Alivio en el entorno del edificio Iders de Puerto de la Cruz

Las medidas tomadas en los últimos meses acaban con casi 32 años de sufrimiento para los vecinos y negocios que rodean este edificio declarado en ruina inminente

Representantes del entorno del edificio Iders

Representantes del entorno del edificio Iders / | el día

Las comunidades de propietarios, vecinos, hoteleros y empresarios del entorno del edificio Iders, en Puerto de la Cruz, han mostrado su alivio por el éxito de las medidas adoptadas en los últimos meses por el Ayuntamiento de la ciudad turística. Tras manifestarse a finales de junio de 2022 para exigir el final de 31 años de auténtica pesadilla, el Consistorio intervino, completó en julio el desalojo de los okupas, tapió de forma correcta todos los accesos al inmueble y continuó con los complicados trámites de notificación a los propietarios de la declaración de ruina inminente. Casi siete meses después de aquella protesta, los afectados reconocen que la calma ha vuelto a este tramo de la avenida Familia Betancourt y Molina.

El portavoz de los vecinos y negocios afectados por el abandono del Iders, Eduardo Luis, subraya la satisfacción que ha generado la reciente noticia de que el proyecto de demolición del Iders tendrá que presentarse en el plazo de dos meses, por lo que por primera vez en más de tres décadas «por fin se vislumbra una solución definitiva respecto al Iders».

«Desde hace 32 años, este asunto se ha convertido en un puro calvario por las consecuencias negativas, conocidas por todos, y que han sufrido en primera persona los mismos propietarios del inmueble y de forma subsidiaria los vecinos de la zona. Desde hace aproximadamente dos años, hemos manteni

do varias reuniones con el concejal de Urbanismo, David Hernández (ACP), y el alcalde, Marco González (PSOE), en las que siempre hubo una buena predisposición y propuestas de soluciones», reconoce Eduardo Luis.

Respecto a la manifestación de finales de junio de 2022, Luis recuerda que «aquel día se personó el alcalde y se comprometió a que pronto se le iba a dar una solución al problema. A raíz de esto comenzaron a verse los frutos de las gestiones municipales: lo primero fue el desalojo de los okupas y luego el tapiado de la zona de acceso al edificio. Con estos trabajos se han evitado desde hace meses las peleas, la drogadicción, los incendios, los gritos, las molestias y las situaciones insalubres que con frecuencia se producían en el edificio Iders y en sus alrededores».

«David Hernández ha informado recientemente de que el proyecto de demolición del edificio Iders, debe de estar listo en dos meses. Con esta noticia, por fin, vemos una luz al final del túnel. Por eso y, en nombre de todos los vecinos de la zona Martianez, agradecemos a la Corporación municipal su labor y, sobre todo, al alcalde y al concejal, ya que nos consta ha sido duro su trabajo y empeño», concluye Luis. Estos afectados esperan que en el ayuntamiento «sigan trabajando con el mismo entusiasmo y predisposición para acabar con este calvario de manera definitiva».

El decreto de declaración de ruina inminente ya ha sido notificado al centenar de propietarios de este inmueble, que ahora tienen dos meses de plazo para presentar un proyecto de demolición. Hernández reconocía recientemente las dificultades que han encontrado para contactar con los alrededor de 117 propietarios del edificio, de los que 94 son personas físicas, 7 son comunidades de herederos y otros 16, sociedades.

Los propietarios tienen la obligación de presentar un proyecto de demolición, cuyo coste de redacción se cifra en unos 200.000 euros. Si no lo hacen, a partir del próximo mes de abril, el Ayuntamiento portuense podrá tomar las riendas del proceso y encargar el derribo del Iders. 2023 será un año clave, puesto que por primera vez se vislumbra una solución definitiva y satisfactoria para todas las partes, aunque obligará a la propiedad a hacer un desembolso económico importante. Entre 6.800 y 10.700 euros por cada uno de los 117 propietarios sólo para el derribo, a lo que hay que añadir en torno a 55.500 euros por propietario para la reconstrucción. Se requerirá un gasto medio de entre 62.000 y 66.000 euros por cada propietario para poder demoler y reconstruir el Iders.

9.800 toneladas de escombros

El decreto de declaración de ruina inminente del Iders, firmado el pasado 7 de junio, cifra en al menos 800.000 euros el coste de demolición de este inmueble, que generará unas 9.800 toneladas de escombros. Los técnicos municipales detallan que derruir el edificio y retirar esa gran cantidad de residuos podría alcanzar un coste de a 1.254.537 euros, según Cype Ingenieros, aunque ellos lo rebajan a 798.396 euros, en un cálculo elaborado «con precios de 2021». Reconstruir el Iders tendría un coste de unos 6,5 millones de euros, pero los propietarios cuentan con la ventaja de que podrán reconstruirlo de manera inmediata con las mismas dimensiones, volumetría y aprovechamiento sin tener que esperar a la aprobación del segundo Plan de Modernización y Mejora.

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