Qué hacer con la plaga de las gallinas universitarias

Alumnos de la ULL llevan a los ejemplares que entraron al campus de Guajara a una finca | Hay grupos por La Laguna y todo Tenerife

Alumnos de la Asociación Canaria de Estudiantes de la ULL

Alumnos de la Asociación Canaria de Estudiantes de la ULL / E. D.

Ya las llaman las gallinas universitarias. La divulgación esta semana a través de las redes sociales de las fotos de un grupo de gallos y gallinas campando a sus anchas en la Universidad de La Laguna (ULL) ha devuelto a la actualidad una situación que viene de muy atrás. Y no solo afecta al entorno del campus de Guajara de la ULL, sino a otros puntos de La Laguna y Tenerife. Se concentra en el área metropolitana y el Norte, pero también hay grupos dispersos y a su libre albedrío por toda la geografía insular.

Gallinas en la ULL

El Día

Detrás de algo que parece tan anecdótico se esconde un problema. Las plagas de ejemplares de esta ave producen problemas de seguridad vial, al invadir vías de la Isla, de convivencia ciudadana, en especial por los ruidos, y de sanidad pública, al haber vecinos que les dan restos de comida sin ser conscientes de que con ello atraen a otras plagas, principalmente de gatos y ratas.

Qué hacer con la plaga de las gallinas universitarias

Qué hacer con la plaga de las gallinas universitarias / Daniel Millet / Raúl Sánchez

Zonas engullidas por la ciudad

José Luis Hernández, concejal de Medio Ambiente y Bienestar Animal de La Laguna, conoce muy bien el asunto. El Ayuntamiento lleva años lidiando con grupos de gallos y gallinas asilvestrados. «El problema se concentra en zonas rurales que han sido engullidas por poblaciones urbanas», asegura. Los puntos con estas plagas del municipio lagunero son La Verdellada –y otros núcleos del entorno de la Vía de Ronda–, Geneto, los alrededores del Hospital Universitario de Canarias (HUC) y Los Baldíos.

¿De dónde vinieron los gallos y gallinas universitarias? No se sabe muy bien pero lo que suele ocurrir es que se escapan de fincas, alguien las suelta o proceden de grupos de núcleos cercanos o no tan cercanos. Esta semana se unió el entorno del campus de Guajara. La ULL pidió apoyo a la Concejalía lagunera de Bienestar Animal. Un grupo de alumnos involucrados con el bienestar animal, sin embargo, encontró una solución. Lo contó la Universidad el viernes en Twitter: «Esta semana unos gallos decidieron darse un paseo por las instalaciones de la ULL. Gracias al alumnado, se encuentran en un lugar mejor, una finca regentada por una auxiliar de veterinaria donde podrán vivir en perfectas condiciones y como merecen». El tuit añade: «Gracias a Alejandro, Paula, Ariel, Nerea, Elsa, Yolanda, Mónica, Andrea, Nereida, Mauro, Ainhoa, Sergio, Andrés, Ayose, Yulissa y Tania. ¡Qué buena gente tiene la ULL! Y, por supuesto, gracias a nuestra comunidad universitaria».

No solo corretean de aquí para allá en los jardines y hasta en algunas aulas de Guajara. LLegan a meterse en la Vía de Ronda, a subirse a bancos y muros de La Verdellada y hasta a entrar en algún zaguán. Un vecino de La Laguna, harto del kikiriki desde bien temprano, tomó recientemente la iniciativa y taló las ramas de los árboles de una zona verde próxima a su casa para evitar que se posaran allí e intentar que se marcharan. Otros se limitan a llamar al Ayuntamiento de La Laguna para quejarse de las molestias.

Hernández asegura que ayuntamientos como el de La Laguna recurren a empresas especializadas en plagas. La que trabaja para el Consistorio de Aguere es Fumigadora Internacional. Los ejemplares son retirados y llevados a fincas que se ofrecen a acogerlas. Algo similar a lo que hicieron los alumnos de la ULL. Pero hay otro obstáculo, que admite el concejal lagunero: «En alguna actuación se ha precisado apoyo de la Policía Local porque algunos vecinos se oponían a la retirada de los gallos y gallinas».

No es solo la seguridad vial y ciudadana y la salud pública. María Luisa Fernández, presidenta del Colegio de Veterinarios de Tenerife, alerta de los riesgos del consumo de los huevos de estas gallinas. «Hay personas que consumen e incluso venden estos huevos. No se debe hacer. Proceden de gallinas que no han pasado por ningún control y estos huevos pueden provocar problemas graves de salud como la salmonelosis, que puede llegar a ser mortal». Además, según la veterinaria, estas aves tienen una gran capacidad para moverse y reproducirse, y mucha resistencia. Se alimentan con plantas e invertebrados. Su necesario control es complicado.

Los focos de Santa Cruz

En Santa Cruz de Tenerife se han detectado algunos focos. La Concejalía de Servicios Públicos y Bienestar Animal, que dirige Carlos Tarife, los sitúa en Somosierra, Camino de El Hierro, Añaza y Valleseco. También es habitual verlos en el Norte, por ejemplo en varias zonas del municipio de La Orotava. Suelen aparecer en las zonas ajardinadas de la rotonda del acceso al municipio desde la TF-5 por El Ramal, en la urbanización de Lercaro y junto al monumento de La Mano Amiga y la plaza Entre Pueblos, en el acceso desde la TF-5 al polígono San Jerónimo, salida 35.

Sin embargo, en el caso de La Orotava no se han producido quejas vecinales, quizás por tratarse de entornos sin demasiadas viviendas cercanas. El alcalde, Francisco Linares, recalca que el Ayuntamiento «nunca ha recibido quejas». «Aquí estamos acostumbrados de siempre», matiza.

En la urbanización de La Quinta, en la zona baja de Santa Úrsula, los vecinos sí se han quejado de la presencia de gallos y gallinas en libertad en calles y zonas verdes, especialmente porque el alimento que reciben, y sus puestas de huevos, sirven también para incrementar la población de ratas y ratones. Ante las reiteradas demandas de los vecinos y para tratar de controlar estas poblaciones, el Ayuntamiento santaursulero instaló en noviembre de 2021 varios carteles en vías públicas que recuerdan que la Ordenanza de Tenencia de Animales de Compañía «prohíbe la alimentación en la vía pública de animales que puedan constituirse en plagas, jaurías o gaterías, evitando la reproducción incontrolada y los problemas de salud que se pudieran derivar». El que cumple tendrá su sanción.

La Asociación de Vecinos La Quinta de Chimaque reclama con insistencia que «no se sigan alimentando a animales, principalmente gallinas, con toda clase de desperdicios y alimentos que terminan pudriéndose y atrayendo a otros animales como gatos y ratas». «Aún así, hay una serie de incívicos que continúan echándole comida», apunta. Este colectivo ha pedido al Consistorio que trasladara estos gallos y gallinas a otro lugar donde no supongan un problema. El presidente de la asociación, Jorge Pérez, lamenta que pese a que el número de ejemplares ha bajado en los últimos tiempos, «aún campan a sus anchas y la Policía Local ha identificado a varias personas que las siguen alimentando».

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