tardado en inaugurarse, y lo ha hecho por todo lo alto, con la vuelta a la normalidad de la romería de San Antonio Abad de Arona, la más madrugadora de las fiestas populares isleñas. El casco histórico del municipio sureño se despertó el domingo 15 de enero engalanado de tradiciones y prácticamente nadie, ni vecinos ni turistas, quisieron perderse esta cita en la que los más variados animales compartieron también el protagonismo de la jornada.

Los visitantes también se hicieron notar en esta romería que no se celebraba desde el año 2020 debido a la pandemia de covid y que en esta ocasión ha vuelto con todos sus detalles, incluido el reparto de comida desde las seis carretas que participaron en el recorrido. Casi 200 turistas fueron trasladados desde diferentes puntos del municipio hasta el casco histórico, donde disfrutaron de las tradiciones que tanto les llamaron la atención. “¿Son castañuelas?”, preguntaban algunos visitantes, a lo que los vecinos del lugar precisaban que se trataba de chácaras que amenizaban los bailes tradicionales.

Con más de 400 años de historia, esta jornada de celebración arrancó a las diez de la mañana con la apertura de la muestra de artesanía y una hora más tarde se celebró la Santa Misa cantada por la Parranda Chasnera en la parroquia San Antonio Abad. Pasados unos minutos de las doce del mediodía comenzaron a sonar los primeros acordes de música tradiciones y los bailarines de El Hierro comenzaron a moverse en dirección al templo para acompañar la salida del santo. En ese momento, cientos de cámaras de fotos y móviles se elevaron y los turistas comenzaron a grabar todo lo que sucedía para no perder detalle alguno.

Como ya es tradición, el alcalde de Arona, José Julián Mena, y miembros de la Corporación municipal trasportaron sobre sus hombros la talla de San Antonio Abad por la plaza del Cristo de la Salud hasta colocarlo en la carreta con la que se dio inicio a la romería que se prolongó durante una hora por las calles cercanas. Precisamente el alcalde indicó que “es una alegría ver a tanta gente volver a celebrar nuestra romería en honor a San Antonio Abad después de dos años sin poder disfrutarlas con normalidad”. Mena recordó que se trata de una festividad “que cuenta con la devoción de muchísimas personas en nuestro municipio” y también destacó “el cariño, el esfuerzo y la dedicación que han puesto muchos vecinos, especialmente los trabajadores públicos de esta Corporación, para sacar adelante esta fiesta que conecta con nuestros orígenes agrícolas, y que nos permite difundir el patrimonio que posee Arona”. De este modo, hizo hincapié en que uno de los objetivos de esta celebración es conectar “con el sector turístico para mostrarles que el municipio es un destino que tiene mucho que ofrecer, además del sol y la playa”.

Loreto Cardona fue una de las casi 200 turistas que llegaron al casco histórico de Arona para disfrutar de esta romería por primera vez. Esta barcelonesa ha visitado Tenerife junto a su marido y amigos hasta en 16 ocasiones pero siempre aprovechan cada nuevo viaje para descubrir nuevos rincones y tradiciones de la Isla. “Hoy teníamos otro plan pero en la recepción del hotel nos dijeron que se celebraba esta romería y como nunca la habíamos visto hemos decidido subir desde Las Américas, donde nos estamos hospedando, y la verdad es que nos está gustando mucho”, relató la viajera mientras esperaba a que los asistentes a la misa salieran de la parroquia para poder entrar y sacar algunas fotografías del lugar.

María González es de Guargacho, en San Miguel de Abona, y tampoco faltó a esta cita, durante la que no soltó el móvil para hacer fotos que enseñarle luego a las amigas que no pudieron acercarse a Arona. Olga Oliva es vecina de este municipio del sur de Tenerife y aseguró que “tras dos años sin celebrarse, ya se echaba de menos la romería”. Se mostró totalmente feliz porque ayer acudió mucha gente al casco histórico de este municipio y porque esta romería es la primera que se celebra cada año en la isla, lo que la hace estar totalmente orgullosa de su ciudad.

Además de los casi 200 turistas que se trasladaron hasta el centro de Arona, también llegaron unos 150 mayores que llenaron todas las terrazas habilitadas para las fiestas. El Ventorrillo de Pedrito es uno de esos establecimientos que se instaló en la plaza del Cristo de la Salud este fin de semana y su encargado indicó, mientras no dejaba de cocinar carne en la parrilla, que la afluencia de clientes había sido constante durante las tres jornadas de apertura, por lo que se mostró encantado de que hayan regresado al fin las fiestas a la calle.

Pero las terrazas no fueron el único lugar en el que los visitantes pudieron comer algo puesto que el final de todas las restricciones por la crisis sanitaria permitió que desde las seis carretas que formaban parte de la romería se entregara comida al público. “¡Están tirando cosas!”, gritaban los turistas que no conocían esta tradición y que se sorprendieron de que se repartieran papas arrugadas, higos, gofio o vino. Tras este curioso almuerzo dio comienzo otro de los momentos más destacados de la jornada, la bendición de los animales, que se intercaló con la actuación de diferentes grupos que volvieron a llenar las calles del casco histórico de Arona de temas tan destacados del cancionero canario como Dos pasos pa'lante, dos pasos pa'tras. El municipio acoge desde el pasado jueves las fiestas en honor de su patrono y continuará el martes, puesto que es el día 17 de enero cuando se celebra la fiesta del santo, que volverá a salir a las calles del casco histórico de Arona en procesión.

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