Nace la asociación para recuperar la memoria histórica masónica en la Isla

El colectivo que preside Emilio Fresco propone el Templo de la calle San Lucas como monumento simbólico de la Memoria Histórica, una figura que contempla la Ley

Víctor Berástegui, Eva Tobah, Fresco y José Luis Martín junto al Templo. | | E.D.

Víctor Berástegui, Eva Tobah, Fresco y José Luis Martín junto al Templo. | | E.D. / José Domingo Méndez

José Domingo Méndez

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica Masónica nace en Santa Cruz de Tenerife el 16 de septiembre, con vocación regional, como demuestra el equilibrio de su junta directiva, formada por seis personas de esta Isla y otras seis de Gran Canaria. La preside Emilio Fresco, quien aclara que «en este colectivo tanto hay masones como quienes no lo son». Y añade: «Tampoco queremos ser una Logia masónica, sino solo un grupo de personas, hombres y mujeres, cuyo objetivo es recuperar la rica memoria histórica masónica».

La masonería en Canarias, valora Fresco, «ha tenido un importante e innegable papel que ha dejado en la sociedad de las Islas la impronta de sus principios, que consideramos muy interesantes. Pero de la masonería tienen que ocuparse los masones y sus legítimos representantes en las logias. Hay distintas obediencias y, como dice el dicho de los cartagineses, hablan los cartagineses».

Buscan desvelar el papel histórico que han tenido muchas de estas personas en la sociedad canaria y tinerfeña a la hora de plasmar sus principios de «igualdad, libertad y fraternidad así como sus valores de tolerancia y solidaridad. Eso es lo que nos atrae». Destaca Fresco «la integración de muchas mujeres interesadas en esto».

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Canarias.

El colectivo trabaja «estrechamente» con las asociaciones de Memoria Histórica de Tenerife y Arucas, en Gran Canaria. La primera la dirige Mercedes Pérez Schwartz, la nieta de José Carlos Schwartz, el último alcalde republicano de Santa Cruz. Masón, «según dicen», apunta Emilio Fresco. Su cuerpo nunca se encontró y eso lo ha convertido en símbolo de una represión que «hizo desaparecer» a cientos de tinerfeños.

Estas entidades, explica, «defienden la memoria de manera más amplia, pero nosotros nos extendemos en el tiempo en el sentido de que la masonería ha tenido historia, antes y después, que la del periodo de la dictadura, pese a que fuera muy significativo por la persecución». Cuestionado sobre la tendencia política de los masones, Fresco responde que «había divergencias, porque hubo militares o gente de derechas igual que de izquierdas. Ellos dicen que en las logias no se habla de política».

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Multidisciplinar.

Plantea Fresco que «buscamos resaltar a esas personas anónimas y desconocidas hoy que plasmaron los principios de la masonería» en la medicina, la abogacía, la educación o la política, porque destacaron en muchos campos. Pone ejemplos: Emiliano Díaz Castro, José Gerardo Martín Herrera, Ernesto Castro... En su quehacer «plasmaban esa impronta», apostilla Fresco. «Para nosotros es lo más interesante, aunque hay que reconocer a quienes sufrieron persecución por el hecho de ser masones. A nadie se le ocurre hoy preguntar si eres católico o mormón, pero sí masón».

La asociación se centra en recuperar el legado masónico a través de referencias documentales o el testimonio oral de personas aún vivas, sobre todo de las familias. Un camino a la investigación y a una estructura académica con la cual quieren colaborar.

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Justicia.

Una reflexión: «Nos parece de justicia hacer esto con quienes, entre la persecución y cierto secretismo que rodea al mundo masónico, han pasado al anonimato sin tener el reconocimiento social que merecerían». Considera Emilio Fresco, además, que «lo que atrae, en general, es la anécdota del secreto y no la parte sustancial, esa impronta que, insistimos, han dejado en la sociedad, sus principios y valores». Resalta «la tarea de ayuda y solidaridad hacia los demás, no en la conferencia o la política, sino en lo cotidiano, en el día a día. Esa es la parte más rica de la masonería».

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Símbolo.

Fresco explica que «también hubo un templo masónico en Gran Canaria que no se conservó ni tuvo la vistosidad artística del de la calle San Lucas».

La asociación entiende que «el gran acierto del Ayuntamiento de Santa Cruz fue adquirir el edificio al Ministerio de Defensa cuando salía a subasta». «El futuro del inmueble dependerá de lo que haga el Consistorio, pero lo normal es que fuera un lugar de encuentro y un museo», sentencia.

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Memoria.

Entiende la asociación que el Templo de San Lucas podría ser el monumento a la memoria histórica de toda Canarias, no solo de la masonería (ya trasladaron la petición al Gobierno canario). «Porque es el único que queda y sería una referencia regional». La Ley de Memoria Histórica canaria contempla la figura concreta como un símbolo y la asociación valora que «sería el ideal». Reuniría todos los recuerdos de esa memoria, incluidos los documentos conservados en el Archivo de Salamanca, que aún no han vuelto a las Islas, pese a las promesas. «Al menos, las copias», dice Fresco.

El presidente del colectivo añade que el templo podría ser el centro virtual de la Memoria que también contempla la norma. «Un punto de encuentro general y de la masónica, en particular», resume. Apunta que arreglo y mantenimiento corresponderían a las administraciones, siempre desde el concepto de lo público, «para todo el mundo y los especialistas». La asociación está en periodo de establecer contactos. Por ejemplo, con las universidades. Ha habido «respuesta de la sociedad e interés académico», concluye Fresco.

La represión a los masones y a la masonería durante el régimen de Franco fue «brutal», señala Fresco. Todo lo que sonaba a eso «se convirtió en anatema y el simple hecho de serlo ya era castigado». La Memoria Histórica es «necesaria, sobre todo para no repetirla», subraya antes de añadir: «Entiendo lo que se hace cuando hay dos trincheras, como en la Guerra Civil, pero en un lugar como este donde no hubo conflicto bélico la represión fue totalmente desproporcionada en la búsqueda del exterminio del contrario. De ahí lo de no repetirlo». Emilio Fresco (Santa Cruz de Tenerife, 1951) es ingeniero industrial y funcionario jubilado del Gobierno de Canarias, Jefe del Servicio de Energía regional durante más de tres décadas, además de consejero del Cabildo y concejal en Santa Cruz. O sea, con experiencia en todas las administraciones. También ejerce como secretario de otra entidad de reciente creación, el Foro de la Energía

Objeto de una represión «brutal»

. | J.D.M.

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